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Culpa: "Responsabilidad o causa de un suceso o de una acción negativa o perjudicial, que se atribuye a una persona o a una cosa."
Esa era la definición de culpa según Google, pero no era el sentimiento que James sentía. Era algo diferente, algo más íntimo.
Siempre había sentido culpa por su pasado sangriento, pero el día que lo descongelaron en Wakanda, fue suficiente para hacerle recordar eso que el tanto había estado tratando de olvidar. El simple hecho de poder revivir ese momento, hace que James deje de respirar por unos segundos. Su mente siempre ha sido un sin fin de puertas, algunas abiertas y otras cerradas con llave. Pero esa puerta estaba cerrada, esa puerta estaba cerrada con candado y con 5 cerraduras.
Y cuando finalmente, después de casi 80 años, pudo abrir la mayoría de las puertas para poder recordar toda su vida, esa puerta también se abrió. La única puerta que le había llevado años cerrar y enterrarla en lo más profundo de su memoria. Steve trato de ayudarlo a olvidar esa experiencia, trató de ayudarlo a dormir después de sus pesadillas y trató de sacarlo de sus pensamientos con cualquier cosa que se le ocurriera. Pero nunca logró hacerlo.
'Ayuda' gritaba la voz perteneciente a la mujer castaña que recurría la mente del soldado. 'Ayuda' era el grito que volvía permanentemente a su cabeza para repetirse una y otra vez. 'Ayuda' fue la última palabra que ella pudo decir antes de que sus ojos perdieran el mismo brillo de siempre, o al menos así lo veía James.
Pero eso no era lo único que James recordaba de esa horrible experiencia. No, todo lo otro era 10 veces peor. Las luces, las sirenas, los gritos...la sangre.
-¡James! ¡James, por favor. No quieres hace esto!- Pisadas fuertes que pasaban por arriba de todos esos cuerpos carentes de vida, podían oírse yendo a por la chica.
-¡James!, tu nombre es James Buchanan Barnes, pero todos te llamamos Bucky. Naciste el 10 de marzo de 1917. Tu mejor amigo se llamaba Steve Grant Rogers. Yo soy...- Antes de que la castaña pudiera terminar, el soldado no dudó en noquearla justo contra una pared.
Aunque afuera de ese escenario, James está removiendose incomodo por toda su cama, tratando de dejar esa pesadilla atrás. Aunque el sabe que no puede, el sabe que no podrá.
-...lyublyu tebya, my soldat.- <te amo, mi soldado>
Rápidamente James se incorporo en su cama, sintiendo pequeñas gotas de sudor caer desde su frente. Su cabello estaba desordenado, y algunas mechas estaban mojadas por el líquido. Su respiración era agitada. Sus pulmones rogaban por aire después de esa escena traumática, que lo dejaba igual de helado todos los días. Sus ojos bien abiertos mirando atento para todas partes, paranoia era la palabra para todo eso. Pero era algo más complejo.
Su boca estaba seca, algo lo cual pudo solucionar tomando agua del vaso que estaba en su mesa de noche. Como todas las noches, se va a la cama esperando que nada vuelva a ocurrir. Pero todos sabemos que eso no será posible. Su respiración se calma a la vez que el se deja caer en su cama nuevamente, sabiendo que el infierno al cual el llama mente, lo espera una vez más.
-¿otra vez?- James sube su mirada para poder ver a su mejor amigo en el Marco de la puerta.
-¿cómo supiste?- el Soldado del Invierno soltó un suspiro sarcástico después de la pregunta. -gritaste- James se recostó por segunda vez en su almohada y cama, queriendo escuchar el sermón de Steve, 'tal vez así no dormire' fue un pensamiento fugaz que paso por su cabeza, el cual estaba teniendo sentido en su momento.
-Buck, en serio, pienso que necesitas hablar con alguien de esto. Te está afectando.-
-no me jodas, Sherlock- pudo escuchar claramente la palabra 'lenguaje' después de que el abriera su boca. Sabia que Steve solo trataba de ayudar, pero solo que James no sabía como cooperar. -es algo tan...frustrante.-
-Lo sé...- la paciencia de James estallo en ese momento, Steve no sabía nada, nada. -no, no lo sabes, no sabes lo que es tener que soñar cada noche con un maldito recuerdo que te dejo marcado el resto de tu vida. No tienes que lidiar con la pérdida de memoria y el estrés de tratar de encajar aquí. Eres el Capitán América, el héroe de América. ¿Pero te haz preguntado cómo es estar en mi lugar?. Los niños huyen al segundo que me ven por todos los daños que cause. Nadie de aquí piensa en confiar en mi para una misión, o cualquier cosa. Soy un monstruo para todo Nueva York y para todo el mundo. Así que no digas que sabes-
Steve dio una mirada fría, la cual solo ocultaba el dolor que sentía al ver a su amigo así. James se sentía mal después de haber dicho todo eso. Pero no se disculpara, era lo que el sentía. -yo también perdí al amor de mi vida- la imagen de Peggy, vino a la mente de Steve. El sabía por lo que estaba pasando Bucky, está bien, tal vez el no sabía exactamente cómo se sentía, pero sabia como era perder al amor de tu vida. James se quedó callado ante esa frase. James sabía el dolor que sentía Steve por no poder haber llegado a tiempo para su último baile, pero su confusión y curiosidad eran muy grandes.
-algo que me ayudo demasiado fueron mis amigos, ellos hicieron que mi vida esté completa otra vez. No nos olvidemos de ti.- Los dos amigos sonrieron ante los recuerdos que comparten, aunque uno de los dos se sentía perdido y un tanto desconcertado, era un buen ambiente.
-buenas noches Buck- dijo Steve antes de cerrar la puerta para dejar la habitación nuevamente a oscuras.
James se acostó y arropó en su cama, algo renovado de su sueño gracias a la charla con su mejor amigo.
Aunque algo seguía carcomiendo su cerebro poco a poco. Como sabía Steve de quien estaba hablando, si James nunca mencionó una chica?.
