Destinados ©

💙Capítulo 17💙

Ya ha pasado un mes desde aquella noche, aún sigue pensando de que tuvimos sexo. Que ingenua me encanta ver lo tímida que puede llegar a ser, a veces se sonroja con las cosas que le digo y otras me manda a tomar por culo, tiene una personalidad muy especial.

En la empresa vamos a empezar con la construcción del hotel de el viejo y ese ignorante niñato que se creen los reyes, pero alegremente los que nos van a dar una buena cantidad de dinero.

Tenemos que viajar hacia Francia, Paris la ciudad del amor. Es allí donde se hará el hotel pero antes debo ir a inspeccionar el lugar, ver el espacio y la tierra donde construiremos. De ahí le pasaré los datos a mi hermano mayor para que haga el croquis y esa pila de rayas que él hace para guiar a los trabajadores.

Mi padre me ha llamado y hemos cenado, le había prometido que esta vez iría a verlo más a menudo y no estaba cumpliendo mi promesa ya que no me pasaba por la casa y solo lo veía algunas veces en la empresa.

Salgo del auto y me dirijo hacia la oficina de
Brian para ajustar todo para el viaje de mañana.

—Buenos días.—saludo al entrar.

—Nunca perderás la mañana de entrar sin tocar. —dice rodando sus ojos.—Buenos días.

—Pasaba a ver los detalles para el viaje de mañana. —me siento.

—Bien, el avión saldrá a las siete y media de la mañana...

—¿Y por qué tan temprano?—lo interrumpo.

—Porque el viaje será a esa hora y punto. —dice molesto.

—Vale como tú digas.—me rindo.

—Bien, continuo.—me mira de reojo.—Se hospedarán en el hotel nuestro del centro de la ciudad.—me comunica, amo ese hotel.

—¿Hospedarán?—indago.

—Si, tu y Ada acaso piensas ir a algún lado sin tu secretaria.—alza una ceja.

—Umm.—me muerdo el labio solo de pensar que estaremos a solas.

—Ya sus dos habitaciones han sido reservadas para ti la que da a la torre Eiffel y para ella la que continúa después de la tuya.—sonrío pero no por lo de que tendré la mejor vista sino por la idea que acabo de tener.

—Tienes el número del hotel, me gustaría tenerlo.

—Por supuesto en un rato de lo envío. —debes llevar todo lo necesario para medir el terreno y calcular si es el lugar indicado para construir un hotel.—me molesta que me diga lo que tengo que hacer.

—Se bien cuál es mi trabajo Brian.—digo levantándome de la silla.

—Me ha dicho padre que han cenado juntos.

—Así es. ¿Estas celoso?—me burlo.

—Para nada.—se acomoda la corbata.—Te queda poco tiempo espero encuentres una buena esposa aya en París.—ahora es él quién se está burlando de mi.

No le respondo solo salgo de su oficina directo a la mía, al llegar ella ya está ahí. Ni siquiera la saludo Brian me ha puesto de mal humor ya había olvidado el tema del casamiento, de milagro mi padre no lo tocó el día que cenamos juntos.

—Alguien tiene un mal día.—habla la castaña.—Saluda, no dormiste conmigo.

—Ya quisieras que hubiera dormido contigo.—suelto una sonrisa casi sin ganas. 

—No empieces es demasiado temprano para tener que mandarte a la mierda.—exclama sacando su dedo de en medio.

—Mañana volaremos a Paris.—le comunico antes de que se me pase.

—¿Tú y yo?—se pone la mano en el pecho y me mira confundida.

—Si claro, iremos a ver el lugar en el que posiblemente construyamos el hotel.—le explico.

—Vale y no podías avisarme antes.—me reclama.

—Lo siento fui informado anoche mismo.—dejo que mis músculos se relajen.

—Entiendo.—miro la hora en mi celular.—¿Necesitas que te ayude en algo?—niega.

—¿Tienes algo que hacer? —asiente.

—Quería pedirte el día libre para comprar una que otra cosa que necesito. —me lo pienso por un minuto.

—Puedes irte, de todo modos no es que podamos hacer mucho hoy desde aquí.