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-Chrissy, ¿me estás escuchando? —Cerré mi taquilla, llevando mi mirada hacia los ojos de mi mejor amiga. La rubia parecía haberse perdido de nuevo en sus pensamientos, un hábito que empezaba a hacerse presente en su día a día.

-¿Eh? —Murmuró con un hilo de voz. Se espabiló al notar mi mirada, negando levemente con la cabeza.— Perdóname Phoebe, estaba pensando en otras cosas.

-Cielo, ¿estás nerviosa por el partido de hoy? Seguramente a Jason y los chicos les vaya bien. Y tú lo vas a hacer increíble, eso no lo dudo. —Dije, provocando una pequeña sonrisa en sus labios. —Lo que te estaba diciendo era que este es el partido que me coincide cuidando a Erica. Parece ser que va a salir hoy y su madre estaba demasiado asustada, porque como Lucas juega hoy no va a estar por si le pasa algo. —Comenté mientras caminábamos hacia la cafetería.

-Oh, ya, me acuerdo que me lo comentaste. Entonces animaré imaginando que estás a mi lado.—Respondió con una sonrisa, provocándome una risa.

-Tranquila Chrissy, aún nos quedan muchos partidos en los que animar juntas. —Dije sonriendo. La rubia no murmuró palabra alguna ante aquella declaración, incluso pareció tensarse. Antes de poderle preguntar sobre aquella actitud frenó en seco.

-Phoebs, tengo que ir al baño. —Mencionó algo extraña.

-¿Estás bien, Chrissy? ¿Quieres que te- —Antes de poder terminar la pregunta la chica me cortó.

-¡Sí! Tengo que irme, ahora nos vemos. —Y tras aquello, Chrissy salió corriendo, desapareciendo entre la multitud de estudiantes. Aquella actitud me había dejado algo preocupada, pero supuse que se sentía más nerviosa de lo habitual antes de un partido. Aunque una parte de mi no estaba a gusto con aquella hipótesis.

Caminé hacia la casa de los Sinclair mientras escuchaba música a través de mi Walkman. La voz de Axel Rose, cantante de la recién debutada banda Guns N'Roses, resonaba en mis oídos. Pero pronto me tuve que ver en la obligación de pausarla al ver a la niña que se suponía que tenía que cuidar saliendo de su casa junto a nada más y nada menos que Mike y Dustin.

Carraspeé una vez que estaba lo suficiente cerca a ellos, haciendo que los tres pegasen un pequeño bote.

-Henderson, Wheeler...¿qué hacéis con mi niña? —Pregunté con serenidad mientras me cruzaba de brazos. Ambos se miraron preocupados, sonriendo algo nerviosos.

-¡Phoebe, que sorpresa! ¿Cómo que no estás animando en el partido? —Dijo Dustin con nerviosismo, aunque intentó camuflarlo con una sonrisa.

-La madre de Erica me pidió que la cuidase hoy, sobre todo porque iba a salir.

-¡Es que va a salir con nosotros! —Contestó Mike, haciendo que dirigiese la mirada hacia él. ¿Erica saliendo con estos dos sin tener un plan raro de por medio? Imposible.

-¿Ah sí? —Pregunté mientras miraba a la chica, quien asintió con firmeza. —¿Y a dónde se supone que vais?

Los tres se miraron entre sí, debatiendo internamente si valía la pena mentir o no. Dustin dejó escapar un leve suspiro y volvió a dirigirme la mirada.

-Veníamos a por Erica porque...la necesitamos en nuestra partida de Dragones y Mazmorras —Aclaró Dustin. Miré a la chica por varios segundos y volví a mirarlo.—Dragones y Mazmorras es un juego de-

-Sé lo que es Dragones y Mazmorras, Dustin. —Corté al chico, quien pareció sorprenderse ante mi respuesta. Antes de que pudiese hacer la pregunta sobre cómo era posible aquello, mi boca comenzaba ya a articular la respuesta.— Lucas se pasó todo el verano intentando que mi hermana jugase con él. Y Erica me ha hecho jugar con ella un par de veces.

SWEET CHILD O'MINE | EDDIE MUNSONWhere stories live. Discover now