Capítulo XX

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    Algunas horas pasaron desde que los policías se habían marchado, no sé porque yo cargaba un mal presentimiento, me sentía extraña. Camila estaba acostada en la que antes era mi habitación, se sintió algo mareada, Letty le tomó la tensión y la tenía completamente descontrolada, la entendía perfectamente, me encontraba en la cocina haciendo café para todos, separé una taza en la cual hice un te de manzanilla para Cam. Me acerqué con cuidado, no quería que se despertara de golpe por si estaba profundamente dormida. 

—¿Cam? —Pregunté sentándome en la cama con delicadeza —Te traje un té. —Se giró poco a poco. —¿Te desperté? —Ya que se había tomado una pastilla que le había dado mi tía, imaginé que eran para los nervios, a decir verdad, todos aquí necesitábamos una de esas. Negó sin mirarme, su vista se encontraba fijada en el té que yo acababa de dejar en la mesita de noche —Todo va a estar bien, en serio, tengo fe que así sera.

—¿Como puedes estar tan segura? —El tono de su voz me dolía en el alma, quería arreglar todo esto con un solo chasquido. —Ha pasado mucho tiempo y no hemos tenido noticias.

—Vamos a esperar un poco más, si no salimos a buscarlos a ver que pudieron hacer, ¿Te parece? —No me contestó, solo se sentó y tomó la taza colocándola entre sus manos y dejando que el vapor le diera en su rostro. Me senté a su lado muy cerquita, solo quería estar allí con ella, no sabía que decir para mejorar la situación, lo único que lo haría es que Daniel entrase por esa puerta ahora mismo. 

—Debí dejarlo contigo. —Dijo después de tomar un pequeño sorbo. —Se hubiese divertido todo el fin de semana, esto seguramente no estaría pasando, él te quiere muchísimo y yo siempre tratándolo de alejar de ti, el problema soy yo, siempre ha sido así.  

—Nadie es adivino Cam, no te sientas culpable, por favor no lo hagas, y tampoco culpes a Zoey. Yo también lo quiero muchísimo y haría cualquier cosa porque él esté bien. —Tomé una de sus manos entrelazándola con la mía. 

—Ya no sé que pensar, Alex jamás me dejará tranquila, hace algunas semanas pensé en irme lejos. —La miré expectante a sus palabras, yo haciendo mi vida aquí y ella queriendo huir. 

—Pero, ¿Es algo que ya tienes decidido? —Dejó la taza a un lado sin responder —Si te sientes incomoda por mi pregunta, no me hagas caso, es tu vida y la de Daniel, estoy segura que tomaras las decisiones correctas para su bienestar y el tuyo. —Espero no haber sido muy política. 

—No es algo que esté decidido, solo fueron algunos pensamientos en medio de una crisis. —Asentí, la abracé y se posó en mi pecho, después de unos minutos su respiración era pesada, me tranquilizaba que pudiera descansar solo un poco, no sabíamos lo que se podía avecinar.  

   Me dio levemente el destello de sol en mi cara, también había caído profundamente dormida, Camila ya no estaba en la cama, la busqué rápidamente y se encontraba sentada mirando a través de la ventana. 

—Me dormí lo siento —Me senté en la orilla de la cama estrujando mis ojos. —¿Que hora es?

—No tienes que disculparte, son las seis y media. —Me levanté y me acerqué a ella. —¿No han dado noticias? —Negó con sus ojos cristalizados. 

—No, saldré de nuevo, no me cansaré de buscarlo, sabía que la policía no haría nada. —Asentí, yo también tenía el mismo presentimiento. Escuchamos un ruido en la puerta y las dos salimos corriendo a ver quien era. 

   Al llegar estaban los dos oficiales y Alex, nos vieron y juré que uno de ellos tenía una sonrisa burlona.

—Esto tiene que ser un mal entendido —Oí a Henry decirles. 

—¿Que? ¿Que es un mal entendido? —Preguntó Camila. —¿Donde está Daniel? —La sujeté tratando de tranquilizarla.

—¿Que pudieron averiguar? ¿Algo que podamos ayudar? —Pregunté esta vez yo. 

—¡No puede ser! —Gritó Alex, lo vi sin entender su actitud y que hacía aquí, si él era el primer sospechoso —¿Como puedes ser tan descarada e hipócrita? —Me dijo.

—Alex, ¿¡Que te pasa!? —Zoey le respondió. 

—¿Que me pasa? Que esta idiota quiere ver a Camila destruida y nadie de aquí lo quiere ver, haciéndose la perfecta, para planificar todo tan bien, por suerte yo no confío en ella, y fue instinto suficiente para saber que siempre fuiste tu —Ya en este punto creí que estaba haciendo una de sus escenas. 

—Ya no entiendo. —Dije mirando a Camila.

—Señorita Lauren Mitchell queda usted detenida por el secuestro del menor Daniel Ferreira —Se acercó a mi colocándose detrás para colocarme las esposas. —Había quedado en shock. 

—Oficiales aquí tiene que haber un mal entendido, mi sobrina siempre estuvo con nosotros, es incapaz de hacerle daño a ese niño —Letty intentó frenar la situación. 

—Encontramos al niño en casa de la señorita Lauren, amarrado e inconsciente, gracias a Dios llegamos a tiempo, si no los cargos serian otros. —Camila me miró y yo negué algo desesperada.

—Sabes que no yo no tengo nada que ver con esto, lo sabes, por favor no dudes de mi. —Camila se abalanzó sobre Alex dándole un montón de golpes, Logan la detuvo.

—Eres un gran imbécil, ¡Lauren no pudo haber hecho esto! —Su cara de no romper un plato era simplemente detestable.

—Con todo el daño que le hiciste a Lauren, crees que ella te iba a perdonar así como así, arremetió con lo que mas quieres, estas cegada por el supuesto amor que le tienes. —Camila negaba sin poder creérselo.

—¿Donde está Daniel? —Preguntó Letty. 

—Está en la emergencia del hospital con la trabajadora social. —Zoey sostuvo a Camila entre sus brazos cuando casi se desvanece, eso significaba que le podían quitar la custodia de su hermano. 

—Cam, yo jamas te haría daño, lo sabes, ni a ti ni a Daniel. —El oficial que me sostenía me dio un tirón lastimando un poco mis muñecas.

—Bien señorita esto lo hemos escuchado muchas veces. Tiene el derecho a guardar silencio. Cualquier cosa que diga puede y será usado en su contra. Tiene el derecho de hablar con un abogado. Si no puede pagar un abogado, le será proveído uno a costas del Estado —Me dijo mientras caminábamos hacia fuera de la casa. 

—Henry, Logan vayan con ella, nosotras iremos al hospital. —Escuché a Letty decir.

   Yo le di una ultima mirada a Camila, donde sabía que claramente pudo haber dudado de mi, pero el único que podía arreglar esto era la confesión de Daniel, esperaba que esto solo fuera una mala pesadilla y que la verdad saliera a la luz...

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A SECRET HEART. | CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora