Ella sabe que está mal. Ella llora por las noches, sufre por los sentimientos que le abruman y desordenan la vida, sentimientos que comenzaron sin darse cuenta y se transformaron en algo que ni ella sabe descifrar.
¿Cómo poder superar algo que ni tu...
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IV. Otra realidad
Viena; Austria, 2022.
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Mi jet está listo para ser usado, mientras guardo mi última camiseta en la maleta. Son altas horas de la noche, sin embargo no aguanto ni un segundo más en esta fría ciudad. Volveré a Montecarlo, al mismo departamento al cual tanto me cuesta llegar debido a los recuerdos que me invaden apenas pongo un pie dentro. Han sido dos años muy complejos intentando encontrar a Luciana, cuando lo cierto es que ella no quiere saber nada de mí. Algo en mi interior me dice que debo dejarla ir, dejarla ser feliz con alguien más, pero me cuesta rendirme, me cuesta dejar las cosas así porque en realidad nunca quise hacerle daño.
Una llamada interrumpe mis pensamientos y estoy dispuesto a ignorarla, hasta que veo el nombre de Martina en la pantalla. Puede ser algo importante.
—¿Hola?
—Estoy traicionando a mi género en este momento. Mi sororidad se va al carajo al decirte esto —habla Martina al otro lado de la línea. Dramática, como siempre.
Me quedo en silencio esperando escuchar lo siguiente que quiere decir.
—Vieron a Max con otra chica hoy. Muy cariñosos.
—¿O sea que la está engañando?
—O quizás, nunca fueron novios realmente.
Estoy confundido.
—Pero tú dijiste que estaban... haciéndolo.
Escucho un suspiro cansado de su parte— No seas dramático. ¿Nunca lo has hecho con una amiga? Bueno, lo hiciste con la hermana de tu novia, deberías entenderlo, ¿no?
—¡Martina!
Ella ríe— El asunto es que si quieres explicarle por qué fuiste un imbecil con ella, tienes una oportunidad. Además, créeme, que si no es novia de Max Verstappen a pesar de vivir con él, entonces esa pobre chica aún siente algo por ti.
