Ser omega en un mundo dominado por Alfas es extremadamente difícil.
JongIn es un omega que apenas puede sobrevivir solo, la mayoría del tiempo evita a los imponentes Alfas.
Pero el destino le tiene preparada una terrible sorpresa... Está destinad...
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ΑΩΑ
Con un suspiro, JongIn cierra la ventana de su clase en línea, no es tan malo después de todo. Trabaja con tranquilidad y los maestros le explican de manera particular, quiere agradecerle a Chanyeol por ésto más tarde.
Ahora, va a dedicarse a hornear un pastel. Hace unas semanas, cuando estaba todo bien con Sehun, le prometió que le haría un pastel por su graduación, le hubiera encantado estar ahí, pero eso no iba a ser posible. La madre de Sehun y Luhan son quiénes lo acompañarían, sería sólo una molestia en aquel evento. Pero es alguien que le gusta cumplir sus promesas, así que, pondrá manos a la obra.
En un bowl coloca harina, azúcar, polvo para hornear, dos huevos y mantequilla, empieza a batir y poco a poco va agregando leche, unas gotas de esencia de vainilla, y sigue batiendo hasta queda una mezcla homogénea. En un molde previamente engrasado, esparce toda la mezcla, y lo lleva al horno ya pre calentado.
Mientras se hornea. Prepara la crema dulce para la decoración, y un poco de budín con fresas frescas para el relleno. Pone un poco de música, se siente muy feliz haciendo algo para el alfa, aunque a veces se siente molesto con él por haberlo dejado, no puede evitar pensar y preocuparse por él, después de todo, Sehun desde el inicio lo trató con cariño.
El timbre de el horno suena, y JongIn toma unos guantes para no quemarse, y sacar el molde con el pan ya listo.
- Mmmh...delicioso- dice feliz.
Deja que se enfríe para posteriormente desmoldar y poder decorar.
Termina de darle unos últimos detalles, se fija en la hora, y aún hay tiempo de llevarlo, sin que nadie lo pueda ver.
Decide usar las escaleras, en fin que son sólo dos pisos abajo, no quiere correr el riesgo de ser atrapado por Sehun y su prometido. Entra al departamento, por suerte sigue teniendo la misma clave, y deja el lindo pastel sobre la isla de la cocina.
Observa una última vez su pequeña obra culinaria, su primer pastel horneado y se siente satisfecho. Éstos alfas lo han hecho hacer cosas que nunca se imaginó que haría algún día. Y eso le hace darse cuenta que, ya están muy dentro de su corazón. Lástima que Sehun ya no puede ser parte de él.
No sabe en que momento se puso tan sensible, que ya tiene algunas lágrimas escurriendo por sus mejillas, las limpia rápidamente, y sale del departamento. Está apunto de presionar el botón del elevador, cuando se escucha que este se detiene, imaginando quienes pueden ser. Corre a esconderse por el pasillo derecho.
