Capitulo 15
Stanley 
—Cuéntamelo todo, Cabrón!. 
Pongo los ojos en blanco con ástio, mientras Gerson camina a mi lado por el campo de futbol preguntándome sobre lo de mi "Cita" según él, con la castaña. Lo cual le he dicho miles de veces que no era una cita, pero el me ignora y me repite que si lo era. Así que dejé de discutir con él sobre eso, porque es estúpido nunca le ganaría a Gerson, él siempre tendría la razón aunque no la tuviera. 
—¿Que quieres que te diga?. —inquiero, mientras juego con las correas de mi mochila y camino hasta el árbol frondoso de Nicolle, porque ahora supuestamente es de su "Propiedad". ¡Que ridiculez!. 
—No lo se. —se pone pensativo y al final pregunta: —¿Se besaron?. 
—No. 
Aunque su boca estaba muy cerca de la mía. Pero eso no se lo digo. 
—¿Cogieron?.
Suspiro con fastidio y le respondo con un rotundo y enojado NO. Muy en el fondo sabía que me haría esa pregunta. 
—¿Y entonces que hicieron?. 
—Pues estudiamos, Gerson. Justo lo que dije que haríamos. —le respondo con obviedad. 
—¡Aburrido!. —canturrea mientras se sienta de piernas cruzadas sobre el césped bajo el árbol. —¿Ni siquiera la tocaste?. 
Abro la boca para responder con un NO, pero me detengo y vuelvo a cerrarla. Mi mejor amigo me lanza una mirada interrogativa. 
—¿No me digas que...? —hace una pausa abriendo la boca sorprendido. — ¡¿La tocaste?!. 
Creo que si no digo al respecto le dará un ataque o algo parecido. 
—¡No de esa manera, Gerson!. No seas sucio, no es lo que estás pensando. —me defiendo avergonzado de la situación. 
—Explícame, antes de que me haga una idea de ti tocando su…
—¡Gerson!. —lo interrumpo antes de que termine la oración y termine de avergonzarme. —¡Dios! Nunca haría eso. No seas baboso. 
—Siempre hay una primera vez, Cabrón.
—¡Pues no ha habido una primera vez, idiota!. —le discuto. 
Me recuesto sobre el césped de espaldas mientras que Gerson permanece sentado. Observo las hojas del árbol removerse con el viento. Explico:
—Fue sin querer. —empiezo a relatarle mientras Gerson permanece en silencio escuchando atentamente. —Estábamos haciendo el experimento y...luego ella me llenó de pintura. La luz estaba apagada y estaba totalmente obscuro, no veía nada…
—¿Y?. —pregunta al borde del entusiasmo.  
Pongo los ojos en blanco ante su estúpida diversión y continúo:
—Bueno...me tropecé con la cama al tratar de buscar el apagador en la pared y...
—¿Que?. 
—Caí encima de ella. 
—¡¿Qué?!. 
El grito de Gerson me aturde, y hacen que me piten los oídos. Odio sus dramas. 
—¡No es para tanto!. Puedes callarte, idiota. 
—¡¿No es para tanto?!. —me cuestiona y giro mi cabeza a un lado para verlo. 
—Sí, Gerson. Solo caí sobre ella y ya. Nada más, luego me aparté porque me sentí... —me callo de golpe, buscando una palabra adecuada para explicar lo que sentí en ese momento. El levanta las cejas esperando que termine la oración. —Extraño.   
El abre la boca sorprendido, casi desconcertado con todo lo que acabo de decirle . 
—¡Carajo!. —suelta atónito. —Es obvio que dios tiene a sus hijos favoritos. Primero, te besa en la fiesta y casi te quita lo virgen. Y ahora…caes sobre ella por obra del universo mismo.  Definitivamente, el mundo es cruel. 
—Te estás imaginando cosas donde no las hay, Gerson. Solo fue un accidente. Y lo de la fiesta fue un estúpido juego. Así que no me vengas con que es obra del destino todo lo que ha pasado. 
—Son señales, Cabrón. ¿Acaso no te das cuenta?. 
—Lo que dices es absurdo.  
—Si yo hubiese sido tu aunque sea un beso le habría robado. 
—Ese eres tú, Gerson. Que eres un atrevido, morboso, perverso y sucio. Yo no. 
Se hace el ofendido y luego sonríe. 
—Gracias, Stanley, por tus sinceras palabras hacia tu mejor amigo. 
—Solo digo la verdad. 
Lo veo poner los ojos en blanco.
—Sigue contando...
—No hay más nada que contar. —lo corto. Nos quedamos en silencio por varios segundos hasta que lo escucho hablar de nuevo: 
—¿Al menos tuviste una erección?
Su pregunta me toma desprevenido. 
—¿Qué?. 
—Vamos, no te hagas el inocente que sabes a lo que me refiero, Stan. 
Lo fulmino con la mirada. 
—Anda, cuéntamelo, soy tu mejor amigo. No voy a juzgarte. 
—¡No tuve ninguna erección, idiota! Ya te dije que caí sobre ella y nada más. 
—Vale, vale. Pero algo me dice que lo que está pasando entre ustedes apenas está comenzando. —me mira con una sonrisa de oreja a oreja y moviendo sus cejas de arriba hacia abajo con picardía. Pero lo ignoro por completo. Eso es algo absurdo porque nada está pasando entre nosotros y nunca pasará. 
 Pero no voy a negar que por un instante me sentí nervioso e incómodo a la vez estando tan cerca de ella. No se, nunca había estado en esa situación y fue extraño. Era la primera vez que estaba en medio de las piernas de una mujer y aunque tuviera ropa, me alteró todos los sentidos estar en esa posición y mucho más cuando tenía sus labios tan cerca de los míos y su aliento golpeando en mi nariz. 
Suspiro y dejo de pensar en ello. Si hubiera sido otra persona quizás me hubiera sentido atraído y hubiera podido tan siquiera acercarme aun más, pero como era Nicolle Morrison debía apartarme y estar lo más lejos posible de ella. Porque para la castaña todo es un juego y yo no voy a formar parte de sus niñerías. 
                                      
                                   
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𝑸𝒖𝒊𝒎𝒊𝒄𝒂 𝑰𝒏𝒅𝒆𝒄𝒆𝒏𝒕𝒆 +18 ©️ LIBRO I 💜 (Editando)
Любовные романыNicolle es una joven extrovertida y traviesa, ha cerrado su corazón al amor después de una dolorosa ruptura. Decidida a no volver a enamorarse, se dedica a disfrutar de la vida sin ataduras emocionales. Pero su mundo da un giro inesperado cuando con...
 
                                               
                                                  