Salida

197 20 4
                                    

La noche se aproximaba al pasar de los minutos y el ambiente era demasiado intenso. Ambos azabaches seguían caminando por la calle de los suburbios donde residían y pasarían la mayor parte de su juventud y adolescencia. La pareja, en el sentido de acompañamiento, estaban algo extasiados por el simple hecho de estar completamente solos con la persona que tenía más tiempo en su amistad. Aunque era algo de extrañarse, ya que a pesar de estar casi siempre el uno al otro, en realidad casi nunca tenían un tiempo asolas a excepciones de cuando se conocieron o cuando tuvieron esa discusión sobre el malentendido en el festival de verano y la perversidad de Kawaii-San hacia Hitohito en las escaleras... el chico no se ha vuelto a subir a esas escaleras por el recuerdo que le dejo, prefiriendo las escaleras de otras partes que la ya mencionada.

A Tadano se le hacía muy complicado que su mejor amiga hubiera aceptado de antemano, ya que no creía bastante viable un sí departe de la contraria, al punto que la pena lo invadía a cada segundo que pasaba, haciendo que él casi se aventara a un carro que pasaba a su costado, pero obviamente el chico no haría una estupidez como esa, pero aun así el sonrojo en su cara era bastante notable. Dando un suspiro lento, pero silencioso, el chico pudo calmar sus ansias de cometer un suicidio, pero aún no se podía escapar de su mente, el "si" la cual su amiga había dicho con una forma tan precisamente perfecta que al momento de escapar sus labios casi se desmayaba en el sitio. El chico comenzaba a comprender de por qué los compañeros de su clase la consideraban una "Diosa" y razones no les faltaban, pero si Tadano no se hubiese dado cuenta del pequeño detalle, la cual sería su problema de comunicación... puede que hubiera sido uno del trío de Simps... pero entonces se hubieran considerado una escuadra en lugar de un trío.

El chico estaba un poco metido en sus pensamientos, la cual la azabache no pudo notar, ya que incluso ella estaba muriendo de vergüenza al estar completamente sola al lado de su mentor. Pero al momento de que ella había aceptado el salir con él, quería redimirse al instante, pero no pudo. Pensaba que lo había hecho por plena lástima y la forma que la había invitado a comer era demasiado tímida y a la vez romántica... era como si todo hubiera sido planeado, pero por como ambos se encontraban la realidad era distinta. Para Komi-San le era bastante difícil identificar este evento como una cita o solamente era simple amistad. Cualquiera de los dos significados era algo demasiado grande para ella poder vivir y no se sentía completamente lista... pero con tan solo voltear su cabeza a la mirada pensativa de Hitohito en cierto motivo se sentía segura.

No siempre era con su mirada, pero con tan solo poder escuchar su nombre era como si su presencia se hiciera presente al instante, aunque no fuera así. Suponía que ese sentimiento era normal, por lo mismo que él es su primer y mejor amigo varón, ya que la mejor amiga femenina todavía no recurría en quien posicionar, pero de que Tadano era el mejor chico que hubiera conocido era una gran verdad.

Ambos estaban tan alejados de la realidad que no habían notado que jamás se habían despegado del uno al otro, ya que al momento de que la invitación de Tadano fuese aceptada, la chica había tomado de la mano al contrario, puesto que este se la había ofrecido. Y a pesar de todo eso la pareja inconscientemente no querían soltarse del uno al otro, el calor del agarre y el momento que pasaban el uno al otro era algo demasiado hermoso aparte de vergonzoso. Las demás parejas que si eran novios, al igual que la gente mayor, miraban a ambos con aceptación y jubilo, dejándolos ser lo que fueran. Pero no todo era color de rosa, ya que varios chicos de aparentemente la misma edad no paraban de ver con odio y repudio al chico con flor de broche, algo que pudo notar en cuestión de segundos porque al saber como leer el ambiente, Tadano tenía que mantenerse fuerte por Shouko, por el hecho de que sentía que si mostraba un poco de inseguridad... sabía que uno de los chicos no dudaría en intentar coquetearle en su cara de este.

El trayecto había sido algo bastante extraño e incómodo, pero algo que también era bastante seguro era que lo habían disfrutado a pesar de las circunstancias. El restaurante que habrían visitado era el tan conocido Ramen Darou, ya que mucha gente había dejado demasiadas referencias buenas sobre el lugar. Shouko reconocía el lugar porque siempre pasaba delante del restaurante al momento que se dirigía a la escuela o regresaba de la misma, al primer día de que la azabache había ingresado al Instituto Itan había pasado frente al local, la cual apenas había abierto sus puertas y solamente era el dueño que trabajaba en su restaurante. Y cada vez que pasaba delante del mismo recinto, el señor la saludaba de una forma bastante peculiar que incluso se volvió costumbre, ya que era en la forma del silencio. O eso era lo que los clientes pensaban, pues el dueño solamente susurraba demasiado bajo y hablaba demasiado rápido, algo que para el oído común y corriente era difícil de escuchar. Pero para Komi como para el dueño era como un saludo secreto, no tan secreto.

La Discordia (Komi-San No Puede Comunicarse)Where stories live. Discover now