Capítulo 5 / K

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Jongin no había salido de su casa en tres días. El odio que estaba recibiendo no era normal. Grupos se habían puesto de acuerdo en convertirlo en un maltratador de mujeres y la empresa estaba en una campaña para limpiar su imagen y en un guerra legal contra So Mi. Mientras ella seguía inventando situaciones espantosas que había vivido, los representantes y las las fans fieles del cantante exigían pruebas. Conversaciones, grabaciones, cualquier cosa donde aquellas acusaciones pudieran sustentarse. No existía nada.

Así que Kyungsoo decidió aparecer en la fiscalía. Entregó como prueba la agenda laboral y personal del chico que él mismo llevaba. Con lo cuidadoso que era, había guardado cada detalle de las cosas que hacía de los últimos tres años. Horarios, invitaciones, recuerdos de los rodajes, fotografías. Su idea inicial era acumular todo para los aniversarios de debut del artista, pero terminó siendo prueba de que todo lo que esa muchacha decía era mentira.

Mientras ella seguía apareciendo en programas como una víctima, que además no decía nada para evitar que la acusaran de mentirosa, su empresa y los periodistas de una famosa web de chismes se lucían con artículos que inventaban rumores. Si bien no ponía nombres, utilizaba las siluetas y alusiones que hicieran que apuntaran a Jongin.

Cuando el muchacho escuchó la puerta de su departamento abrirse supo de inmediato que era Kyungsoo. Sin dudarlo corrió a su encuentro y lo atrapó entre sus brazos. El guardaespaldas no pudo hacer mucho y simplemente se quedó parado, dejando que el otro lo apretara con fuerza. Eso era lo que necesitaba. Después de un largo rato intentó moverse y separarse, pero le resultó un poco complicado. Casi tuvo que forcejear para tener espacio de hablar.

–Jongin, por favor– dijo mientras ponía las manos en su pecho para empujarlo con delicadeza y poder verlo a la cara.

Fue un movimiento peligroso. Como el cantante era mucho más alto que él y, más fuerte, se aprovechó de eso para buscar un apoyo y lo dejó en contra de la pared. Sus caras estaban muy cerca y ambos tenían las mejillas sonrosadas. La mirada que Jongin le dirigió hizo que Kyungsoo tragara en seco y mirara para otro lado. Fue tan agobiante para él que se escabulló para no enfrentarlo.

–Tu manager va a estar muy enojado conmigo. Pero hablé con el departamento legal. No teníamos opción.

–No quiero hablar de eso ahora– pidió Jongin.

–Es muy importante. Los vamos a demandar. Han utilizado imágenes tuyas sin permiso y las han modificado. Quiere escudarse detrás del argumento absurdo de que no han dicho tu nombre. Pero So Mi lo dijo claramente. Tenemos pruebas y vamos a ganar.

–No quiero hablar de eso ahora. Me siento muy extraño y no quiero tocar ese tema.

–En serio lo siento. Pero realmente es necesario que estemos enterados de todo lo que pasa. Estas decisiones son importantes.

–No es eso– Jongin sacudió la cabeza. –No es que no sepa lo que pasa. No es que no me importe. No es que no sea importante o que no quiera enterarme. Estoy al tanto de todo y has sido de una ayuda impresionante en este duro momento. Pero ya te lo dije. Cuando estamos a solas no quiero esto y tampoco he tenido una respuesta.

–¿Vas a seguir con eso del nosotros?

–Voy a seguir con eso del nosotros.

–¿Por qué haces las cosas tan difíciles?– quiso saber Kyungsoo exasperado.
–Yo no las hago difíciles, te las dejo en bandeja. Estoy aquí, intentando confesarme mientras tú intentas huir, como siempre. Como lo has hecho todos estos años. Mientras más seguro estoy de mis sentimientos más te asustas. Mientras más confianza gano para formar algo contigo más intentas escapar. No me digas que soy yo el que hace las cosas difíciles, por favor.

–Lo dijiste.

–¿Qué?

–Lo dijiste. En voz alta. Ya no hay vuelta atrás. ¿Entiendes que no hay vuelta atrás?

–Lo entiendo.

Jongin se acercó lo suficiente para ponerlo nervioso. Sus labios estaban entreabiertos y cada vez más y más y más cerca. Kyungsoo apretó los suyos y miró para otro lado. Él estaba esperando a que suceda, pero el otro chico tomó su actitud como un rechazo. Quiso llegar, pero no lo consiguió. Así que se quedó ahí, muy cerca.

–No hay vuelta atrás.

–No la hay– respondió el cantante. –Cuando termine esto, voy a hacerlo, Kyungsoo.

****

El departamento legal sugirió que hubiera una reunión previa para llegar a acuerdos, porque una demanda implicaría gastos millonarios para ambas empresas. Completamente de incógnito, se reunieron las partes en el edificio de los posibles demandantes. La reunión fue densa, compleja y llena de tensión. Amenazas disfrazadas se dejaban oír de lado y lado y So Mi se dio cuenta que tenía demasiado que perder.

–Nos han causado grandes pérdidas y la imagen de nuestro artista está en una situación comprometedora– el abogado tenía una mirada atemorizante.

–Una demanda podría llevar a nuestra compañía a la quiebra– el manager de So Mi intentó jugar con la misma carta que habían mantenido hasta el momento: ser víctimas.

–Un comunicado oficial. Kai y So Mi no tienen ninguna relación, él jamás la ha maltratado, jamás le ha hecho daño y ha sido acosado por acusaciones falsas el su contra. Se lamentan haberlo dicho tan tarde y ustedes deciden si hablan por los paparazzis o los traicionan.

–Eso nos pondría en una situación muy complicada– intervino el abogado de la otra parte.

–El caso está en la fiscalía. Está en nuestras manos hacer esto una demanda por daños a la imagen. Podemos poner cargos con agravantes o pasar de eso con calma y que nadie se entere. Su situación es, en realidad, complicada. Nosotros tenemos demasiado que perder, pero ustedes tienen todo que perder– el abogado frunció el ceño y miró a Kyungsoo. El guardaespaldas asintió con la cabeza.

–¿Cuánto tiempo tenemos para hacer el comunicado?

–Tres días– respondió Jongin él mismo.

El cantante se puso de pie y Kyungsoo fue con él cuando la reunión acabó. Se dirigían a un lugar donde ni la gente de su misma empresa pudiera verlo. En el camino, So Mi cometió la fatal decisión de acercarse a él.

–¿Puedo hablar un momento?– pidió la chica

–¿Estás feliz?

–¿Perdón?– preguntó sorprendida.

–Estoy seguro que esto fue tu idea. No importa lo que digas o cómo quieras justificarte pero no te lo voy a perdonar. No quiero volver a verte.

–Oppa...

–No me llames así. Si tienes un mínimo de decencia no volverás a verme. Has hecho demasiado daño. Si lo supieras... estarías avergonzada y arrepentida. Pero parece que no.

Guarda (apariencias)  espaldas ║Kaisoo ║EXO Fest: Un Romance de NovelaWhere stories live. Discover now