Capítulo 9 | Caso de Durham

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Parte I ♤

Los jardines de la casa de Durham eran cálidos, cálidos a pesar de que él viento corría fríamente. Lilith había decidido pasar la parte de su tarde admirando el atardecer y las flores qué Fred cuidaba. Según Louis, Fred venía de vez en cuando a darle un cuidado. Pero aún con todo ese paisaje frente suyo, el sol comenzó a ocultarse y la noche cayó y con ella sus pensamientos amargos .

A veces era así.

Sacó de su bolsillo su encendedor, no era de fumar, realmente odiaba el olor qué producía, pero calmaba sus pensamientos y recuerdos. Prefería mejor eso. Encendió uno de tres qué le quedaban, dió una calada y dejó qué humo se lo llevará el viento. El cigarro reposara en sus labios como algo amargo.

Seguiría sumergiendose en su dolor si no fuera porque lo escuchó llegar.

—Los jardines son hermosos de noche.

—Fred hace un buen trabajo.— dijo ella.

Él también había sacado un cigarro. Era como una reunión para fumar y hundirse en penas.

—¿También fuma?

—De vez en cuando.

—Pero no le gusta, ¿cierto?— William retiró el cigarro de sus labios y la observó— Hace una pequeña mueca cuando el humo sale. Pero no lo juzgo, también lo hago, para despejar un poco todo.

William sonrió, pero apenas y era visible

—Es un satisfactorio el hacerlo.

Después de aquello hubo un silencio , para nada incómodo o sofocante. Simplemente tranquilidad pero se destruyó cuando ella habló.

—Buena clase, por cierto.  No pude evitarlo y me quedé a cada una de ellas, está vez con otra apariencia. Sería un lío ir como la última vez.— decía Lilith, con una pizca de tono burlesca.

William está vez si sonrió.

—Fue un poco difícil deshacer todo rumor, aunque, aún así logré reconocerla. Las gafas le sentaron bien.

—Tenía que aparentar ante todo. Pero ahora lo he visto en acción, sí, llamemoslo de ese modo.

—¿Se quedará más tiempo aquí?— preguntó William, con cierta curiosidad.

—Durham es un lugar bastante tranquilo.  Además, el coronel y Bond lo tienen todo controlado en Londres. Supongo que me quedaré hasta que termine sus clases. Y se que se puede confiar en ellos, en cada caso que realice con ellos lo noté. Entiendo su tranquilidad.

William asintió.

—¿Continua con lo de Jeffries? He visto los periódicos, al igual que la he visto irse noches enteras.

—Es un red grande, pero se lo dije en nuestro acuerdo, no se entrometería en Jeffries, es algo que tengo que resolver por mi cuenta.

La charla iba a continuar si no fuera por los golpes rudos qué alguien estaba dando a la puerta principal, era como si quisieran tirarla. Definitivamente la persona estaba desesperada por entrar.

Lilith y William corrieron para llegar a la puerta. Pero Jack, Fred y Louis ya estaban ahí.

Louis tenía a una mujer en sus brazos, se estaba desvaneciendo y de su brazo caía sangre. Estaba herida y pálida.

Jack se había encargado de subirla a una de las habitaciones, Fred de investigar los alrededores de la casa junto con William, Louis y Lilith se encargaban de ayudarla. Al parecer, tenía heridas por todo el cuerpo.  Era como si mientras intentaba huir de algo o alguien, se hubiera caído repetidas veces.

Escarlata | W. James MoriartyWhere stories live. Discover now