Capítulo 7

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Capítulo 7

Se sentía tan cálido, tan ligero y aún sin abrir los ojos sabía que había dormido excelentemente bien. Algo duro se situaba debajo de su cuerpo, pero la comodidad era tanta que aún se negaba a despertar. Con un esfuerzo sobrehumano abrió lentamente los ojos sin moverse y un olor ya conocido golpeó sus fosas nasales, "el aroma de Naruto", sonrió con sus ojos adormilados y recordó lo que pasó la noche anterior, un sentimiento de satisfacción llenó su pecho, no se arrepentía en lo absoluto ni siquiera porque el culo le escocia como los infiernos.

Quiso entregarse al rubio y así lo hizo, ni siquiera lo tuvo que pensar mucho, no sintió miedo, no sintió incomodidad, no se sintió inseguro y sabía...sabía que solo Naruto había logrado hacerlo sentir así, no se veía haciendo con alguien más lo que hizo con el rubio y tampoco quería, comenzaba a cuestionarse si esas tonterías de las vidas pasadas serian ciertas, porque solo así podría explicar esa repentina comodidad al lado del rubio, esa sensación de hogar, su pecho se calentaba por esos sentimientos y a pesar de nunca haber tenido sexo, casi podía asegurar que la química sexual con el rubio era mutua. De pronto un ronquido sobre su cabeza lo sacó de sus cavilaciones, mirando hacia arriba se encontró a su rubio tormento durmiendo con la boca abierta.

Uno de los trigueños brazos lo tenía bien agarrado mientras el otro descansaba desparramado en la cama, no se quería mover, le gustaba estar sobre el rubio. Los recuerdos de la noche anterior golpearon su mente, en verdad estaba sorprendido, no necesitaba haber tenido sexo antes para saber que el rubio era un amante increíble, era tan sucio y vulgar que tan solo pensarlo le calentaba hasta los huesos y para variar acaba de reparar en la desnudez de ambos por lo que no pudo controlar su creciente erección sintiéndose avergonzado tratando de levantarse con muchísimo cuidado para no despertar a su acompañante pero al intentarlo el rubio lo apretó con ambos brazos imposibilitándole el movimiento y aunado a eso su erección roso con el dormido miembro del mayor sacándole un jadeo involuntario por el delicioso contacto.

Volvió a mirar el rostro del rubio y este seguía durmiendo, así que con un leve movimiento como no queriendo la cosa, movió su cadera para volver a sentir ese contacto nuevamente, era muy agradable y placentero, tal vez si lo hacía despacio podría calmar su ansiedad sin despertarlo.

Comenzó un lento vaivén frotándose contra un dormido blondo dejando que las sensaciones se expendieran por su cuerpo lentamente, le parecía increíble que solo existiera una persona con la que sus hormonas reaccionarán de esa manera tan caliente y no iba a negarse a ese placer aun con los obstáculos que se pudiesen presentar.

Poco a poco comenzó a subir el ritmo de la fricción sin despegar la mirada del rostro de un abusado rubio que entre sueños reaccionaba a los estímulos del menor. Pronto el placer fue insuficiente, ser poseído no era una opción "realmente le dolía el culo" , pero podría buscar una manera de saciar sus recién descubiertos instintos. La noche anterior no pudo brindarle las caricias que hubiera querido darle al otro ya que debido a su inexperiencia aunado al huracán que era Uzumaki Naruto en la cama, no tuvo tiempo ni de tocarlo como le hubiese gustado.

Como pudo se comenzó a incorporar de manera muy lenta y cuidadosa hasta lograr que el rubio lo soltara, de un suave movimiento se acuclilló junto a él y lo contemplo silenciosamente.

—Vaya, realmente es hermoso.

—Solo mío.

Con curiosidad deslizó apenas con un toque las yemas de sus dedos por las marcas zorrunas del mayor, repaso las rubias cejas con adoración y finalmente delineo los labios con su pulgar. A continuación, su vista descendió hacia el ancho pecho y lo acaricio lentamente con la palma de su mano, realmente tenía la piel más bonita que había visto ¿Cuántas personas no pagaban una fortuna por obtener un bronceado así? Y ni siquiera se acercaban a el color de Naruto.

EL EPÍTOME DEL EROTISMOWhere stories live. Discover now