「𝗖𝗞」Con apenas diez años de edad, Jeon Jungkook tenía tres amores en su vida; sus padres, su caja de doscientos colores, y su hermano mayor Seokjin.
Oh, Seokjin, ¡cuánto adoraba Jungkook a su hyung! De grande quería ser como él, y le gustaba imita...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Namjoon pedía un receso. Quería que la vida se tomara un break mientras él se dedicaba a analizar todo lo que estaba aconteciendo. Su madre siempre le dijo que en algún momento se iba a dar cuenta que debía creer en Dios, más allá de sus propios deseos de verlo entrar en la religión, era más para que, cuando sintiera que nada tuviese sentido, buscara apoyo en ese Ser omnipotente.
Es decir, que hablara con Dios y se desahogara. Tan sencillo como eso. Hwasa hablaba de Dios como un amigo que siempre está para tí, que te escucha, y que actúa, no a tu conveniencia, sino a como necesitas que actúe.
Él, —por supuesto— veía aquello como algo innecesario, ¿qué podía encontrar con hablarle a la "nada"? Exacto; nada. Sin embargo, en una actual posición, solo tenía una pregunta que hacer.
Dios, ¿de verdad tú me estás haciendo padecer por todo esto?
Vamos, que puede, solo quizás, estar haciendo de algo pequeño una cosa abismal, ¡pero era demasiado para el poco tiempo! Un día se entera que su hermano le gusta un chico, y simultáneamente se entera que el pasante de su novio, uno al que le había tomado algo de cariño, —cariño que se fue a la mismísima mierda, por obvias razones— le confesaba sin una pizca de arrepentimiento que estaba enamorado de su novio.
Es que aún se acordaba, y la falta de descaro en ese niño le deja impresionado.
Entonces bien. Aún no había terminado de asumir lo de Taehyung, queriendo encontrar la postura perfecta para ayudar a su pequeño hermano, cuando viene este mocoso sinvergüenza a decirle que amaba más a Seokjin que él. ¿¡En serio!? ¿¡puso en duda su amor por Seokjin!? ¡Namjoon no había terminado de conocer a Seokjin cuando ya lo estaba amando! Juraba ser capaz de levantarse ya mismo de la mesa y correr a darle unas buenas trompadas al muchacho para hacerlo entrar en razón. ¡Es que lo dejó tan sorprendido que ni chance le dió para reaccionar y mandarlo a comer mierda!
—¿Joon, estás bien?
Namjoon espabiló, y soltó el tenedor que apresaba con fuerza entre su mano. —Sí, cariño, todo bien.
Seokjin lo miró con algo de duda, pero no emite opinión alguna, siguiendo con la comida que habían pedido. Desde hace rato que mira a Namjoon estar extraño; a penas y le contesta, no le presta atención a lo que habla, se queda mirando por la ventana mucho tiempo, y de la nada se pone serio. Esperaba que él voluntariamente le comentara sus problemas, pero no recibía información alguna, así que preguntó, pero tampoco obtuvo nada. La última vez que se habían visto era cuando fueron a almorzar con los chicos, y aunque eso fue hace un par de días, lo había extrañado. No se ven muy a menudo que digamos, y los mensajes y llamadas no son suficiente. Sin embargo, era consciente, y no se pondría a exigir demás.
Aunque le gustaría otra cosa.
—¿No te gusta la comida? Haz probado muy poco —hizo una mueca—. Te había dicho para prepararte algo en casa, pero preferiste comer fuera.
