Gravity | GyuWoo

Una visita inesperada

A la hora del almuerzo en la universidad, Woo Hyun y Sung Yeol se sientan en una de las mesas de la cafetería para comer y charlar. Incluso habiendo compartido varios mensajes antes de verse esa mañana, las conversaciones se tornan más interesantes cuando están frente a frente.

—Y, ¿cómo estuvo la fiesta? —inquiere Sung Yeol al picar un trozo de carne de su plato. Aquello no tiene muy buena pinta, pero se muere de hambre.

Woo Hyun lo mira fijamente y se da cuenta de que tal vez debió dejar las preguntas para después, sin embargo, su curiosidad es implacable.

—Aburrida. Como una larga reunión de negocios —apunta Woo Hyun con desgana, aunque no fue del todo un fiasco si cuenta las veces que se sintió celoso y molesto por descubrir más cosas sobre Sung Kyu.

A estas alturas hubiera preferido no saber nada, pero, tarde o temprano lo iba a descubrir de todas formas.

—¿En serio? Qué pena. Me hubiera gustado acompañarte.

—Lo hubieras hecho entonces —le reprocha Woo Hyun puesto que Sung Yeol y sus padres también fueron invitados.

—Y cancelar la cita con mi novia. No gracias. Además, mis padres tuvieron que viajar al extranjero.

—¡Tienes novia y no me lo habías dicho! ¿Qué clase de amigo eres?

—La clase de amigo que escucha tus problemas maritales y no te agobia con sus propios asuntos —responde Sung Yeol apuntándole con sus palillos.

—Cuando lo dices así, suena a que soy muy egoísta —responde Woo Hyun recordando fugazmente la larga amistad que tienen en común.

No está muy seguro de por qué se hicieron amigos en primer lugar, pero sí recuerda que se conocen desde niños.

—¡Relájate!, no lo dije para hacerte enfadar, sino para que te des cuenta de que puedes decirme cualquier cosa. Tal vez no puedo ayudarte con tu matrimonio, pero sí puedo escucharte. Anda, desahógate conmigo.

—No lo sé, Sung Yeol. Siento que ya es demasiado todo lo que haces por mí.

—Por algo somos mejores amigos, ¿no?

—Y por eso también quiero escuchar sobre esa novia tuya. ¿Quién es? ¿Cómo se llama? —insiste Woo Hyun con genuina curiosidad.

Hace tiempo que Sung Yeol no sale con nadie. La última vez que se enamoró, Woo Hyun creyó que no lo superaría, pero ahora se siente muy bien al saber que se equivocó.

—Sabía que me interrogarías, por eso no te lo mencioné antes.

—Aun así me hubiera enterado. Tu madre habla mucho con la mía, ¿sabes?

—Sí, lo sé. Y por eso también me he enterado de que tu madre quiere un nieto pronto.

—¿¡Qué!? —exclama el omega sintiendo que la comida se atora en su garganta—. ¡¿De qué demonios hablas?! No juegues con algo así, por favor.

—No estoy jugando. Ella lo mencionó la última vez que habló con mi madre. También dijo que pensaba tener una seria charla con Sung Kyu y contigo.

—Es que no lo puedo creer. Yo soy demasiado joven para tener un hijo. Además, como están las cosas, mis padres jamás van a ser abuelos porque Sung Kyu no se dejará manipular de esa manera.

—¿En serio está tan mal tu matrimonio?

—Te lo dije; él no tolera mi presencia. Incluso dormimos en habitaciones separadas. ¿Crees que puede haber alguna posibilidad de que quiera tener un hijo conmigo? Ni siquiera se me acerca, salvo para desquitar su enorme frustración y su rabia —dice Woo Hyun, evocando cada una de las veces que Sung Kyu lo ha lastimado con sus palabras—. Él me quiere muy lejos; me lo demuestra todo el tiempo. Él me odia y ni siquiera tengo idea de por qué. Si tan sólo dejara de ser tan inmaduro, tal vez yo pudiera hacer algo para cambiar las cosas.