CUENTOS DEL OESTE 西の物語 ━ Sesshōmaru

Cuento n°5

Tierras del Oeste. Reino del Fuego, hogar de Tōtōsai.

Año 3246, segundo día de la semana - Nueva Era del imperio de Taishō Sesshōmaru.

Una de las tradiciones de los inu-yōkais era la creación de las espadas a partir de uno de sus colmillos. Era muy común que los padres, cuando sus vástagos alcanzaban la mayoría de edad, crearan una espada en base a uno de sus colmillos para entregársela en su cumpleaños. Significaba el paso de niño a adulto. Portar una espada con el colmillo de tu padre representaba, no sólo que la fuerza de tu progenitor siempre te acompañaría, sino también que estabas preparado para ser un gran guerrero.

Y el encargado de dicha tarea era Tōtōsai, conocido también como el herrero de las Tierras de Occidente.

Tōtōsai vivía a las afueras de Ciudad Capital, la ciudad principal y en donde se conglomeraba la mayor parte de los habitantes del Oeste que no pertenecieran al Clan Inu-Yōkai. El herrero, por su parte, tenía su residencia en el Reino del Fuego, al sureste de las tierras. Era una zona de mucha actividad volcánica, y según Tōtōsai, perfecta para llevar a cabo el trabajo de orfebre.

Sesshōmaru recordaba el día que su padre le entregó Tenseiga. Fue un día solemne, magnífico, y se sintió lleno de orgullo, a pesar de que desacreditara más tarde el poder de la espada. A su vez, Tōga recibió de su padre la espada Sōun'ga.

Continuando con la línea de sucesión, y como estipulaba la tradición, ahora le toca a Sesshōmaru encargarle a Tōtōsai una espada para Shōri.

━Serán tres días ━le informó Tōtōsai━, después podrás venir a recogerla.

Aún quedaban unos días para la mayoría de edad de su hija, pero quería ser precavido y tenerlo todo a tiempo. Había discutido con Irasue acerca del tema. La antigua Señora del Oeste se opuso a que la hanyō tuviera un arma. Argumentaba que una princesa no podía comportarse como un vulgar soldado y usar un arma le quitaría la delicadeza que tanto esmero le costaba inculcarle a Shōri.

━Te tiene a ti y a todo el maldito ejército para protegerse ━le dijo Irasue en una ocasión, bastante malhumorada━. Las mujeres que utilizan las armas son consideradas poco atractivas. Así nunca podrás casarla.

Él, que odiaba con toda su alma el tema del futuro matrimonio de Shōri, le respondió con el mismo tono:

━Aun siendo mi hija será rechazada por los clanes de otras tierras. Quiero que sea independiente y que se valga por sí misma. No permitiré que haya debilidad en ella.

Pasaron los tres días con relativa calma, y Sesshōmaru fue a buscar la espada. Como prometió Tōtōsai, el arma estaba finalizada. El daiyōkai reconoció con asombro el trabajo pulcro del herrero; de mango y vaina blanca, con empuñadura bañada de oro macizo. Muy similar a Bakusaiga, su otra espada.

━En el momento en que Shōri la sostenga podrá ver la energía demoníaca de los yōkais y cortarla, matando al momento a su oponente ━explicó Tōtōsai mientras le entregaba la espada a su amo━. Oh, y también puede brillar en la oscuridad.

━¿Brilla en la oscuridad? ━preguntó Sesshōmaru con el ceño fruncido.

━Querías una espada que ayudara a tu hija, y que mejor manera que guiarla en la oscuridad para que pueda encontrar el camino correcto ━concretó━. Había pensado en llamarla Kibō.

Sesshōmaru arrugó la frente, asqueado.

━Qué ridiculez.

Siempre iba un paso por delante de los demás, y en esta ocasión no fue diferente. La espada, como era tradición en su familia paterna, llevaría el nombre de un colmillo.

Se llamaría Hisaiga; Colmillo de Luz.

Porque para Sesshōmaru, Shōri era la luz de su vida.