Frio

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La noche era calmada y hermosa como todas las anteriores, a sabiendas de lo que había ocurrido en su salón de clase, se arrepiente de haber soñado en esas estupideces. No quería seguir pensando sobre el tema.

Varias pequeñas gotas de agua comenzaban a caer desde el cielo, le daba nostalgia. Para no poder contraer una enfermedad o una fuerte hipotermia, se puso su maleta en donde cargaba los papeles escolares sobre su cabeza, ya que no había terminado de poder aprobar las nuevas "leyes y reformas" del salón. Al igual que también tenía que tener varias pláticas con la presidenta del consejo estudiantil llamada Ichou Setoka. La cual ha tenido varios pequeños reproches en contra de su imperio, la cual no se acomodaban a lo que los papeles de la escuela implementaban.

Aun así, Tadano se podía limpiar sus manos rápidamente con la excusa de que como "todos somos especiales, entonces tenemos formas especiales de gobernar". Ni Setoka ni Hitohito se creían esa basura, pero para que el conflicto no terminase en un despido departe de la presidenta. Prefirieron dejar de lado sus discusiones y empezar a por lo menos tener una relación bilateral, la cual a veces se complicaba por las formas diferentes de pensar. Mientras que Hitohito aconsejaba en poder usar el dinero recaudado en renovaciones de pasillos, salones y baños. Setoka se oponía abruptamente por la intención de querer hacer eventos escolares más grandes y divertidas. El chico con flor de broche no se negaba del todo a sus intenciones de la presidenta, pero aun así no estaba del todo de acuerdo en querer emplear todo el dinero en simples festividades temporales.

Otra compañera, la cual también estaba presente en las discusiones de los chicos, era una persona bastante callada, con anteojos un poco grandes, cabello corto y un poco rizado. Algo que le hacía resaltar era que su gran adicción a la limpieza de cualquier cosa con la que ella tuviera contacto. Y aunque siempre escuchaba como se debería utilizar el dinero del erario en forma benéfica para los estudiantes, la chica también a veces apoyaba las ideas de Hitohito al punto en donde los presidentes de otras clases les causaba terror tenerla de frente. Ella no era mala, simplemente era honesta, atenta, pero demasiado sería al momento de tomar decisiones. Siempre pensando en el apoyo de los estudiantes.

Tadano volvió a caer nuevamente a la tierra, dando a entender que si seguía distrayendo en sus pensamientos podría causar un accidente tanto hacia su físico como al de otras personas. La lluvia comenzaba a detenerse lentamente, lo cual le daba la confianza de quitarse la maleta de su cabeza. Al momento de querer orientarse nuevamente pudo ver como un señor pasaba su costado un poco eufórico y al borde del llanto, ya que le comenzó a restregar a la cara si sabía en donde se encontraba su hijo perdido. Tadano con una simple mirada de duda le negó al señor del paradero sobre su primogénito, a lo cual el contrario tuvo que retirarse con un dolor en su corazón.

El chico comenzó a retomar su camino con dirección al departamento al cual llamaba hogar. No le avergonzaba el hecho de vivir en un departamento, pero a veces si le fastidiaba un poco el hecho de que no había suficiente espacio para poder desparramarse completamente, y por más que su familia estuviera unida, el chico se sentía cada día más solo.

Tenía una ligera sensación en su boca, quería algo dulce y frío para poder seguir en su trayecto, a lo cual al momento de querer pensar en un helado. Su mente se detuvo abruptamente, haciendo que se quedase de pie bajo un poste de luz que era la única fuente de iluminación para poder ver donde se encontraba. Las calles le resultaban familiares haciendo que en un punto al ver el suelo una imagen se hizo destallar en sus ojos, la cual podía ver como el cuerpo de su padre yacía en el suelo boca abajo mientras que intentaba verlo y asegurar su protección. Saber que siempre lo amaría y esto era su forma de demostrarlo, la cual era dando su vida por su familia.

Tadano entro en pánico haciendo que rápidamente comenzara a correr a donde lo llevara el viento, por lo que al no saber donde esconderse, rápidamente entro a un edificio que se encontraba en la etapa de obra negra. Por lo que nadie pudiera encontrarlo o escucharlo, a lo que simplemente agarro su cabeza, se arrodilló y una sensación de arrepentimiento y náuseas invaden su cuerpo. Lágrimas traicioneras comenzaban a dejar sus ojos empapados de su propia impotencia de poder hacer algo y no ser juzgado por nada. No quería seguir, se avergonzaba de ser como es, un simple chico ordinario, sin motivaciones en la vida ni nada por lo que luchar. Un mojado, mojado de tanto llorar, sabiendo que en algún lugar nadie le espera, nadie se preocupa, su mentira sabe verdad, sabe a tristeza la ansiedad y la ganas de vivir simplemente se opacaban cada vez que no encontraba el consuelo que tanto anhelaba. Quería que su padre con un simple par de palabras le aconsejara toda una vida como la gran figura paterna que debió ser, pero simplemente no podía ser así.

La Discordia (Komi-San No Puede Comunicarse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora