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Narrador Omnisciente

Los juegos del destino son verdaderamente difíciles de descifrar, más no imposibles de manipular, es cierto que cada persona en el mundo posee un destino, ya sea bueno o malo a veces este se une con la vida la cual puede conspirar en nuestra contra o a nuestro favor , ¿Ilógico no creen? Porqué confiaríamos en algo inteligible a simple vista, algo que no tiene una forma física, algo que se puede manipular si sabes mover las piezas correctas, la vida misma nos da indicios o pequeñas probaditas de que nos vendrá después, que planea para nosotros.

Los recuerdos que guardamos, son poderosos, pueden hacer morir de risa he inclusive destruirte en solo segundos, cada recuerdo se acumula en tu subconsciente, formando así una película llena de malos y buenos momentos; obscuros y claros. Estos mismos son cicatrices, pero no como aquella que te queda cuando te abres el labio o la barbilla, estas se incrustan en el alma y permanecen ahí, tranquilas, invisibles, quietas; pero claro esta no dura siempre este efecto. Solo necesitan un factor, cualquier cosa u acción para encenderse de nuevo y torturarte, tal vez no todo el tiempo, pero si una fracción de aquello que solemos llamar vida.

Es aquí cuando creemos que podemos cambiar el destino de las cosas, la cronología de los sucesos, podemos modificar la ruta; darle mil vueltas cual montaña rusa pero nunca cambiaremos el final, podemos incluso prolongarlo pero jamás cambiarlo, todas las acciones, decisiones y errores que se cometen tienen su propósito. Cómo el de nuestros protagonistas.

[.....]

Jungkook se encontraba sentado en su estudio admirando aquel óleo sobre lienzo, que tiempo atrás había significado mucho para él; pero ahora solo era una plasta de pintura en la pared con textura o eso es lo que él quería hacerse creer, mientras que su mano era poseedora de un vaso de vidrio con Wisky dentro de él. La rutina de cada maldito año, sentarse, admirar y divagar en aquel día, el único día que faltaba al trabajo; el único día que su apartamento estaba en penumbras, el único día que le permitía a sus recuerdos tomar el control de su cuerpo, el único día que se permitía sentir , aunque esto lo matara internamente.

El poseía su propio infierno, muy oculto del exterior inclusive del mismo, llevo el trago entre sus manos a su boca, saboreando el sabor del Wisky mezclado con la frescura de los hielos, su gesticulación cambiaba conforme el líquido descendía por su garganta. Jungkook aborrecía el cigarro, su olor, su sabor inclusive su aspecto, nunca fue de su agrado y hasta la fecha no lo soportaba, se preguntaran si tanto lo aborrecía__¿por qué carajos se encontraba consumiendo uno ahora mismo?__ni siquiera el mismo podría contestar esa pregunta, mientras observaba detenidamente cada detalle del cuadro en la pared su boca daba una calada al cigarrillo entre sus dedos, no era por el sabor de la nicotina, si no por la sensación del humo deslizándose entre sus labios.

Su concentración se vio interrumpida por la voz atreves del identificador, que minutos atrás se había filtrado por el celular del mismo. De prisa salió de su estudio; tropezando torpemente, sus ojos no miraban por donde iba solo estaban enfocados en llegar a su meta, la puerta de su apartamento, hubiese sido más fácil dejar simplemente la puerta abierta, pero no lo hizo finalmente llego a esta, tomando el picaporte abriéndola a su vez, dejando ver aquella silueta.

A este punto jungkook no era consciente de su estado, había perdido el control total de su cuerpo y pensamientos, quien lo viera tan indispuesto juraría que le estaban jugando una broma de mal gusto.

__¿Dios Jungkook que te paso?... ¿Acaso fumaste?__las palabras salieron con preocupación.

__Si un poco__una risa acida, acompañada de las palabras anunciadas con anterioridad se coló entre sus labios.

El encuentro de aquellos ojos fue suficiente para que Jungkook se rompiera totalmente, por primera vez en años mostró fragilidad ante una persona.

No fue necesario que Jungkook lo pidiera, aquella persona entendió sus gestos, se adentró en el apartamento del antes mencionado y lo cubrió con sus finos brazos, durante años odiaba este gesto, le irritaba la idea de que las personas lo recibiesen con un abrazo, considera ese gesto como una aberración, eso mismo provoco que se privara de la calurosidad de uno, la protección que brindaba los brazos ajenos sobre su cuerpo.

Jungkook se relajó en los brazos que tanto calor le habían proporcionado y sin darse cuenta se había quedado profundamente dormido. Mientras su mente divagaba en lo profundo de esta una mano se posó sobre su rizos dando un toque delicado y acogedor, otra respiración acompañaba la suya.

Al abrir los ojos se encontró con esos orbes que resplandecían con luz de la luna, aquellos ojos que se convirtieron en su refugio, en su escapatoria de la realidad, los únicos que habían presenciado su momento de fragilidad, que sin importar lo que vieron no lo juzgaron y tampoco lo miraron con lastima o remordimiento.

Sus miradas se encontraron y el silencio reino en su habitación, sus ojos decían todo lo que su garganta había estado reprimiendo durante horas, una sonrisa fue lo que obtuvo en respuesta de aquella persona junto a él, sin poderlo evitar su mirada descendió hasta los labios de su acompañante, sus rostros se aproximaron quedando a escasos centímetros, sus labios comenzaron un roce encantador sin perder lo provocativo de este, sus labios se abrieron listos para encontrarse, listos para probarse, había sido suficiente provocación para ambas partes, un solo movimiento y sus labios se volverían amantes infinitos.

__No me tortures más__la voz de su acompañante le hizo soltar una sonrisa y con eso fue más que suficiente para que se aproximase a esos labios que tanto deseaba, que tanto quería poseer...

SIENTEME  (Jikook)Where stories live. Discover now