𝖿𝗈𝗎𝗋

8.3K 809 32
                                    

El alfa se encontraba recostado sobre el pecho del mayor, ambos completamente dormidos mientras una pequeña alfa los miraba desde su sitio, una sonrisa amplia se encontraba en sus labios.

Eran a las nueve de la mañana, el matrimonio había llegado hace más de una hora y había arreglado la mesa de la sala.

Por supuesto que ambas sabían que los jóvenes eran destinados, también sabían que ese par de chicos, se habían gustado desde que estaban en la primaria.

No sabían cómo no se habían dado cuenta de que TaeHyung llegaría ese día, justo cuando JungKook llegó a la casa. Tal vez fue obra del destino que ellos dos se encontraran, pero no creían que fuera prudente que a un día de reencontrarse, ya habían tenido bastantes besos y seguro metida de mano.

Miraron con atención a los chicos antes de acercarse con suavidad al alfa, tocando con su dedo anular su espalda, escuchando un gruñido profundo brotar del chico antes de que se aferrara al cuerpo bajo el suyo.

Sólo ahí, ambos chicos recobraron conciencia, brincando en su lugar antes de separarse de inmediato, mirándose a los ojos, ambos completamente confundidos pero TaeHyung tenía un brillo triste en sus ojos.

Era comprensible, el amor de su infancia lo había dejado por más de siete años, sin ninguna llamada, sin ninguna carta.

Sólo un vago, lo siento.

TaeHyung se levantó con cuidado del sofá, mirando al alfa antes de dirigirse a la cocina, sacando del refrigerador la leche junto a un par de galletas oreo, tal vez la pequeña en casa se quejaría, pero ahora, sólo pensaba en que se había besado con él, había confesado que era un Omega y le había llamado por el vergonzoso apodo de "papi." Joder, por más pasivo que fuera, a él le decían papi, él no era gente para llamar de ese apodo a otra persona.

Los presentes miraban al pelirrojo hacer y deshacer, su rostro de la más pequeña siendo ladeado antes de que su vocesita saliera.

— TaeHyunggie, no has comido nada, no comas esas galletas o te dolerá el estómago.

— Sí, Tae, vas a enfermarte cómo la otra vez y tu mamá tendrá que venir a buscarte.

El pelirrojo miró a las alfas, sus mejillas se encontraban coloradas y levemente infladas, le molestaba que ellas lo regañaban, pero le molestaba más saber que no se podía negar ante ninguna.

— ¿Q-qué hay para desayunar?...

— Hay hot-cakes, Rosé hizo hace un rato, están calientitos, nosotras ya comimos pero ustedes no, no queríamos incomodarlos, estaban muy cómodos dormidos así que los dejamos descansar.

— Debiste despertarnos.

El pelinegro cruzó el umbral, frotando su cuello con suavidad, miró al Omega y ambos evitaron de inmediato la mirada, sabiendo perfectamente que tendrían que comer en la misma mesa.

— ¿Tu mamá no ha llamado? — Preguntó Rosé, mirando al Omega antes de rodear sus brazos en su cuello, dejando un beso en su mejilla antes de sonreírle.

— No, aunque está cuidado a mi conejito, no ha llamado, supongo que cuidar a mi hermano hace que se olvide de mí.

— No digas eso, cariño, nos tienes a nosotros, cualquier cosa sabes que Lili y yo podemos ayudarte con comida e inclusive con tu conej

Miró discretamente a JungKook, el chico golpeaba su lengua contra su mejilla mientras observaba atentamente las acciones de su madre. No pudo evitar no echar una carcajada antes de dar un beso sonoro en la mejilla del Omega, retirándose de su lado.

— Coman bien, niños, hay leche en el refri, cuando terminen, arreglan dónde comieron, nosotras estaremos arriba posiblemente durmiendo.

Ambos asintieron, mirándose antes de que el menor apartara la mirada mientras escuchaban el sonido de los tacones subir las escaleras de madera.

— ¿Qué tanto hiciste en estos ocho años? ¿algún novio?

El mayor fue quien rompió el ambiente tenso, sin embargo, la segunda pregunta que él mismo había hecho le había dolido de cierta manera.

— Varios, de hecho, nada duradero, no me gusta eso.

Asintió con suavidad antes su respuesta, tomando un plato de la alacena antes de servirse dos hot-cakes, sacando la miel antes de dejar el plato en la mesa, el alfa había hecho lo mismo y ambos ya se encontraban sentados en la barra de la cocina, queriendo mirarse pero al mismo tiempo, queriendo morirse en aquel instante.

El mayor relamió sus labios, el silencio se había hecho más pesado hasta que alzó la mirada, los ojos cristalinos del chico habían hecho que su corazón se apretujara.

— ¿Q-qué pasa? ¿estás bien? ¿te duele algo? ¿qué oc-

— Todo este tiempo estuve pensando en ti, todos estos ocho años lo estuve haciendo aún si creía que con uno o dos polvos se esfumaria el amor que te tengo. Me gustaste toda mi infancia y adolescencia, aún siendo un adulto de 26 años sigo sin poder superarte. ¿Qué me hiciste? cuando bajé del avión y te vi, todo mi mundo se fue abajo, estoy tan, uhg.

El mayor se le quedó viendo, pudo observar cómo lágrimas bajaban lentamente por el rostro del menor así que se levantó con suavidad y rodeó su cuello, dejando un beso dulce en su mejilla antes de tomar con delicadeza su rostro, dejando un pequeño beso en la punta de su nariz.

— Eres un llorón.

El chico sollozó y esto hizo que si tierra algo de culpa, culpa que rápidamente se desvaneció cuando el chico hipó. Ambos soltaron una risa antes de abrazarse con suavidad, ahora estando completamente sobrios, podían disfrutar de la cercanía que ambos desearon durante tanto tiempo.

— A-anoche tú dijiste que aunque nuestra jerarquía no fuera la misma a la que teníamos planeado, nosotros podemos seguir juntos...

— Y es verdad, mi conejito, sólo que hay que conocernos más, llevamos mucho tiempo sin saber del otro y alguien que conozco, me bloqueó de todas sus redes sociales.

— Me fue muy difícil, ¿sabes? me daban ganas de desbloquearte pero debía concentrarme en mis estudios.

— ¿Cómo explicas lo de la jerarquía?

— Te hago la misma pregunta.

Se miraron con los ojos entrecerrados y cuando fueron acercando sus rostros, el sonido de una cámara les hizo separarse de inmediato, observando cómo Lisa, Rosé y Yuna tenían brillitos en sus ojos.

— ¿Cuánto tiempo llevan viéndonos?

— Sólo lo suficiente como para saber que lo vas a cortejar, TaeTae.

El Omega se sonrojó por completo, bajando la mirada antes de morder su belfo inferior con levedad.

Tal vez debió ser un poco más disimulado el lugar.

Ok, me falta la mitad, este es de relleno, pero ténganme paciencia, porfis.
07/AGOSTO/2022

❝Now you see me?❞ kv Donde viven las historias. Descúbrelo ahora