Parte I: Capítulo doce.

5K 288 35
                                    

XII

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

XII. Oficial

Provincia de Lieja;
Bélgica, 2019.


Han pasado varias semanas desde el error que Charles y yo cometimos y he hecho todo lo posible para evitar estar en el mismo lugar que él, ya que todo mi cuerpo y mi mente me hacen sentir cosas que no puedo controlar ante su presencia. Ha sido difícil, demasiado a veces. Verlo junto a Bianca no debería causarme tanto dolor, no después de haber acordado que lo que hicimos fue un simple error debido a la borrachera.

Las resultados de las carreras han sido realmente favorables para Charles en estas últimas semanas, se ha mantenido dentro de los primeros lugares en la competencia, llegando a estar en el podio al menos unas cuatro veces, lo que es increíblemente bueno para su puntaje general. Además obtuvo la pole position para la carrera de mañana. Todo le está saliendo de maravilla.

Aunque no quiera admitirlo, he estado demasiado pendiente a su rendimiento, lo que me hace sufrir aún más.

—Vamos, Lu. Solo quedan un par de metros —me dice Max, mientras corre varios pasos delante de mí.

Intento respirar, pero el cansancio me lo dificulta. Finalmente me lanzo al piso— ¿Cómo es posible que puedas correr tan rápido?

Él ríe ante mi pregunta y probablemente al verme en un estado tan desastroso. Odio correr, más bien odio todo tipo de ejercicio.

—Es bueno hacer deporte.

—Te creería si en este momento no sintiera que mi corazón se saldrá de mi pecho —jadeo, con ambos brazos estirados en el suelo.

Me quedo un momento en el piso intentando recuperar mi respiración, mientras Max se sienta a mi lado, bebiendo un poco de agua.

—Gracias por venir a acompañarme. Me gusta cuando estás cerca.

Le sonrío, siempre tiene algo lindo que decir. Su amistad ha sido una de las mejores cosas que me han sucedido en los últimos meses— Es un agrado acompañarte. Aunque tenga que ver a... ciertas personas que me arruinan el día.

—Deben solucionar sus problemas con Leclerc. Son demasiado evidentes.

—No hablaba de él —lo miro mal.

—Claro que sí —ríe— La tensión entre ambos da miedo.

Decido ignorar su comentario y continuar nuestro camino.

—Ya vámonos. Quiero cenar. ¿Qué te parece comer pizza? —le pregunto emocionada, ya comenzando a saborear el sabor de una de mis comidas preferidas. Nada mejor que una pizza para recuperar las calorías que gasté corriendo.

—No puedo comer eso. Tengo que mantener una dieta estricta.

Ruedo los ojos— Deja de escuchar a tu padre, estás bien así. Un trocito de pizza no le hace mal a nadie.

¿Cómo evitar un amor prohibido? Where stories live. Discover now