9. Cambios.

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Levi caminaba a paso acelerado hacia el metro. Había confirmado su asistencia con su tío para la audiencia y esperaba que todo fuera más o menos rápido. Una vez dentro del vagón del metro sacó el guion del instituto para seguir estudiándolo y analizando algunas modificaciones para el último episodio antes de la entrega final mientras escuchaba música desde sus audífonos. Cuando quiso cambiar de canción, aprovechó de abrir sus redes sociales solo por mera distracción. Sintió el estómago frío al leer el ya tan conocido perfil de noticias de Erwin Smith en la cual acababan de colgar una foto del actor tomada el pasado lunes con una fan fuera del estudio donde estaban trabajando. Solo asoció que debió haber sido el día lunes por la ropa que llevaba el rubio. El pie de foto señalaba:

"E.S con una fan en las afueras de los estudios 104 donde recientemente comenzaron las pruebas para grabar su nuevo CD drama. Su compañero ya fue elegido, pero aún no se tienen más detalles. Se rumorea que se trata de un joven que recién inicia su carrera como seiyū profesional y esta es su gran oportunidad. ¡Mucho amor y paciencia para E.S!

¿¡Paciencia para Erwin!? Paciencia era la que iba a necesitar Levi para adaptarse a tantos cambios repentinos en su vida sumado a ese compañero de trabajo que se había mostrado tan frío solo por mostrarse profesional ante él. Guardó el móvil y siguió leyendo y rayando en el guion de la universidad mientras leía aunque en realidad ya había perdido el foco de concentración.

Cuando bajó del metro y llegó hasta el edificio de tribunales de familia visualizó de inmediato a Kenny, vestido con su usual abrigo largo y el sombrero negro de ala ancha esperándolo... con Uri a su lado. Se acercó a ambos y el saludo fue bastante cordial, aunque Levi se quedó mirando un poco más al que había apodado en su mente como "el hombre de cristal" y que encima vestía un traje caqui que lo hacía ver aún más pálido y elegante. Levi solo se había puesto una de las camisas que usaba cuando iba al pub, combinado con unos pantalones negros y una sudadera del mismo color. Se sintió poco presentable frente a ambos.

- Te preguntarás qué hago aquí... - dijo Uri con tono afable y sostuvo la mirada de Levi- Kenny me pidió testificar a favor de ustedes en caso de que sea necesario y decir que todo ha estado tranquilo el último tiempo.

- Ah claro. – respondió el pelinegro.

Kenny carraspeó como intentando interrumpir. Levi no era para nada un tonto y sabía que el tema entre ambos iba mucho más allá de lo que intentaban aparentar. Entraron hasta el vestíbulo del tribunal para registrarse y luego caminaron por un amplio pasillo hasta la sala donde tenían la audiencia. Se sentaron a esperar en medio de un incómodo silencio mientras el reloj avanzaba lentamente a las 9 de la mañana. Levi se quedó sentado en una esquina de la banca mientas miraba de soslayo a su tío y a Uri. En eso fueron llamados para ingresar y al entrar Levi recordó automáticamente la primera vez que había estado en un lugar como ese con solo 12 años cuando se dictaminó que, al no haber familiares cercanos, debía pasar al centro de menores. En ese entonces, Kenny no estaba con él, solo una trabajadora social de quien solamente recordaba su cabello liso y castaño. Se sintió triste y un poco incómodo al pensar aquello y rogó con todo su corazón a cuanta deidad recordó en ese momento, que toda esa pesadilla terminara de una buena vez y no volver jamás a pisar un tribunal por ningún motivo.

El silencio permanecía tal cual en la sala. Frente a ellos estaba el estrado donde se suponía que debía llegar un juez, y a cada costado había escritorios apostados. En uno de ellos dos hombres jóvenes revisaban gruesos archivos con documentación y parecían no haber reparado en la presencia de las tres personas sentadas frente a ellos con caras impacientes. Pero en ese preciso momento, una mujer de mediana edad apareció por una puerta lateral y se sentó en el puesto principal frente a ellos. Era la jueza. Llevaba el cabello grisáceo corto y bien peinado y usaba anteojos con marco al aire. Levi no se había puesto lo suficientemente nervioso sino hasta que la mujer se instaló en su puesto y se quedó viéndolo casi sin pestañear. Justo en ese momento también su teléfono había comenzado a vibrar y sin siquiera mirar el móvil, sabía perfectamente que se trataba de Hange que le había confirmado su participación en el CD drama y le pidió llegar a las 9.30 de la mañana al estudio, pese a que Levi había intentado explicarle que estaría un poco más tarde en el lugar. El teléfono seguía vibrando y Levi solo se concentró en la cara de la jueza intentando centrarse en lo que estaba pasando.

Escucho tu voz desde lejosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora