Just Me And Him [Completa]

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Íbamos ya de regreso a casa de los Jaeger, después de pasar prácticamente la mitad del día en los juegos de la heladería.

Mi celular comenzó a sonar, escarbé en el desorden que había en mi bolsa hasta que lo localicé. Era el número de mi casa.

- ¿Si?

- Señorita Mikasa- se escuchó del otro lado de la línea. - su madre pregunta que a qué hora llegará.

- Dile que no llegaré. - contesté seria y note como Eren volteaba a verme y luego regresaba su mirada al camino. - Dile que me quedaré en casa de Armin. - Lucía, una de las encargadas de la casa tapó la bocina y escuché como le repetía mis palabras a mi madre quien apuesto todos mis vestidos a que estaba perdida en su laptop y hablando por su celular.

- Dice que está bien, que tenga cuidado. - ahora necesitaba hablar con Armin.

Colgué y dejé presionado el uno, que era la marcación rápida para Armin, llevé mi celular a mi oído.

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EREN

¿Con esa facilidad la dejaban quedarse en casa de Armin?

Se la había pasado todo el día fuera y porque simplemente no le apetecía llegar a su casa no lo hacía.

- ¿Armin? ¿Dónde estás? - dijo pasando una de sus manos por su cabello. - ¿Me puedo quedar en tu casa hoy? - preguntó y volteé a verla, una sonrisa se coló por sus labios. - Gracias. - dijo entusiasmada. - Ahorita nos vemos. - presionó el botón rojo.

Una vez más volteé a verla, ella también volteó y me sonrió arrugando la nariz. Regresé mi mirada al camino.

- ¿Y cuándo vendrás de nuevo? - le preguntó Hanna a Mikasa al momento que se despedía.

- Pues… yo... - balbuceó y levantó su mirada buscando la mía. - Pues cuando tú me invites. - le dijo sonriente.

- ¡Ahora! - Hanna comenzó a saltar. - Quédate más ¿si?

- Sí, dile Eren. - me pidió Axel.

- No niños. - dijo con un tierno tono de voz. - Es tarde, y mañana tienen colegio al igual yo. - les explicó pero era imposible hacerlos cambiar de opinión.

- Vayan adentro ya. - les dije y ambos voltearon a verme ¿tristes?

- Está bien. - dijeron al unísono, ambos dieron un beso en la mejilla de Mikasa y caminaron enfilados hacia la casa.

- Bueno… -  alargó caminando hacia su auto. - Adiós Jaeger.

¿Qué? ¿Así nada más? ¡Mierda! ¡Eso es! ¡Eso es lo que precisamente odio de ella! En un momento es una y a los pocos minutos ya es otra.

Caminé detrás de ella y cuando intentó abrir la puerta puse mi brazo y volví a cerrarla.

- ¿Se puede saber qué haces? - preguntó dándose la media vuelta.

- No dejaré que te vayas. - dije firmemente acorralándola poniendo mis brazos a sus costados, ella abrió sus ojos como platos. - No hasta que me prometas que no saldrás con Colt.

- ¿Y por qué habría de prometerte eso? - frunció el ceño. - ¿A ti que te importa si salgo con él o no?

- Solo no quiero que salgas con él. - ni siquiera yo sabía el por qué de mi petición.

- ¿Celos? - preguntó tratando de provocarme, no le diría lo que quería escuchar.

- Sabes de sobra que no.