❝Now you see me?❞ kv

𝗌𝗂𝗑

Los ojos de ambos brillaban aún en la oscuridad, se miraban con deseo, con amor.

Lentamente se fueron acercando y comenzaron a besarse, el menor rodeando uno de sus brazos en la cintura ajena antes de apegarle a su cuerpo por completo, el mayor, comenzando a despojarse de su vestimenta, quedando únicamente con su bóxer.

Miró al alfa y soltó un gruñido bajo, quitando rápidamente su ropa antes de apreciar su cuerpo, cada tatuaje que resaltaba en su pálida piel y por supuesto notando aquellos piercings que tenía en sus pezones.

Soltó una pequeña risita mientras terminaba de retirar su pantalón, tomando su mentón para besarle con más intensidad que antes, el beso siendo correspondido de inmediato mientras sus piernas eran abiertas con suavidad, dándole espacio a su cuerpo.

Se miraron fijamente, ambos relamiendo sus labios para luego volver a besarse, cada vez sintiendo sus cuerpos más calientes.

JungKook rodeó sus brazos en su cintura, alzándole antes de comenzar a bajar lentamente su bóxer, el Omega dando un pequeño gemido cuando sintió cómo su lubricante bajaba por sus piernas, sintiéndose avergonzado de su cuerpo.

— ¿Te preparas para recibirme?

— Cierra tu puta boca, Jeon.

— ¿Así estamos?

El alfa soltó un gruñido mientras llevaba sus labios a su cuello, mordiendo lentamente la zona, buscando provocarle, aún si el chico se encontraba ofendido.

Jeon quitó su última prenda antes de dejar recostado al mayor, detallando cada detalle en su morena piel, la cuál brillaba ante la fina capa de sudor.

Relamió sus labios y se acercó a su abdomen, dejando pequeños besos antes de morder levemente el mismo, sacándole un gemido ahogado al chico.

Estaba teniendo mucho autocontrol, su pantera rasguñaba su interior, quería dominarle, romperlo, pero sabía que sería muy pronto así que solamente dejó salir un leve gruñido mientras sus feromonas continuaban saliendo, enloqueciendo al mayor.

Se puso entre sus piernas y dejó un lametón en su glande, una risa socarrona siendo soltada cuando percibió el dulce sabor de su pre-semen.
Alzó la mirada y su cuerpo se tensó, el Omega tenía sus ojitos cristalinos y sus mejillas sonrojadas a más no poder, sus labios rojizos (debido a lo mucho que los había mordido para callarse) se veían jodidamente apetecibles, seguramente se verían más bonitos rodeando su polla.

Lamió dos de sus dedos y los introdujo de una en el interior del Omega, quién ahogó un gemido alto, no de dolor, estaba más que listo para recibir al contrario.

Ambos se miraron a los ojos, el mayor dando su consentimiento de que continuara y el menor comenzando a embestir con sus dedos su interior, observando cómo su mayor se removía cuando la punta de sus dedos daba en ese lugar en específico.

— M-mhg, Jeon...

— Jeon no, soy "papi."

El Omega se sonrojó a más no poder pero asintió con suavidad, sus manos aprisionando las sábanas antes de mover un poco sus caderas, mordiendo su belfo inferior.

— Tómame ya, por favor...

Y así lo hizo, sacó sus dedos de su interior y tomó su miembro, masajeándolo frente al contrario antes de alinear su glande en su entrada, comenzando a adentrarse lentamente, los quejidos del Omega no haciéndose esperar.

— ¿Te duele?

El mayor negó, mirándole a los ojos antes de susurrar en un tono muy bajo, su rostro cada vez más rojo.

— Papi, TaeTae quiere que le des besitos...

El alfa murió de ternura, tomando sus mejillas antes de besar dulcemente sus labios, adentrándose en su interior de una sola estocada y eso mismo haciendo lloriquear al Omega, quién apretó sus paredes e hizo que el alfa soltara un gruñido profundo.

Se separó del beso y comenzó a dar pequeños besitos en sus labios, comenzando a embestir su interior, lentamente, disfrutando de la cercanía del contrario y evitándose cualquier comentario acerca de lo estrecho que estaba o viceversa.

Sus manos recorrieron su cuerpo, apegandole a su cuerpo antes de dejarse caer en la cama con el chico sobre su regazo.

— Muévete para papi, mi amor.

El chico asintió, comenzando a saltar en su miembro mientras sus manos eran colocadas en su pecho, agachando la mirada de vez en cuando ya que se avergonzaba de la posición.

— Mírame mientras te follas, cariño.

Alzó la mirada y su interior se removió cuando pudo observar sus zafiros, sabía que eso era de parte de su animal, ya que los ojos de JungKook eran grisáseos.

Relamió sus labios y comenzó con un vaivén más rudo, los chasquidos de sus cuerpos escuchándose en toda la habitación mientras los gruñidos y gemidos resonaban de igual manera.

JungKook de un momento a otro, dejó nuevamente el cuerpo de Tae bajo el suyo, el Omega dando un gemido agudo cuando sus piernas fueron colocadas en los hombros del alfa y el movimiento suave de antes de volvió en uno completamente rudo, su próstata siendo abusada y ello haciendo que pequeñas lágrimas bajaran por sus mejillas.

Sabía que ya no era JungKook con quién estaba, era con su alfa, lo supo cuando el brillo en los ojos de su amado se perdió.

El alfa le miró, tomando sus mejillas sonrojadas antes de apretarlas levemente una risa cínica saliendo de sus labios antes de soltar en un tono de voz que hizo estremecer al chico.

— ¿Te gusta lo que papi te hace, TaeTae?

El Omega gimió gustoso ante aquel trato, si bien nunca permitió que sus parejas fueran de esa clase de dominante, a JungKook le permitía de todo.

— M-me encanta lo que papi me hace..~

Lloriqueó, su vientre cosquillando ya que faltaba poco para que se viniera y el alfa lo sabía, por lo que llevó una de sus manos a su miembro y comenzó masturbarlo con rapidez, un gemido más alto siendo soltado mientras las embestidas se hacían cada vez más rudas, siempre dando en ese punto.

El alfa sentía su vientre cosquillas y el que el interior de su acompañante se apretara cada vez más no le ayudaba en mucho.

Fue ahí cuando algo hizo click en su cabeza, no se había puesto condón.

Estaba a nada de correrse por lo que dió unas cuantas fuertes embestidas, el Omega corriendose mientras gemia su nombre antes de que saliera de su interior y dejara caer toda su esencia en el vientre del chico, ambos tratando de regular su respiración.

— No lo hice dentro, tranquilo.

Soltó cuando el Omega se levantó de golpe, ambos mirándose antes de que soltaran una risa baja, dándose un último beso antes de que el alfa recostara su mejilla en el pecho mayor, cerrando sus ojos hasta que finamente se quedaron dormidos.

No limpiaron nada, lo harían en la mañana así que no había problema.

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UEUEUEUEUE, hola, a mi polola, sí ok.