XIII

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PERCY


Desperté en un bote de remos con una vela improvisada con la tela gris de un uniforme confederado.

t/n, sentada a mi lado, iba orientando la vela para avanzar en zigzag.

Intenté incorporarme y de inmediato me sentí mareado.

"Descansa." me dijo  "Vas a necesitarlo."

"¿Y Tyson...Annabeth?"

Ella meneó la cabeza.

"N-no lo se."

Guardamos silencio mientras las olas nos sacudían.

"Quizá hayan sobrevivido." dijo, aunque no muy convencida "Ya sabes, el fuego no puede matar a Tyson y estoy segura de que Annabeth logró subirse al bote salvavidas."

Asentí, pero no tenía ningún motivo para guardar esperanzas. Había visto cómo aquella explosión destrozaba el hierro blindado. Si Tyson estaba junto a las calderas en aquel momento, era imposible que hubiera sobrevivido.

Había dado su vida por nosotros, y yo no podía dejar de recordar todas las veces en que me había avergonzado de él y había negado que estuviéramos emparentados.

Las olas rompían contra el bote. t/n me enseñó algunas cosas que había logrado salvar del naufragio: una bolsa hermética llena de ambrosía, un par de camisas de marinero y una botella de SevenUp. 

Ella me había sacado del agua y también había encontrado mi mochila, aunque los dientes de Escila la habían desgarrado por la mitad. La mayor parte de mis cosas se habían perdido en el agua, pero todavía tenía el bote de vitaminas de Hermes. Y también mi espada Contracorriente, desde luego. No importaba dónde perdiera aquel bolígrafo: siempre volvía a aparecer en mi bolsillo.

Navegamos durante horas. Ahora que estábamos en el Mar de los Monstruos, el agua relucía con un verde todavía más brillante, como el ácido de la hidra. El aire era fresco y salado, pero tenía además un raro aroma metálico, como si se aproximara una tormenta eléctrica, o algo aún más peligroso. Yo sabía en qué dirección debíamos seguir. Y sabía que nos hallábamos exactamente a ciento trece millas náuticas de nuestro destino, en dirección oeste noroeste. Pero no por eso lograba sentirme menos perdido.

Sin importar en qué dirección virásemos, el sol siempre me daba en la cara. Compartimos unos sorbos de SevenUp y utilizamos la vela por turnos para refugiarnos un poco con su sombra. También hablamos de el último sueño con Grover de t/n, el cual sorprendentemente era el mismo que yo había soñado.

Sospechábamos que Grover había logrado comunicarse con los dos al mismo tiempo. En caso de que t/n no recibiera el mensaje, me tenía a mí de respaldo.

Según ella, teníamos menos de veinticuatro horas para encontrarlo, y eso dando por supuesto que su sueño fuese fiable y que Polifemo no cambiara de idea e intentara casarse antes.

Bajé la vista para examinar nuestras escasas pertenencias: la ambrosía, el bote de vitaminas. Me acordé de la mirada rabiosa de Luke cuando intenté hablarle de su padre.

"t/n, ¿cuál es la profecía de Quirón?"

Ella frunció los labios.

"Percy, no..."

"Ya sé que Quirón prometió a los dioses que no me lo diría. Pero tú no lo prometiste, ¿verdad?"

"Saber no siempre es bueno."

"¡Pero tu lo sabes!"

"¡Ya lo sé! Pero cada vez que un héroe se entera de su futuro intenta cambiarlo, y nunca funciona."

ᴘᴇʀᴄʏ ᴊᴀᴄᴋsᴏɴ: ᴍᴏɴsᴛʀᴜᴏsWhere stories live. Discover now