Capítulo 8 / K

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Jongin se dio cuenta que debía rendirse. La negación era dolorosa y, sus sentimientos eran más importantes en ese momento. Él era lo más importante en el mundo. Kyungsoo. Con su sonrisa de corazón, con su ceño fruncido vestido de guardaespaldas mientras lideraba todo de tal forma que lo protegía, lo hacía de verdad. Tantos años de conocerse, de trabajar juntos, de inocentemente enamorarse sin poder evitarlo. Fueron todos los pequeños detalles los que le llevaron a agarrarlo de los muslos y apoyarlo contra la pared para besar su cuello mientras desabotonaba su camisa.

–Estás yendo demasiado rápido– susurró Kyungsoo mientras se apoyaba en sus hombros como único lugar para mantener la postura tan incómoda que tenía en ese momento.

–No, hyung, he ido demasiado lento. Esto ha demorado años cuando debimos resolverlo en los primeros meses.

–No me refiero a eso, bobo. Me refiero a lo que está pasando en este momento.

–Yo también.

El cantante se acercó a él de nuevo y lo hizo callar besando sus labios y apretándolo más contra él. Había muchas formas de expresar lo que sentía, pero tomando en cuenta la situación, la forma física parecía la más adecuada. Kyungsoo se hizo para un lado y cuando volvió a acercarse sonrió antes de besarlo de nuevo. Una oleada de recuerdos invadieron al cantante.

Cada momento en que lo escoltó entre las multitudes. Todas las veces en que lo ayudó con su horario. Las reuniones interminables, las veces que lo sacó de momentos incómodos. Su preocupación por todos los aspectos de su vida. Todas las veces que se quedó en su casa para cuidarlo. Era la persona que más se preocupaba por él. Se hacía cargo hasta de cosas que no debía como su comida y sus asuntos familiares. Le encantaba la forma natural en la que entraba en su casa y se sentía cómodo y feliz en ella. Pasaba de ser el hombre serio de traje oscuro al chico amable y dulce de ropa oscura.

–Sé lo que va a pasar...– Kyungsoo lo abrazó, pero lo detuvo. –Y tenemos que pensar mucho. Hemos peleado últimamente y estás pasando por un momento muy duro por culpa de So Mi. Me encantaría estar contigo ahora mismo, pero no quiero que te arrepientas de nada.

–No me voy a arrepentir de nada– Jongin empezó a besar su cuello mientras sus traviesas manos iban por ahí y por allá.

–Puede que no de inmediato, pero sí a largo plazo.

–Eso no va a pasar– insistió el cantante.

–No los sabes. No soy una persona que tenga mucha paciencia, mi trabajo está lleno de estrés y quiero controlarlo todo. A veces me siento agobiado por la interacción social, pero al mismo tiempo puedo involucrarme demasiado en las relaciones personales. Estoy lleno de defectos y no quiero ser un problema para ti, quiero ser un apoyo.

–Kyungsoo– susurró el chico y luego se tapó el rostro avergonzado. –Dices como si esas características de tu personalidad fueran malas cuando todo te hace la persona perfecta para mí. No importa que no tengas paciencia porque conmigo eres increíble, incluso cuando te enojas eres amable. Tu trabajo está lleno de estrés, pero yo soy tu trabajo y haré todo lo posible para hacer que sea más fácil y cómodo para ti. Nos sentiremos mejor si estamos juntos, te lo aseguro. Si quieres controlarlo todo, yo quiero que lo hagas porque me siento seguro con tu forma de ser y porque, además, siempre respetas mi forma de ser y mis pensamientos y sólo quieres que todo salga de lo mejor para mí. Tampoco me gusta la interacción social en exceso y amo que prefieras estar en casa conmigo que de fiesta, eso me enamora aún más. No estás lleno de defectos, sólo tienes tus cosas como todos en el mundo. Jamás vas a ser un problema para mí y eres mi más grande apoyo.

El guardaespaldas se metió las manos en los bolsillos y cerró los ojos porque era imposible disimular su sonrojo. Cada argumento de Jongin aplastando los suyos lo llenaba de felicidad y de ganas de besarlo hasta dejarlo sin aliento. Pero no podía precipitarse de esa forma. Tenía que mantener la calma, ¿Pero cómo? No tenía nada cubriendo su pecho, los pantalones apretados y los labios hinchados por culpa del desgraciado de Jongin. Y, para empeorar todo, se acercaba a cada momento a robarle un beso, a acaricia su piel y a hacerle hundirle las uñas en los brazos intentando controlar sus impulsos de comérselo en ese mismo instante. Pero tenía que ser fuerte.

–Entonces, ¿qué vamos a hacer ahora mismo? No podemos empezar a salir así nada más. Tiene que ser un proceso.

–¿Un proceso?– se quejó Jongin como un niño pequeño. –¿Más o menos como el proceso que hemos tenido hasta ahora? Viviendo el enamoramiento, la negación y la aceptación. Creo que es hora de empezar a salir como se debe.

–A escondidas– advirtió Kyungsoo con el ceño fruncido.

–Para el resto, pero no para nosotros. Nadie va a dudar o sospechar nada del guardaespaldas que de todas formas está conmigo todo el día y lo único que va a cambiar es que en vez de necesidad de afecto y frustración sexual, seamos felices.

–¡Jongin!– exclamó el muchacho avergonzado.

–Eso es injusto. ¿Y si fuera al revés? ¿Cómo te sentirías si tú fueras el famoso y yo el guardaespaldas? ¿Cómo te sentirías en mi lugar pensando que no quiero estar contigo porque la fama que tienes puede arruinarlo todo con la persona de la que estás enamorado?

–¿Estás enamorado de mí?– Kyungsoo no pudo evitarlo, unas pequeñas lágrimas saltaron de sus ojos.

–¿No es obvio?

–Bueno, yo... todavía no lo sé.

–Pues hoy empezamos el descubrimiento, hyung. Hemos esperado demasiado y merecemos amarnos. 

Guarda (apariencias)  espaldas ║Kaisoo ║EXO Fest: Un Romance de NovelaWhere stories live. Discover now