Capítulo10

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 Pasaron dos meses desde que Shen Jiu descubrió que su Da-ge, Yusheng, seguía vivo.

Dos meses en los que no habían ocurrido más asesinatos. Shen Jiu se lo atribuyó a que ahora tenían conocimiento de su apariencia física.

Bueno, al menos de su Da-ge. El otro hombre pudo mantener su rostro oculto.

Shen Jiu pensó que estarían planeando su próxima jugada, pues creía que aún había más involucrados en la masacre de su familia o aquellos que le hicieron daño a su Da-ge.

Shen Jiu quería salir a buscarlo, pero sabía no tenía sentido. Para empezar ¿Por dónde empezaría?

El mundo del cultivo los estaba buscando desesperadamente, pero como no había más cuerpos quemados, no tenían idea de a dónde ir. Según Mobei-Jun, lo más probable es que se estuvieran escondiendo en el Reino Demoníaco ya que ha estado bastante activo.

Desde la caída de Tianlang-Jun, varios demonios han tratado de tomar el control de todo el Reino.

No hace mucho un nuevo estandarte se alzó. Nadie sabe de quien es, pero ha logrado someter ya a varios clanes demoniacos.

Para un cultivador, ir a las tierras demoniacas en estos momentos era buscar la muerte y si su Da-ge se escondía ahí, era en efecto el lugar perfecto para no ser encontrado.

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Con la ayuda de Ning Yingying, Ming Fan e, incluso, Shan Qinghua pudo organizar las cosas con mayor rapidez.

Shang Qinghua era el único de los señores de Cumbre que sabía de las intenciones de Shen Qingqiu de dejar la secta. Incluso le recomendó que solo dejara una nota en la cabaña y se fuera sin decir palabra. Creía que, de no hacerlo de esa forma, Yue Qingyuan haría lo posible por retenerlo.

Shen Qingqiu sabía que tenía razón.

Desde que regresaron y Yue Qingyuan fue informado del altercado con los responsables, el líder se vio preocupado porque la información se diera a conocer a las demás sectas. Así que, en su estupidez, trató de mantener a Shen Qingqiu en su cumbre lo más posible.

Shen Qingqiu complació a Yue Qingyuan mientras lo mantenía en la ignorancia de sus planes por dejar la secta que nunca fue su hogar. Ni siquiera ahora que todos lo trataban con cierto respeto debido a aquella maldita culpa.

Todos ellos podían irse a la mierda.

Al menos le reconocieron esta vez que le salvó la vida a Liu Qingge y no lo acusaron de estar coludiendo con los responsables.

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En ocasiones, Yue Qingyuan lo visitaría y sacaría el tema de lo que aquel hombre de negro hizo. Shen Jiu solo le respondería lo mismo una y otra vez. Que ellos tenían objetivos en específico y que lo que deberían de hacer es investigar a las víctimas para así poder ver el panorama completo.

Lo escucharon, pero duda que le hayan dado la debida importancia. El velo en sus ojos era demasiado grueso.

No podía decirles que aquel joven era su Da-ge, por ende, confesar que aquellos a quienes mató estaban involucrados tanto en la masacre de su familia, como en el posible encierro de su Da-ge. Solo les estaría dando razones para que pensaran que estaba involucrado.

No importaba. El día en el que dejaría la secta estaba cerca y entonces, solo entonces, se dedicará a buscar a su Da-ge o al hombre de negro, con la disposición de ayudarles en lo que sea que hayan planeado sin importarle al final ser visto como un traidor por el mundo de la cultivación.

Mi pequeño BaoziWhere stories live. Discover now