Parte I: Capítulo tres.

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III

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III. Hello Kitty

Montecarlo;
Mónaco, 2019.


¿Hay algo que disfrute en la vida aparte de tocar el piano? Sí, quedarme en casa los viernes. Si me dieran a elegir quedarme en casa por siempre, mi decisión sería siempre si. Odio salir. Me canso, me agoto. Sin embargo, la vida no es como uno quiere y me encuentro entre un tumulto de gente que baila, habla y se besan unos a otros, mientras yo bebo un trago de cerveza en la barra. Bianca me arrastró con ella debido a que era una fiesta importante para Charles patrocinada por varias marcas que apoyan a la Fórmula Uno, y no quería estar sola entre tantos pilotos y gente famosa. Primero hubo una gala a la que no asistimos para no dar sospechas ante las cámaras de que Bianca y Charles son novios, ya que ella aún no se siente preparada para eso. A la distancia los veo bailar animadamente. Se ven bien juntos. Eso no puedo negarlo. De todas maneras mantienen una distancia prudente para evitar polémicas.

Mi situación de pronto me hace pensar en la posibilidad de tener una relación romántica con alguien. ¿Serviré para eso? Digo, lo intenté tantas veces, pero siempre me aburría. Los chicos no me interesaban lo suficiente y todo siempre terminaba en grandes decepciones.

Debe haber algo mal con nosotras.

—Es el sexto trago que bebes —dice una voz masculina a mi lado— O estás muy triste o muy aburrida.

Agh. Más conversaciones triviales.

Dispuesta a rechazarlo e irme del lugar, me giro en su dirección para quedar impactada con el joven a mi lado. Bendito seas Dios por brindarnos tanta belleza en estos tiempos difíciles.

Uf. Un Dios nórdico.

—Me aburro rápido en las fiestas —le respondo encogiéndome de hombros.

Hacerse la interesante es la mejor forma de ligar, según un estudio hecho por mí y confirmado por mi.

—También yo. Prefiero las juntas más personales —me habla cerca del oído debido a lo alto de la música.

Personales. Uhm.

—Sí, así es mucho mejor —le sonrío.

—Soy Max.

—Luciana —le estrecho la mano.

Seguimos hablando durante un tiempo, es más, luego salimos del lugar para poder tener una conversación más amena y que la música no nos interrumpa tanto.

Max Verstappen, como me dijo que se llama, es piloto de la Fórmula Uno, de la scuderia de Red Bull, por lo tanto competencia de mi odiado cuñado Charles Leclerc. Lo que lo convierte en mi mejor amigo en el mundo.

¿Cómo evitar un amor prohibido? Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ