Cuartos Oscuros |One Piece

Capítulo 9 - Brook

Brook estaba de pie en el claro de la cubierta del barco, solo con la puesta de sol más allá de la cabeza del Thousand Sunny. Con el violín, tocó lentamente una vez más, Binks Sake, mudo y delicado, como una canción de cuna de luto.

Su mente se había desviado a los días en que actuaba como Capitán a bordo del Barco Pirata Rumbar, comparando los días felices entre ellos y la tripulación del Sombrero de Paja. Era un escenario similar. Tal como lo había hecho antes, tocó la memorable melodía solo, afligido por otra pérdida.

Brook había perdido tantas cosas en su vida.

Había perdido un lugar cómodo con su querido amigo Laboon. Había perdido... había perdido a su Capitán. Había perdido a su tripulación. Perdió la vida. Perdió la cordura. Había perdido 50 años de su vida renovada. Incluso había perdido su sombra.

Pero luego llegó Monkey D. Luffy. Y lo recuperó todo de nuevo. Su sombra fue redimida. Su tiempo estaba mejor desperdiciado. Estaba feliz una vez más. Gracias a Luffy, pudo vivir una vez más. Su nuevo Capitán le concedió permiso, no, su salvador, para disfrutar el tiempo que tenía con su nueva tripulación. Luffy incluso dejó que Brook tuviera la oportunidad de cumplir su promesa con Laboon.

En ese mar oscuro, solitario y brumoso, Luffy había brillado tanto.

¿Dónde... dónde estaba esa luz ahora?

Los dedos de Brooks temblaron cuando dejó caer su instrumento musical. Estaba tan silencioso aquí, un sonido silencioso tan familiar.

Era como si lo hubiera perdido todo de nuevo. Y lloró. No había llorado tanto desde la muerte de Luffy; estaba cansado de todo.

Pero el agua comenzó a desbordarse, corriendo como una cascada mientras entraba y salía de su rostro estructurado como un esqueleto.

"¡Luffy-san! ¡Luffy-san!" Brook levantó los brazos hacia el cielo sobre él y se lamentó. "Luffy-san, ¿dónde estás?"

Sin darse cuenta de Brook, Luffy estaba más cerca de lo que pensaba. Luffy se sentó en los asientos alrededor del mástil, con la mano agarrando la parte superior de su Sombrero de Paja que estaba sobre su cabeza.

"¡Nunca sabrás, Luffy-san, lo agradecido que estoy contigo! ¡Me salvaste! ¡Me salvaste! ¡Luffy-san, te debo mi vida! Mi vida estaba en tus manos, y sin embargo... y sin embargo tú eres el que murió en mi lugar". Brook detuvo su discurso por unos minutos, su dolor le dificultaba hablar. "¡Gracias, Luffy! ¡Muchas gracias! Si la muerte es como la recuerdo, entonces deberías estar en paz al menos. Aunque alguien como tú, estoy seguro de que odias la paz, ¿no es así?" ¿Capitán?"

Luffy sonrió a sabiendas debajo de su sombrero.

"Esperaba poder pagarte haciéndote convertirte en el Rey de los Piratas. Sin embargo, te pagaré de manera diferente ahora. Leí en el diario de la nave sobre tu reunión con Laboon. Le prometiste lo mismo que nosotros, le prometiste tú también regresarías. Luffy-san, te... has ido. Así que en tu lugar, ¡saludaré a Laboon en tu nombre! Le contaré historias del chico del Sombrero de Paja que nos salvó a los dos de la soledad. y ¡pérdida! Él sabrá... sabrá que fuiste TÚ quien me trajo de vuelta, que me enviaste porque no pudiste venir... ¡él sabrá...! Ahogado por las lágrimas, Brook cayó de rodillas.

"Luffy-san... ¡GRACIAS, LUFFY-SAN!"

El chico esbozó una cálida sonrisa, una sonrisa que podría haber consolado a cualquiera, si alguien hubiera podido verla.

Luffy estaba empezando a recordar lo que era estar realmente solo. Ni una sola persona sabía que estaba allí. Si no hubiera muerto, estaba seguro de que todos habrían estado sentados afuera, riendo y festejando, bebiendo y celebrando su regreso. Entonces, mientras Brook hablaba, Luffy entendió con tristeza.

No iban a estar juntos de nuevo. No iban a reírse de nuevo, o celebrar nuevas aventuras entre ellos, ya no. La incorporación de Brooks a la tripulación sería su última celebración.

La idea hizo que Luffy sonriera con tristeza: fue una gran fiesta. Tanta gente, la gran comida de Sanji, ganando un nuevo nakama, incluso Zoro durmiendo como siempre. Luffy guardaría estos recuerdos muy queridos para él, agrupados como un tesoro cada vez que mira dentro de su sombrero de paja. Recordando los días que vivió.

Brook se levantó, se compuso una vez más y se sentó en los asientos alrededor del mástil, justo al lado de su Capitán. Observó cómo se ponía el sol, hundiéndose en el océano, ahogando su luz. Como Luffy... como... como...

Brook se durmió. Aunque esta vez, no eran pesadillas lo que tenía, sino una celebración. Todo el mundo estaba allí, su antiguo Capitán bebiendo meáricamente, su tripulación interpretando música a todo volumen en la noche mientras una ballena bebé gemía desde el mar debajo. Su nuevo equipo también estaba allí, bailando con todos los demás. Y Luffy, él estaba allí. Estaba justo al frente, parado frente a Brook con su mano extendida hacia él.

"¡Oi Brook, vamos! ¡No te quedes ahí parado mirándonos divirtiéndonos, vamos!"

Por ahora, Brook olvidó que era un sueño. Quería volver a ser feliz con todos, al menos hasta que despertara y tuviera que enfrentar su pérdida nuevamente, como solía hacerlo. Rematando su sombrero, caminó hacia la fiesta.

"¡Yohohoho! ¡Sería un placer, Luffy-san!"