49 ⌗ Confesiones ೃ࿔

3.6K 562 321
                                    

Miró por la ventana y sonrió al mirar la carpa al frente de la cabaña, sabiendo que posiblemente dentro estarían los chicos desparramados durmiendo como si sus vidas dependieran de ello

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Miró por la ventana y sonrió al mirar la carpa al frente de la cabaña, sabiendo que posiblemente dentro estarían los chicos desparramados durmiendo como si sus vidas dependieran de ello. El reloj marcaba las ocho de la mañana, y él se había levantado hace rato dispuesto a recibirlos con un buen desayuno en compensación por su falta la noche anterior. Sonrió mientras picaba los alimentos, recordando en la noche. Dejar las cosas claras con Namjoon era algo que realmente necesitaba; eliminar aquellos pensamientos erróneos lo había dejado con una sensación de paz en su ser, y la forma en que terminó todo fue la guinda del pastel.

Sabía que eso último era innecesario, y más aún inadecuado encontrándose en ese lugar con los chicos cerca, pero se dejó ir, y no iba a negar que había disfrutado de todo. Sus mejillas se sonrojaron, y una sonrisa boba salió de sus labios involuntariamente. Había dejado a Namjoon dormir otro poco, y él, con el reloj biológico que tenía, se había levantado listo para empezar el día.

La puerta de la entrada se escuchó abrir, y dirigió su vista hacia el lugar, mirando con gracia a Yoongi que venía rascando su ojo y con claros signos de que acababa de despertar. El pálido entró a la cocina, directamente al refrigerador para tomar la botella con jugo de naranja y beber de la misma.

—Yoongi, para eso hay vasos. Todos vamos a beber de tu saliva ahora —reclamó sin mucho afán, volviendo a concentrarse en lo suyo. El recién nombrado dió un último trago, y miró a Seokjin con una ceja en alto. Dejó el frasco dentro de la nevera, y no lo pensó mucho cuando levantó su pierna, dando una patada en el trasero de Seokjin—. ¡¡Ah!! ¿¡qué te pasa!?

—¡Son unos malditos! —gruñó, ahora soltando un puño en el brazo de Seokjin—. ¡Se ponen a coger y me dejan a los niños a mí, par de sinvergüenzas!

Seokjin se sonrojó de inmediato, y se cubrió para evitar los otros golpes que estaban llegando a él. No eran fuertes, Yoongi jamás lo lastimaría, pero estaba siendo constante y ya comenzaba a fastidiarlo. —¡N-no se suponía que haríamos nada! Simplemente se dió...

—Ay, simplemente se dió... —Yoongi detuvo sus golpes, mirando con lástima a Seokjin. Una que duró muy poco y acompañada de un nuevo golpe—. ¿¡Y acaso no podías negarte!? ¿¡te domina el culo o qué!?

Para este punto Seokjin solo comenzó a reír, tapándose de los golpes que aún recibía de Yoongi acompañados de indignados "y encima te ríes, desgraciado". Cuando la energía del más bajo acabó, y los golpes obviamente habían acabado, se dedicó a mirar con reproche desde su asiento encima de la mesa a Seokjin hacer el desayuno. Había notado el bajo ánimo de su amigo los últimos días, y parecía que todo estaba mejor ahora, y se sentía feliz por eso, lo admitía, pero lo que no iba a tolerar era a esos dos idiotas cogiendo en ese lugar mientras él estaba en completa sequía y cuidando a los mocosos. Ese era un viaje para descansar, no para ser niñera de los puertos mientras esos dos hormonales estaban de luna de miel.

—¿Los chicos siguen allá afuera? —inquirió, al tiempo en que le ofrecía una mandarina.

—Subieron a su habitación desde temprano —respondió, tomando la fruta—. Como desde las seis están allá arriba. Les entró algo de frío y los mandé a entrar.

𝗖𝗘𝗟𝗢𝗦𝗢 KOOKIE ៚ 𝗧𝗔𝗘KOOK & 𝗡𝗔𝗠JINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora