Capitulo IV

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Domingo, 27 de marzo.

Hazel

Tenía una pequeña rutina, aquella que la descubrí a los primeros días de hablar con Lucas, solo contestaba mensajes en la mañana o en la madrugada. O eso supuse, habían veces que lo veía conectado pero solo ignoraba mis mensajes.

Porque no logré sospechar algo desde ese momento, porque no me di cuenta de lo estúpida que empezaba a ser contigo.

—¿Pasa algo, Haz?—La voz de mi madre llamo mi atención. Estaba en la mesa guardando varios fundas o platos para sus prácticas de cocina. Mamá era gastronoma, pero daba clases a los que empezaban en esta carrera.

—No, solo estaba pensando en mi exposición. Estoy en examanes finales, no puedo descuidarme ahora— Y tenía miedo de eso. Me preocupaba por si alguna tarea, taller o ensayo no fue entregado, siempre había tenido buenas notas por no decir que era una de las mejores en el colegio—Después de dar los examanes y graduarme, seré libre.

—¿Y los examanes para la universidad? — Mi alegría se fue—No debes descuidar eso.

— Mamá, ¿te parece primero si termino una cosa para empezar con otra? —Me senté en la mesa, cruce mis brazos sobre ella y dejé caer mi barbilla en mis brazos.—Nunca he descuidado mis estudios, no lo voy hacer ahora.

—Me alegra saber eso, cariño. —Me dió un beso en la frente. Agarro su bolso sin antes dejarme el discurso de que no debía abrir la puerta a nadie— Llegaré tarde. Sabes que te quiero.

—Y yo a ti— solté un fuerte suspiro. Me dirigí a mi habitación y al entrar lo primero que ví fue mi guitarra. Hace mucho no tocaba.

Me senté en la silla de mi escritorio, sosteniendo la guitarra llevándola en mis muslos para posicionarlo. Agarre el mango de esta con mi mano izquierda y dejé caer en la caja musical la mano  derecha. Tenía una sola melodía en la mente "No se va" de Morat, amaba esa banda.

Busque mi celular y empecé a grabar un audio para Lucas, el ya me había pedido que le tocará una canción hace días, cuando le dije que también tocaba.

Me deje llevar por su melodía, al principio solo tarareaba pero después ya me encontraba cantándola a todo pulmón, cuando deje de tocar, tomé una bocanada de aire y dejé salir el mismo después—Perdon si no canto bien, me deje llevar —Dije al final del audio y lo envíe.

Pase el resto del día tocando, leyendo uno que otro libro y preparándome para mí exposición, está sería tomada como examen final ya que sería más fácil que responder preguntas. No había vuelto a tocar mi celular hasta las 8:19 p.m. cuando empezó a vibrar mientras cenaba, Alberto dijo que contestará y le dijera a la persona que llamaba que lo hiciera más luego. Pero al ver de quién era la llamada, no iba a desperdiciar la oportunidad.

Lucas;)

Tarde en contestar, no quería verme tan ansiosa, — ¿Hola?

— Dime que si eres tú la que canta, joder, que voz— Escuché la voz del castaño al otro lado de la línea.

—Soy yo—Reí algo nerviosa.

— Hazel, ¿Quien es? Dijimos que íbamos a seguir viendo la serie. —Alberto empezaba a perder la paciencia.

— Oye, ando algo ocupada. Debo irme, después te hablo ¿Si?

— Claro, anda con el otro. Eso lastima mi corazón. Pero no importa, el va primero—Podia jurar que tenía una sonrisa en sus labios. Le gustaba molestarme con que siempre habla con otro y por eso no le prestaba atención.

— Es mi hermano, idiota. —Me rei— Te hablo después, adiós.

—Adios, goro. —Si, había creado ese estúpido apodo para mí. No quiero saber de donde lo saco o si es algún insulto en un idioma. Pero era mi apodo y me gustaba.

— ¿Quien era? — Alberto cayó sobre mi con sus preguntas de hermano mayor— ¿Es bueno para ti?

— Es solo un amigo, relájate.

—Sarah y yo también éramos amigos, ahora miramos somos novios hace tres meses. —Lleve mi mano a mi frente.

—No somos nada. —Segui afirmando.

—Solo no te ilusiones, ¿Si? Nosotros los chicos sabemos ser algo idiotas en esta edad. —Tenia en su tenedor un pequeño trozo de piña, el cual extendió hacia mi—Sin llamadas, mensajes o celulares está noche. Actuemos aunque sea solo una vez como hermanos.

Las palabras de mi hermano me sacaron una dulce sonrisa, aunque con algo de amargura, recordaba que él la semana en la que me graduaba el tendría que irse a la universidad, eligió una que estaba a las afueras de la ciudad, mi madre no estaba convencida de esa decisión pero al final la acepto. Su novia estaría con el en la misma universidad, así que no había que preocuparse.

—Yo quiero ver "felices por siempre" —Refuté por quinta vez.

—Es demasiado cursi. Mejor, "Una noche en el cementerio"—Alberto me arrebato el control de la televisión. Me pare en el sillón para lograr alcanzarlo, pasamos casi una hora discutiendo en qué película ver.

—¿Que tal si vemos "Una familia de mentira?—Mamá nos arrebató el control a los dos, cayó contra el sofá sacándose lo zapatos.

—Mamá—Le di un beso en la mejilla—Son recién las nueve pensé que vendrías más tarde.

—Para quien es tarde, es para ti. Mañana hay colegio. —Mi sonrisa se esfumó, era cierto. Pero significaba mañana poder verlo.

—¿Que tal una película y a la cama? —Alberto y yo nos pusimos al frente de ella, poniendo ojitos de cachorro.

—Ya no tienen diez, vayan a la cama los dos—Nos señaló con su índice las escaleras. Nos fuimos a regañadientes después de darle un poco de pelea.

Amaba mi cama, si pudiera pasar todos los días a toda hora en ella sería la chica más feliz del mundo. Lamentablemente eso no era posible. Debía madrugar, pero no podía aquel chico estaba en mis pensamientos en todo momento, y hablando de él. Una notificación de Lucas llamo mi atención en mi celular, supe que estaba mal cuando tenía una sonrisa en la cara. La borré cuando caí en cuenta, pero se pinto de nuevo al seguir hablando con el.

—Tienes una hermosa voz. —Eso me hizo sonrojar un poco.

Alejate, esto no va a salir bien.

Ignore mi subconsciente y seguí hablando con el poste. Si, le había puesto un ridículo sobrenombre como el hizo conmigo, tenía poca creatividad—¿Gracias? No canto a menudo, solo me deje llevar.

—Pues, eso no quita que tengas una buena voz ;) Aceptar un halago no te haces menos, niña. Acepta el amor de la gente.

—¿Por qué debería aceptarlo? Respiro oxígeno, no personas. Si fuera así, ya hubiese estado muerta.

—No eres superior a los demás.

—Pero soy superior que tú, ¿No?

—Que ego, mujer. Hay que trabajar en eso ;)

—Soy un amor, acéptalo.

— Tal vez. Debes dormir, mañana hay guardería niña.

—Solo me pasas por dos años, tranquilízate, testigo de los dinosaurios. ;)

—Da igual. Ve a dormir.

—Me voy porque tengo sueño, no porque tú me mandas.

—Claro.. a dormir, niña. Te veo mañana en la entrada de tu colegio.

—¿Paso algo?

—Solo espérame.

Apague el móvil y lo puse encima de mi mesa de noche. Caí en un sueño profundo después de eso. Me estaba acostumbrado a hablar con el, de amanecer con un mensaje de Lucas y esperar a que responda.

Tenía que darme cuenta desde ese momento, tenía que caer en cuenta, pero estaba ciega por ti.

Todo lo que no pudimos serWhere stories live. Discover now