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Amor platónico con Peter. ------------------
-¡Hola!,- salude entusiasta a la mujer enfrente de mi. -vine a ver al castigado, y con ver me refiero le traje todo lo que nos dieron en la escuela-
May levantó una ceja mientras trataba de suprimir una sonrisa, estaba tratando de verse sería.
-¿en serio? Ese no era el trato-
Levante y baje los hombros con una mueca de inocencia.
- el profesor Clarke me dijo que se lo trajera, ya que la próxima semana hay examen de álgebra,- May seguía viéndome con duda, aunque esta vez dejaba su sonrisa visible-¿Te he dicho que tienes una hermosa sonrisa?-
-no trates nada, Tn. Y si, si me has dicho que mi sonrisa es linda, pero sin embargo, muchas gracias- Sonreí levantando mis dos cejas mientras movía mi bolso de un lado a otro, dándole a entender la situación. -Está bien. Te dejaré darle tus apuntes, pero espero que le hagas ayudarte a entender quimica.-
-claro que si, señorita. Con permiso-
Entre al apartamento como si fuera mi hogar, bueno, desde mi punto de vista, este lugar era más como mi casa que mi propia casa.
-¡Peter! Una invitada especial esta aquí,- dejé mi abrigo en el perchero junto con mi gorro. Después entré a la cocina y abrí con pesadez la nevera. -¡y tiene hambre!-
Le di una mirada de reojo a May, y cuando se dio vuelta hacia a mi, tomé su jugo de mango y lo tomé apresurada. May jadeo abriendo su boca en forma de 'o' y viéndome con sorpresa.
-corrección May: tenía sed, no hambre- la mujer vino hacia mi con su dedo índice apuntandome.
-vas a ser la muerte de mi, ¿sabias?- Le sonreí cariñosamente abrazándola por los hombros.
-yo también te quiero mucho, May-
Cuando estaba por fijarme que había en más allá de lo que veía, sentí como alguien bostezaba ruidosamente.
-hola, Tn- Me gire hacia Peter para segundos después encontrarme riendo de mi vista. -¿por qué te ríes?-
-Pet, todavía tienes la almohada pegada a la cara. ¿Cuánto dormiste?- Peter se quedó en su lugar pensativo. Pobre chico, falta dos días a la escuela y ya parece drogado.
-recién desperté, pero cerré los ojos a las 5 o 6- Abrí mi ojos sorprendida. Por qué te quedarías tanto tiempo despierto si puedes dormir.
-¿por qué?-
Peter solo sacudió sus hombros dándome a entender que no había problema. Entonces vino hacia mi y tomó el pedazo de pan que había agarrado solo segundos antes.
