❝o c h o❞

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Cuando San se despierta, casi grita y se cae de la cama al ver el rostro todavía dormido de Wooyoung a solo unos centímetros del suyo. Después de unos momentos, los eventos del día anterior vuelven a él, y se da unos momentos para respirar profundamente y calmarse de su casi ataque al corazón. Evidentemente, en algún momento de la noche, Wooyoung y él se habían acercado el uno al otro, con las piernas enredadas y las caras casi juntas.

Justo cuando su pulso casi había vuelto a la normalidad, un fuerte golpe en la puerta lo sorprendió y no puede evitar gritar una maldición.

Wooyoung susurra algo inentendible y se acerca a San, con la cabeza apoyada en el pecho del hombre más pequeño, y levanta un brazo para frotarse los ojos.

Irene abre la puerta y asoma la cabeza en la habitación, con una expresión de puro afecto en su rostro al ver la forma en que Wooyoung se ha acurrucado contra San.

─Oh, qué lindo. ─ Ella murmura y encuentra los ojos de San y con una rápida sonrisa de disculpa. ─Solo quería que sepan que el desayuno está listo.

─Bien, Omma. Bajamos en un momento. ─ Gruñe Wooyoung, brumoso, levantando una mano y dándole un gesto de desdén con lentitud.

Sin embargo, tan pronto como oye que la puerta se cierra detrás de ella, Wooyoung simplemente se tapa la cabeza con las mantas y acaricia el pecho de San.

─Uh... ¿Wooyoung?. ─ San dice tentativamente.

Wooyoung de repente recuerda que San está allí, y se aparta de San con un movimiento rápido. ─Perdón. ─ Es todo lo que se le ocurre decir.

San se aclara la garganta y se quita las mantas. ─Creo que simplemente bajaré a desayunar. ─ San dice.

Puede sentir que se sonroja, y no tiene idea la razón de eso, pero sabe que seguro no quiere que Wooyoung lo vea así. Decide esconder completamente su rostro hasta que esté en el pasillo y fuera de la vista de Wooyoung. Camina por el pasillo y está a la mitad de las escaleras antes de decidir que realmente no quiere enfrentarse solo a la familia de Wooyoung, por lo que se apoya contra la pared y espera a que baje.

Cinco minutos más tarde, un Wooyoung de aspecto muy somnoliento recorre los pasillos y trota las escaleras tan rápido que apenas tiene tiempo de notar a San, apenas evitando una colisión total entre los dos. ─¿Qué estás haciendo aquí?.

San se aclara la garganta con torpeza. ─Te esperé. ─ Explica. Se da cuenta de que no hay una forma educada de decirle a Wooyoung que está demasiado intimidado por su familia para desayunar solo con ellos, por lo que decide saltarse esa parte.

─Oh. Bueno, eh... Gracias. ─ Dice, dando una sonrisa vacilante. No está del todo seguro de cuándo él y San pasaron a esta fase un tanto amistosa, pero se encuentra pensando que está contento de que haya sucedido.

─¿Cómo estuvo tu sueño?. ─ San pregunta, desesperado por llenar el denso silencio que se sienta entre ellos mientras bajan las escaleras.

─Bien, uhm... Estuvo bien, sí. ¿Qué hay de tu sueño?. ─ Wooyoung tartamudea incómodo.

─Excelente. Tu cama es cómoda. ─ San dice, pero cuanto más piensa en esa oración, más parece que cruza algún tipo de línea, por lo que rápidamente agrega. ─Quiero decir, um, el colchón es lindo. Buen soporte lumbar.

Luego procede a preguntarse si incluso comprende completamente qué es el "soporte lumbar'' y san mentalmente se patea unas cuantas veces.

Wooyoung hace una mueca, pero afortunadamente llegan a la cocina antes de que él tenga que dar algún tipo de respuesta. Se derrumba en su asiento habitual e inmediatamente comienza a llenar su plato con panqueques, salchichas y huevos revueltos.

─Siéntete como en casa, San. ─ Irene dice, y San obedece vacilante, tomando el asiento vacío al lado de Wooyoung y educadamente llenando su plato con una cantidad normal de comida, en comparación con las porciones del tamaño de Godzilla que Wooyoung se está sirviendo.

─¿Quieres café, San?. ─ Pregunta Daesung mientras se sirve una taza.

San abre la boca para responder, pero Wooyoung la interrumpe. ─Le gusta con 2 cremas y 2 azúcares. Además... Abuela, ¿Tenemos alguno de esos muffins de arándanos que preparaste para la fiesta ayer?. ─ Wooyoung dice, y se levanta de su asiento antes de que Hyuna tenga la oportunidad de responder. Saca un recipiente lleno de ellos y con una sonrisa victoriosa en su rostro, toma la taza de café debidamente endulzado de Daesung y la coloca frente a San. Wooyoung abre la tapa del recipiente de muffins y se lo tiende, lo que le permite a San elegir cuál quiere.

─Gracias. ─ San dice, y por segunda vez esa mañana se ruboriza, aunque no puede entender por qué. Saca un muffin del recipiente y lo mordisquea, y lo toma con su café, y aunque está en una cocina extraña rodeado de gente desconocida, se siente un poco más hogareño para él.

Irene y Hyuna intercambian sonrisas y Daesung las observa con una sonrisa orgullosa mal reprimida, pero ninguno de los dos hombres parece darse cuenta.

─Oh, y creo que todavía tenemos un poco de té de Yorkshire en el armario para ti. Sé que es tu favorito. ─ Wooyoung dice, y parece de alguna manera ansioso, aunque San no puede entender por qué.

─Gracias. ─ Repite San, dándole una sonrisa tímida. Se siente como una jodida colegiala, con todo el rubor y las respuestas incómodas.

─Oh, antes de que me olvide, me llamó Kang Yeosang. Estaba fuera de la ciudad y tuvo que perderse la fiesta de bienvenida, pero se enteró del compromiso e insistió en invitarlos a tomar algo para celebrar. Realmente no me dio la oportunidad de hablar, solo dijo que vendría a recogerlos a ustedes dos alrededor de las seis en punto esta noche. ─ Irene dice, sacudiendo la cabeza con un leve suspiro como si eso fuera típico.

─¡Tengo una idea!. ─ Daesung declara, golpeando su taza en el mostrador ruidosamente.

─¡No otra por favor!. ─ Bromea Wooyoung.

Daesung lo ignora. ─Woo, ¿Por qué no sales con San esta tarde? Hay un carnaval que acaba de abrir en la ciudad. Toma mi cámara, toma algunas fotos lindas, y nos dará algunas fotos tuyas y de San para poner en la casa.

Hyuna asiente antes de que Daesung haya terminado. ─¿Oh por favor?. ─ Pregunta, batiendo sus pestañas y poniendo su mejor cara de suplicante.

─Claro, abuela. ─Wooyoung dice sin siquiera pensarlo (nunca pudo decirle que no a Hyuna).

San suspira y toma un sorbo de su café, tratando de no pensar en el día que tiene que afrontar. Finalmente ha llegado a un terreno ligeramente estable con Wooyoung; hoy, pasarán el día solos en una cita falsa, y este es el punto decisivo para el resto de su "matrimonio".

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