ONE SHOTS: LUMAX

NIGHTMARES

Max abrió los ojos y miró a su alrededor. El corazón le dio un vuelco. Estaba allí. Otra vez.

- Maxine...

Ella se dio la vuelta, temerosa, esperando ver a quién más temía desde que tenía catorce años: Vecna. Sin embargo, no lo encontró. Max dio varias vueltas sobre sí misma, hiperventilando, pero no le encontraba. Solo sabía que estaba allí, donde dos veces muchos años atrás Vecna había intentado asesinarla.

- Maxine...
- Lucas... Lucas... ¡Lucas por favor ayúdame! - gritó Max desesperada - ¡Déjame, déjame en paz! ¡No eres real!
- Tranquila, Max... No he venido a por ti esta vez...
- ¿Q-qué? - preguntó ella entre lágrimas, confusa.

Entonces, comenzó a resonar por todo el lugar el llanto desesperado de un bebé. El corazón de Max latía fuertemente. No, eso sí que no.

- No, no, no... Por favor no...
- Tu hora pasó, Max... así que ahora ella deberá tomar tu lugar...
- ¡No! ¡Por favor ella no por favor! - gritó ella llorando desconsoladamente - ¡Devuélvemela!

Max corría de un lado para otro, con la mirada inquieta, buscando a Vecna, tenía que encontrarlo y hacer que parara. Entonces, su espalda chocó contra algo y se dio la vuelta. Era él, y en sus brazos, el bebé que lloraba.

- ¡Suéltala! Por favor te lo ruego no le hagas nada... E-ella es solo un bebé...
- Es el precio que debes pagar por haber escapado y no cumplir con tu condena... Ahora me llevaré a la persona que más amas, y luego haré lo mismo con él...
- Lucas... Por favor no... Llévame a mí y déjales en paz por favor, ¡te lo ruego! - gritó.
- Kate... Curioso nombre, ¿no es así? - comentó Vecna pasando delicadamente una de sus largas uñas por la mejilla de la bebé, que no dejaba de llorar, ante Max, la cual lloraba y temblaba frente a ellos - Veo que, por más que pasen los años, sigues acordándote de mí. No sufrirá, Maxine... Será rápido, y todo acabará...
- Por favor te lo ruego déjala y llévame a mí... Me ofrezco... Lo siento, siento haberme escapado pero por favor no lo pages con ella por favor... Es solo un bebé y no tiene la culpa... Déjala volver con Lucas, é-él la cuidará bien, y yo me quedaré aquí...
- No, Max... Tu hora ya pasó... Ahora te tocará ver como la mato y luego volverás y te tocará sufrir el duelo. Tu mayor miedo se hará realidad... Has perdido a tu madre, a tu padre y a tu hermano, y ahora tendrás que sufrir su pérdida... Verás a Lucas sufrir y luego me lo llevaré a él también y te quedarás sola, como precio que debes pagar por no haberle hecho una jugada al destino...

Vecna elevó su mano justo sobre la cara del bebé, que cada vez lloraba más fuerte. Max sabía lo que eso significaba. Estaba levitando. Ella corrió hacia él sin pensárselo dos veces y comenzó a golpearlo pero de nada servía. Entonces, Vecna colocó sus uñas en el rostro del bebé y Max dio un grito de dolor. La había matado. Calló sobre sus rodillas, mientras seguía llorando desconsoladamente. La había perdido, la había perdido para siempre, como siempre perdía a quien más amaba, y como siempre, por su culpa.

- ¡Max! ¡Max! ¡Max despierta! ¡Estoy aquí, Max! ¡Max!

La pelirroja abrió los ojos de golpe, respirando entrecortadamente e hiperventilando. Miró a su alrededor. Estaba tumbada en la cama de su dormitorio, Lucas a su lado, con una mano puesta en su hombro y sosteniendo en un brazo a su pequeña hija, que lloraba desconsoladamente. Todo había sido una pesadilla.

- L-Lucas... - dijo ella con los ojos llenos de lágrimas.
- Estoy aquí, Max. Estás aquí... Has tenido una pesadilla...
- Lucas h-ha sido horrible... P-parecía tan real... - respondió rompiendo en llanto.
- Lo sé, lo sé, pero estás aquí. Nada es real... Estamos aquí contigo... - contestó él abrazándola - Kate se ha asustado de ver así a su mamá... - añadió intentando calmar a la pequeña, que no dejaba de llorar con fuerza.
- Por favor dámela... - le pidió Max llorando.