Las carrozas reales se oyeron acercarse por el camino de tierra que dirigía al hogar de los dos príncipes Han y la princesa Lee. Jisung vio a Seungmin bajar de la carroza con un aire maduro que siempre lo caracterizó. Cerró el libro que estaba leyendo en un sofá individual al costado de la ventana y dejó la taza de café en la mesita del lado para ser quien abriera la puerta.Seungmin entró con Changbin detrás, saludando con respeto y elegancia. Jisung le sonrió levemente y se movió hacia la sala principal para que se sentarán en los sillones rojos que Hyunjin exigió que compraran. Lune eligió el tapiz de las paredes y Jisung las cortinas y la alfombra. Estaba de más decir que ninguna de esas cosas combinaba con la otra, pero eso lo hacía sentir más como un hogar. Eran sus tres personalidades distribuidas por toda la casa.
—¿Quieren tomar algo? Lune preparó una tarta de manzana. Aunque no les recomiendo que la coman, Hyunjin dijo que le faltaba azúcar y le agregó una cantidad excesiva.
Jisung tomó asiento frente a su hermano y su guardia. Changbin soltó una risa al ver cómo el pelinegro en cuestión aparecía leyendo un libro en voz alta por el pasillo con Lune bordando por detrás. Hyunjin cerró el libro al escuchar su nombre con los ojos entornados, pero soltó una sonrisa gigante al ver a su hermano en el sillón. Seungmin fue víctima de un abrazo, Changbin fue el siguiente.
—¡Que linda visita! —El pelinegro los apretó en sus brazos y luego se lanzó al mismo sillón de Jisung, haciéndolo saltar en su lugar por el impacto de su cuerpo—. Con Jisung deprimido y Lune ocupada este hogar apesta a corazones rotos y desgracia humanizada. Me alegra verlos.
—Comió mucha tarta de manzana —aclaró Jisung, viendo como Lune se sentaba en un sillón individual, sonriendo con elegancia.
—También me alegra verte, Hyunjin. Pero no más abrazos, ¿si? —Seungmin acomodó su ropa y alzó la mirada con un reproche que no resultaba intimidante.
—Lo intentaré —agregó Hyunjin con inocencia.
—¿Qué ocurrió? —preguntó Lune con curiosidad en sus ojos, sabía que una visita de Seungmin era algo que solo traía noticias que los comprometían.
—Me enteré de que fueron a Alsanne —comentó Seungmin—. ¿Qué hicieron en sus tierras?
—Hablamos con el rey Christopher, Jisung quiso entregar su pasado en bandeja de plata y por ello tuvo un reencuentro doloroso y dramático con el pecado personificado. Lune rompió un jarrón carísimo y alimentó unos patos, yo me caí por las escaleras dos veces y salí con dos personas que ahora quiero más que a estos dos humanos, y por último, Jisung visitó el campo de girasoles con el amor de su vida. —Hyunjin sonrió, pero todas las miradas en él eran completamente ajenas a la diversión.
—¿Entregaste el campo de girasoles? —Seungmin miró atónito a Jisung, el rubio tragó duro ante ese exceso de información. Changbin parecía divertido.
—¿De verdad solo te quedaste con esa parte? ¡Volvió a ver a Minho! —repitió el menor como si no fuera suficientemente obvio. Lune le lanzó una mirada con reproche.
—Jisung —llamó Seungmin cuando no recibió por completo su atención—. ¿Estás bien?
—Estaré bien —asintió, sin ánimos de mentir.
—¿Realmente lo hiciste? ¿Lo entregaste por la guerra con Moonwen o por una herida cicatrizada?
—No lo hice —murmuró, sabiendo que ninguno de los presentes allí sabía la verdad—. No logré entregarlo.
Hyunjin se giró a verlo con sorpresa, Lune se limitó a sonreír levemente. Jisung había vuelto del viaje con todo listo para entregarlo, pero la carta que Minho dejó antes de volver a desaparecer le hizo más ruido del que le hubiese gustado. Dejó su corazón a la luz de la verdad y Jisung sabía apreciar aquello.
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Golden Raven - [Minsung] [2do Libro || "La Revolución De Girasoles"] [✓]
FanfictionComienza la segunda versión de aquella leyenda donde hablan del girasol y el dios del sol como el desenlace de un romance no correspondido. La revolución de los girasoles inicia en un campo donde la tierra espera que aquellas dos flores que un día p...