Ella sabe que está mal. Ella llora por las noches, sufre por los sentimientos que le abruman y desordenan la vida, sentimientos que comenzaron sin darse cuenta y se transformaron en algo que ni ella sabe descifrar.
¿Cómo poder superar algo que ni tu...
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XVII. Verdades y confesiones
Austin; Estados Unidos, 2022.
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—¿Qué carajos ocurre con Max? —pregunta Martina, observando la pantalla a un costado del lugar e ignorando olímpicamente el hecho de que me encuentro vomitando lo poco que he consumido durante el día apenas a unos metros de ella en el pequeño cubículo del baño.
—¿Por qué lo dices? —le pregunto intentando regular mi agitada respiración al realizar aquel grotesco acto que siempre me provoca ganas de llorar. Luego me levanto del suelo para enjuagar mi boca con abundante agua y salgo del lugar. Ruego internamente que este maldito primer trimestre termine pronto y ya pueda volver a comer tranquilamente sin pensar que vomitaré todo después.
—¡Avanza idiota! ¡Tengo todas mis esperanzas puestas en ti! —le grita a la pantalla, confundiéndome.
—¿No se supone que eres de Ferrari?
—Trabajo para Ferrari, querida —me corrige con la vista aún puesta en la carrera, en la que por cierto, Charles lleva la delantera— De todas maneras mi corazón estará puesta siempre en ese bombón neerlandés.
Suelto una carcajada al escucharla, sin embargo las náuseas vuelven a inundarme y debo correr nuevamente al baño. Allí dentro intento mantener la calma y no comenzar a llorar por la desesperación que me provoca este síntoma tan horrible del embarazo.
En las afueras del cubículo escucho un grito de frustración de parte de Martina y cuando salgo no la encuentro allí. Dirijo mi vista hacia la pantalla y veo la repetición del retiro de Max de la carrera. Por lo que escucho de los comentaristas, hubo un problema con su monoplaza que no lo dejaría continuar en la carrera.
Es una lástima ver a mi amigo tan frustrado, también lo es ver que nuevamente se aleja de mi. Desde que aparecí por aquí y varias fotografías mías junto a Charles inundaron las redes sociales confirmando nuestra relación, Max decidió dejar de hablarme. ¿Será por eso? ¿Estará molesto porque volví una vez más junto a Charles? Si fuese así, lo entiendo un poco. Soy la típica amiga que siempre regresa con su ex novio, aún cuando prometió no volver a verlo jamás. Debo ser un verdadero dolor en el trasero para él.
