XI

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T/N


"¡El termo!" gritó Percy mientras nos precipitábamos hacia el agua.

"¿Qué?" pregunté agarrándome con fuerza a uno de los asientos del bote.

¿Se había vuelto loco? 

Tyson sí le entendió. Logró abrir una de las mochilas y sacar el termo mágico de Hermes sin que se le cayera y, lo que es más, sin caerse él.

Ah, ese termo.

Las flechas y jabalinas silbaban a nuestro alrededor.

Percy agarró el termo.

"¡Agárrense bien!"

"¡Ya estoy agarrada!" gritó Annabeth.

"¡Más fuerte!"

Tyson nos sujetó por la remera a los tres  y Percy le dio al termo un cuarto de vuelta.

Al instante emitió un chorro de viento que nos propulsó lateralmente y convirtió nuestra caída en picado en un estrepitoso aterrizaje en un ángulo de cuarenta y cinco grados.

No me pregunten como llegué a ese resultado.

El viento parecía reírse mientras salía del termo, como si se alegrara de liberarse por fin. Al impactar con la superficie del agua, rebotamos una, dos veces, como una piedra lanzada al ras, y de repente salimos zumbando como en una lancha motora, con el agua rociándonos la cara y sin otra cosa en el horizonte que el mar abierto.

Oí un grito furioso en el barco, pero ya nos hallábamos fuera del alcance de sus disparos. El Princesa Andrómeda se convirtió enseguida en un barquito de juguete y desapareció.

***

Mientras nos deslizábamos a toda velocidad por el agua, intentamos enviarle un mensaje Iris a Quirón. Pensábamos que era importante explicarle a alguien lo que se proponía Luke.

Tampoco sabíamos en quién más confiar.

A aquella velocidad, el bote levantaba una fina cortina de agua y la luz se descomponía en un arco iris al atravesarla: las condiciones ideales para enviar un mensaje Iris. Annabeth arrojó un dracma de oro a la cortina de agua y yo recé para que la diosa del arco iris nos mostrara a Quirón. Apareció, su cara sin problemas, pero había una extrañas luces de colores  y una música de rock atronando en segundo plano, como si estuviese en una discoteca.

Sin duda Quirón estaba disfrutando su retiro.

Se lo contamos todo: nuestra escapada del campamento, Luke y el Princesa Andrómeda, el ataúd de oro con los restos de Cronos... Pero entre el ruido que había de su lado y el zumbido del viento y del bote surcando las olas, no sabía cuánto lograría captar de todo aquello.

"Percy," chilló Quirón "tienes que tener cuidado con..."

Su voz quedó ahogada por un gran griterío a su espalda: un montón de voces aullando en plena juerga como guerreros en pleno ataque.

"¿Qué?" gritó Percy.

"¡Maldita sea la gente!" Tuvo que agacharse para esquivar un plato que pasó por encima de su cabeza para ir a estrellarse fuera de nuestro campo visual. "¡Chicas, no deberían haber permitido que Percy saliera del campamento! Pero si consiguen el vellocino..."

"¡Sí, pequeña!" chillaba alguien que tenía detrás "¡Uau, Uau!"

Bueno, la cosa se está poniendo un poco turbia.

ᴘᴇʀᴄʏ ᴊᴀᴄᴋsᴏɴ: ᴍᴏɴsᴛʀᴜᴏsWhere stories live. Discover now