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Él solo comenzaba a pasar sobre la ventana para después darle a la cara de Hitohito dando a entender que era hora de levantarse, se sentía de la mierda por lo mismo que necesitaba darse una ducha cálida y un buen café para amanecer de buen humor. Pero aun así... apenas eran las seis y media de la mañana y un mínimo rayo del apenas resplandeciente sol ya lo había despertado. Aunque aún se encontrase recostado en su cama, el chico con toda la fuerza del mundo decidió levantarse para poder tomar su ropa interior, su toalla y finalmente dirigirse hacia el baño para quitarse el sentir de su grasosa y pegajosa piel, al igual que su cabello quebrado y seco.

El chico no tomo ni más de diez minutos para después salir del baño donde ya había terminado su aseo personal, y en verdad que era bastante reconfortante lo que ya había pasado. ¿Pero qué podría ser? Aun con la duda le perforaba su espalda y su intriga crecía al pasar de los minutos, pero sin saber el porqué.  El chico estaba en el comedor de su departamento, su madre ya se había marchado a laborar para poder sacarlos adelante, y eso le enorgullecía tanto al chico como a su hermana menor. Su café estaba en el lado derecho de su mano, la cual solamente reposaba en la mesa y él se mantenía completamente en paz. Se había despertado bastante temprano y eso lo sabía, su mente no tenía estrés, pero no duraría mucho, por lo mismo que tenía que asistir a su escuela, la cual era demasiado extraña. Por no decir siniestro, pero aun así podía mantener su encanto.

Su hermana apenas había salido de su cuarto, su cabello estaba un poco alborotado y desacomodado, sus ojos estaban rojos por lo mismo que quería seguir durmiendo y todavía mantenía su pijama puesta en ella. Tadano solamente se mantenía pensativo, por lo cual no se dio cuenta de que al momento que Hitomi pasase a su lado, ella agarrara y tomara un sorbo de su café, a lo cual casi al instante el chico hizo la misma acción dejando un poco confundida a la chica.

Hitomi: ¿Ese no era mi café?

Tadano: No, pero aun así yo a veces me comía tu comida cuando ya no querías, es por eso que no me importa del plato de otras personas... por lo menos no lo dejabas todo lamido o babeado. Ay... aun recuerdo cuando eras una bebe pequeña e indefensa, yo te cambie los pañales.

Hitomi:... Eres 2 años mayor que yo.

Tadano: En fin, viejos tiempos. Si quieres café ahí está la hoya con agua caliente para que te lo prepares a tu gusto. 

Hitomi: Gracias.

El chico solamente se limitó a asentir su cabeza para después seguir en un trance pensativo, por lo que le faltaba o creía faltarle. En eso miro su mano, la cual comenzó a abrir y cerrar varias veces, al igual que sus ojos para ver si algo llegaba a su cerebro, pero nada. El líder de clase soltando un suspiro se decidió tomar su bebida por completo para después acercarse al fregadero y lavarlo. Terminando su desayuno, el chico se dirigió a su habitación para empezar a vestirse para el día de hoy, la cual no era la gran cosa, ya que solamente se trataba de su uniforme escolar de gala, la cual hoy decidió alagarse a sí mismo para después salir de la recámara. Donde al momento de salir al pasillo pudo notar a su hermana menor estando enfrente de él, intentando poder pasar, pero ninguno de los dos cedía el paso al otro.

Tadano: ¿En qué puedo ayudarle?

Hitomi: Onii-Chan... este es NUESTRO cuarto.

Tadano: ¿Contraseña?

Hitomi: Mi puño en tu cara.

Tadano: Puede pasar.

Con un poco de temor hacia su hermana menor, el chico prefirió cederle el paso para que ella pudiese pasar al cuarto compartido. Casi al instante salir de su cuarto para que ella tuviese la privacidad de poder arreglarse sin estar totalmente incomodad de saber que alguien la estuviese mirando o saber que su propio hermano también la estuviera viendo. La chica sabia que su hermano no era un maldito depravado y que jamás se le quedaría mirando fijamente, ya que a pesar de ser un adolescente, el líder de clase era bastante maduro, con su mentalidad fría por no dejarse manipular por sus propias emociones. En verdad admiraba demasiado a su hermano, aunque le daba pena decirlo en su cara. Tadano preparo la lonchera de Hitomi para que al momento de salir de la casa ya no estuviera tan apurada. 

La Discordia (Komi-San No Puede Comunicarse)Where stories live. Discover now