Capítulo 5 | Posibilidad

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«El general Enferled ha sido asesinado en las oscuras calles de Kingston. Recibió más de veinte apuñaladas y no hay rastro de sospecha, se creé que fué por problemas que tenía con el gobierno»

Decía, aquella primera hoja del periódico que William leía cada mañana.

—El general Enferled, no esperaba menos.— dijo, dejando el periódico sobre la mesilla y tomando el té que su hermano le había preparado.

—¿A qué te refieres hermano?— preguntó el menor de los Moriarty, aún dudoso por lo que habían hablado noches anteriores, en su mente no rondaba otra pregunta que no fuera el qué pasaría con la decisión definitiva de William.

—El general Enferled tiene un gusto pedófilo, en su estancia en Francia se le acusó de acoso infantil pero fué libre de cargos por pertenecer al gobierno y a una de las familias más adineradas de Inglaterra, aunque eso solo es la introducción, ahora, dime Louis, ¿Qué restaurante en Kingston es más visitado por militares y aristócratas?

—Jeffries.

—¿Y qué sabemos de eso? Es la fachada de un restaurante prestigioso, pero ambos sabemos que su objetivo ahí es la prostitución y ahora la infantil. Si solo leemos no hay nada raro pero en la fotografía donde nos muestran a Enferled, aún lado de él están sus pertenencias, cerca de su abrigo sobresale los cupones, mismos que te dan cuando entras al sótano de Jeffries. El general iba directo por una niña, y como sabemos, la señorita Russell se encarga de eliminar cualquier injusticia vista por ella, no solo eso, el corte en la espalda es más fino que lo demás, perteneciente a una daga de aproximadamente unos veinticuatro centímetros y un filo que podría cortar un músculo tenso con facilidad.

—Es un hecho, ¿no es así?— el mayor asintió ante la pregunta.

En esa habitación estaban ya reunidos todos los que conformaban "Lord of crime" o casi todos. La puerta fué abierta abruptamente por un hombre rubio de ojos azules, quién solo sonrió y sin decir alguna palabra se sentó junto a Fred, un jóven que igual era miembro de esta organización. William sonrió, ahora que estaban todos ya podía comenzar.

—Pronto Londres caerá en la locura y el gobierno empezará a buscar desesperadamente los causantes, al referirme al gobierno, estoy hablando de Mr. Holmes, Mycroft Holmes.— Albert, el hermano mayor solo asintió. Sabía que su hermano tenía la razón, los Holmes tenían una posibilidad de  haberlos descubierto ya si no fuera porque el menor de los Holmes se encontraba fuera, dejando Londres sin tiempo de regreso, pues poco se sabía de Sherlock Holmes.— Necesitamos a alguien más.

Cuando William dijo eso, los rostros de todos quedaron sorprendidos, Jack era el único quién no había gesticulado, Albert quién había mantenido cerrados los párpados, los abrió y miró con sorpresa a su hermano puesto que el esperaba que la reunión fuera para idear algún plan, Moran tenía el ceño fruncido, Fred estaba confundido y Bond solo sonrió, presintiendo quién podría ser.

—¿A qué te refieres William?— preguntó está vez Moran, inquieto por saber que era eso que el mencionado tardaba tanto en decir.

—Recordaran el caso del Conde Bradford y Desmond.— Todos asintieron.— También a Madame des enfers, la señorita Russell tiene el mismo ideal pero se que sería un peligro si la integramos tan rápidamente, para ello necesito hablar con ella.

—Realmente es inteligente.— resopló el coronel y Bond sonrió.

—Ni hablar, es una mujer fuerte. Te dije que no te dejarás llevar pero igual caíste en su trampa.— habló Bond, recordando ese día en el bar.

—Bond está en lo correcto. Contactarla será complicado.

—Es por ello que lo he ideado ya. La señorita Russell estará el día de mañana en The Mall, una fiesta de antifaces que se llevará acabo ahí , buscando al militar Han, su próxima víctima. Bond se hará cargado de darle una nota, cuya nota será escrita por mí, guiándola hasta la salida trasera. Moran y Fred se encargarán de distraer a los militares desde afuera y mis hermanos desde adentro. Madame des enfers es capaz de ignorar la carta e irse, ese es uno de los problemas pero si es que es el caso, Jack tomará al militar Han, teniendo nuevamente su atención.

Escarlata | W. James MoriartyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora