✮ ⋆: 𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒. Historias cortas de nuestros chicos favoritos.
꩜.ᐟ LIBRO TERMINADO, PARA MÁS ONE SHOTS PUEDES IR A SU SEGUNDA PARTE EN MI PERFIL.
‼️ LOS ONE SHOTS PUEDEN TOCAR TEMAS SENSIBLES O TENER SPOILERS, LEE SIEMPRE LAS ADVERTEN...
(La lectora es muda pero puede emitir leves sonidos, esto venía dentro de la petición)
Itoshi Sae siempre fue serio y arrogante, siempre demasiado confiado en si mismo. En la escuela no era muy diferente, solo se encargaba de sus cosas para luego irse a su práctica de futbol al final no se suponía que pasara mucho tiempo en Japón pues su plan era ser fichado por algún club de Europa.
Aún así en la escuela tenía una gran cantidad de admiradoras las cuáles veían su actitud reservada como genial y atractiva. Le molestaban mucho.
Sae siempre iba a la escuela con su hermano Rin que aún lo llamaba nii-chan, a pesar de ser muy serio siempre tuvo una relación cercana con el especialmente porque le gustaba jugar futbol con el. Normalmente no llegaba mucho antes de la clase por esto mismo pero como Rin se enfermo no fue a la escuela un día, el llego bastante antes de la clase coincidiendo con la llegada de una chica nueva que se sentó junto a el.
Ya se esperaba que fuera a intentar hablarle animadamente pues lucía como una chica bastante extrovertida aunque su sorpresa fue cuando ella pegó un post-it de color rojo claro en su mesa.
'Hola :D'
Le pareció muy extraño ver eso por lo que solo tomo el post-it y lo pego en el borde cercano del escritorio de la chica. Ella no volvió a intentar nada después de eso, solo se quedo en silencio en su lugar, lo cuál fue bastante agradable para el. Finalmente la chica junto a el seria alguien tranquila.
La clase inicio con la maestra hablando de que tenían una nueva compañera y pidiendo que ella pasara al frente a presentarse pero el Itoshi mayor se sorprendió cuando ella sostuve un papel que decía: Hola, soy ___ ___ y yo no puedo hablar, soy muda. Aún así quisiera ser su amiga, puedo hablar lenguaje de señas aunque también tengo muchos post-it para escribir.
- Espero alguno se anima a aprender lenguaje de señas, ¿Quisieras enseñarles un poco? - pregunto la maestra.
Sae pensó que tan solo la estaban incomodando pues seria mejor solo dejarla ser como cualquier otro alumno aunque a la chica no parecía importarle.
Ella rebusco en su bolsillo y saco el mismo post-it que había pegado en el escritorio de Sae el cuál mostro para luego enseñar la seña de hola.
El salón fue bastante comprensivo con ella pues incluso algunos aprendieron un poco de su lenguaje para poder entenderle mientras que otros eran pacientes cuándo escribía lo que quería comunicar. Estaba en un buen salón pero aún así Sae llegaba a escuchar a otros hablar de ella y de lo molesto que debería de ser esperar a que alguien escriba algo para mantener una conversación decente.