My Little Pony: El Dragón, Los Cambiantes y El Imperio

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Reino Cambiante

Había algo extraño con aquel Reino, o al menos Sunny no se sentía muy cómoda estando en ese lugar. A pesar de las actitudes alegres y "acogedoras" de los demás cambiantes que estaban a su alrededor, los pocos cambiantes que notaban la presencia de los ponis y de los dragones susurraban entre sí, y algunos los miraban con una expresión seria y hasta amenazante. Los susurros se hicieron más frecuentes en cuanto Discord se volvió a mover al sentir escalofríos.

Izzy, por su parte, estaba aterrada. Y no era por la apariencia de los cambiantes, realmente se veían como criaturas amigables y coloridas. Ahora bien, ESE era el problema para Izzy: se VEÍAN amigables, pero su luminiscencia decía lo contrario: para todos los cambiantes, era un tono de color gris, a veces casi llegando al negro. Era muy apagada, y solo se hacía más oscura en cuanto las miradas de las criaturas caían sobre ellos.

Zipp no dejó pasar la extraña actitud de su novia, y con ala le rodeó el cuello para intentar calmarla, lo cual funcionó, puesto que comenzó a caminar algo más confiada y tranquila, pero el miedo no abandonó su rostro en ningún momento. La pegaso estaba por preguntarle a Izzy que ocurría, pero la propia Izzy se adelantó...

- Plumita... - llamó la unicornio a su novia

Sin saberlo, el llamado fue escuchado por Sunny, puesto que ella estaba caminando al otro lado de Zipp. Aunque sabía que estaba mal meterse en conversaciones ajenas, de todos modos decidió escuchar.

- Dime - contestó la pegaso con un tono suave

- No me siento cómoda aquí - dijo Izzy con voz temblorosa

- A mí tampoco me gusta, linda - admitió Zipp - Por más amistosos que se vean estos "cambiantes", no confío en ellos para nada

- No es solo eso... Su luminiscencia, la de todos ellos, es muy oscura, y cuando nos ven... se oscurece más... Tengo miedo, Zipp...

- Descuida, Izzy. Estoy aquí contigo, igual que el resto. Si algo malo sucede, nos tenemos mutuamente

- No lo sé, Zipp - dijo Sunny, interviniendo en la conversación - Lamento haber escuchado, pero tengo un muy mal presentimiento sobre este sitio. No confío en ninguna de estas criaturas

- Yo tampoco, Sunny - confesó Zipp - Pero si hablar con quien sea que este a cargo de este lugar ayudará a los dragones a encontrar el Cetro para salvar su hogar, tendremos que confiar, aunque en el fondo no lo hagamos

- Solo espero que la luminiscencia del Rey o la Reina sea más colorida que la de los demás... - dijo Izzy, casi a modo de susurro, pero Zipp le oyó perfectamente

Finalmente, el cambiante que les estaba guiando se detuvo frente a lo que parecían ser las puertas del castillo.

- ¡Llegamos! - anunció la criatura - Esperen aquí, por favor, debo anunciarle a la Reina que han llegado. ¡No me tardo!

Spike y Smolder compartieron miradas de duda al escuchar el término "Reina" por segunda vez. Esa era la pista más evidente de que Thorax, el Rey de los cambiantes durante el reinado de Celestia y Luna, y posteriormente el de Twilight, ya no gobernaba a los cambiantes. Quizás esa era la razón principal por la que los cambiantes no eran tan "acogedores" con otras criaturas, aunque después de la guerra de hace siglos, no se podía esperar algo más.

- No presiento nada bueno - dijo Smolder

- ¿Crees que yo si? Tengo las escamas de gallina - exclamó Spike

Después de esperar unos 10 minutos, aunque se sintieron como horas para todos, el cambiante volvió y les pidió que entraran. De nuevo, lo siguieron con duda, e Izzy no pudo evitar notar que la luminiscencia del cambiante se hizo un poco más brillante y colorida en cuanto vio como desconfiaban los demás. Eso la asustó, porque si su aura era más brillante cuando ellos tenían miedo, entonces lo que sea que tuvieron planeado era algo malo de verdad.