𝗕𝗟𝗨𝗘 𝗟𝗢𝗖𝗞 - ONE SHOTS 1

- 𝗜𝗧𝗢𝗦𝗛𝗜 𝗦𝗔𝗘

Itoshi Sae x F! lectora

'Algo parecido a la nostalgia'

La nostalgia es un sentir precioso, es feliz y triste al mismo tiempo. Es una mezcla casi perfecta entre pasado y presente, añorar el pasado pero estar atrapado en tu presente, te separa de lo que quieres y extrañas pero no existe ni un solo medio para recuperarlo.

Sae era alguien extrañamente nostálgico, le gustaba volver a Japón por más que hablara mal del futbol su país pues podía estar en su ciudad natal. Cuando estaba lejos le gustaba ver as viejas caricaturas que le gustaban solo para recordar su hogar y nunca lo admitiría en voz alta pero le encantaba recorrer los mismos caminos que un u pequeño yo recorrió junto a su hermanito de la mano.

Pero ahora mismo se sentía raro, estaba experimentando la nostalgia de nuevo o algo parecido a esta pero con la diferencia de que estaba añorando su propio presente ¿Cómo se puede extrañar algo que esta pasando frente a sus ojos?

Era demasiado confuso pero podría describirlo como sentirse triste por pensar en que ese momento acabaría, era un momento muy simple pero curiosamente a el le gustaban las cosas simples.

Estaba escuchando la música reproducirse en las bocinas de su auto, eran demasiado buenas por lo que no ubio todo el volumen esperando no molestar aunque estaban algo alejados de la ciudad, sentada a su lado sobre la hierva estaba su novia tarareando delicadamente la canción que se reproducía. En un principio Sae no había estado muy deacuerdo con esta idea pero estaba disfrutándolo, era algo muy sencillo e intimo estaba simplemente viéndola existir.

- Estas acosándome otra vez Itoshi - dijo ella mirándolo de reojo con una risita.

- No tiene nada de malo verte, eres mi novia - dijo el como si fuera obvio pero apartando la mirada casi rodándole los ojos a la chica.

- Si, pero me ves como si me fueras a atacar en cualquier momento - contesto ella - Tienes una mirada que me hace sentir que estas perforándome el alma.

- Tch.

La leve expresión de Sae le saco una ligera carcajada a la chica, era muy fácil molestarlo pero sabía que el lo aguantaba pues así habían sido desde el inicio. Los dos venían de países distintos, tenían una cultura bastante separada por lo que ella creyó que la actitud tan fría del chico era por ser japones pero luego entendió que el simplemente era así.

Fue casi un milagro que se conocieran pero lo fue aún mas que comenzaran a salir, Sae era bastante complicado pues sus únicos intereses derivaban del futbol así que ni el se veía en una relación, ni ella se veía con alguien que se portara tan arrogantemente. Pero de alguna extraña manera terminaron saliendo, se sintió como algo inevitable para ambos pues era como si una fuerza magnética los arrastrara para que se unieran.

Lo cierto es que el chico solo tenía un sueño y anhelo que era ser el mejor centro campista del mundo para hacerle pases al mejor delantero del mundo sin embargo la había encontrado a ella y por alguna razón sentía el desesperado impulso de que se quedara con el. Nunca en su vida había sentido que necesitaba la atención de alguien pero al encontrarla a ella se sintió como nunca antes.

Ella era mucho más inteligente emocionalmente, eso estaba claro pues el estándar con Sae no era muy alto, eso fue útil para que pudieran finalmente estar en una relación decente con nombre pues como el chico estaba tan poco rodeado de personas y tenía cero conocimientos sobre romance le costó mucho etiquetar su relación mas allá de la única persona con la que pasaba cada momento que no estaba entrenando.

- No te enojes tanto - dijo ella riéndose y recargando ligeramente su cabeza en su hombro.

El no era muy empalagoso sin embargo permitía que ella lo tocara y hasta lo disfrutaba pero era algo necio con el iniciar estos actos pues por más que aceptara su posición como su novio tampoco le gustaba verse necesitado de afecto.

- Es raro que me llames acosador y aún así estés conmigo, eso habla peor de ti.

- Que tengo gustos extraños esta claro desde que acepte salir contigo.

- Ya cállate, tienes suerte de estar con el prodigio del fútbol - el levanto ligeramente su mano y la puso en el cabello de la chica tirando de el ligeramente sabiendo que no le estaría haciendo mucho daño.

- Eso no lo voy a negar - contesto ella aguantando el pequeño dolor que le provoco pero sonriendo cuando ese tirón se volvió una caricia - Tengo suerte de tenerte Sae.

Otra vez le llego ese extraño sentimiento, nostalgia que no es nostalgia. El no lo entendía bien, ¿Cómo podía extrañar esto si lo estaba viviendo?

- Oye ___ - dijo el manteniendo su mano en su cuero cabelludo haciendo pequeños círculos lo que la hizo inclinarse a su tacto - Voy a ir a renovar mi pasaporte a Japón pronto.

- Ya me habías dicho - contesto ella soltando un suspiro cuando Sae quito su mano de su cabeza.

- Pero quería saber si quieres ir conmigo.

Sonó casi como una imposición, en parte era porque el no lo tenía planeado y simplemente salió de la nada, ella lo volvía todo lo contrario al planificador cuidadoso que llegaba a ser pues tomaba decisiones bastante aleatorias.

- ¿Lo dices de verdad? - ella tuvo que alejarse un poco para verle el rostro queriendo confirmas totalmente lo que el le estaba.

- Si, quiero enseñarte el lugar donde crecí - por una vez ella de verdad sintió que el estaba siendo totalmente romántico, el no estaba usando ese mismo tono estoico ni tenía una mirada severa, de hecho casi parecía tener una mirada dulce.

- Entonces yo feliz de ir contigo - dijo ella tomando la mano de su novio mostrándole una enorme sonrisa que casi hace que a el se le escape una.

Esa sonrisa le explico todo lo que había estado sintiendo, el adoraba esa sonrisa más que a nada y se sentía casi patético por ello pero no tenía porque hacerlo ya que ella era su novia y lo amaba, no había nada patético en amar a alguien que también te amaba.

- Te amo ___.

El amor era un sentimiento muy parecido a la nostalgia, sentías que ya lo extrañabas incluso cuando lo tenías cerca pero a diferencia de la nostalgia en esta si podrías volver a el, al menos Sae estaba seguro de que siempre podría volver a el.

- Yo también te amo Sae.

Ella mantuvo su sonrisa y se recargo en su hombro otra vez tomando su mano.

- Es la primera vez que lo dices.

- Pero desde hace mucho que lo siento - contesto el.

BONUS:

- Entonces... tu eres el hermanito de Sae.

Después del partido entre Blue lock y la sub-20 (por el cuál la pareja había extendido su estadía en Japón) la chica había finalmente conocido a su cuñado, un chico que lucía enojado con la vida, odiaba a su hermano y casi parecía que también la odiaba a ella.

- Te lo voy a advertir, Sae no cumple sus promesas - el adolescente que ella sabía por su novio que se llamaba Rin simplemente se levanto de su asiento junto a ella soltando algunos malos comentarios sobre su hermano mayor.

Al final ella acabo llevándose bien con Rin cuándo le compró un videojuego de terror que estaba agotado.

Uno rápido porque estoy algo ansiosa por una noticia que estoy esperando.