Capitulo XXIII

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   Llegué al hospital desesperada, tratando de llegar cuanto antes, miré a Zoey y a Letty afuera de la habitación, las dos tenían sus brazos cruzados, Zoey tenía su mirada en el piso pensativa, mientras Letty revisaba algo en la tablet. 

—¡Hey! —Dije mientras recuperaba el aire, pude notar como se miraron entre sí, me detuvieron antes de entrar. —¿Que pasa? —Letty suspiró. —Algo no está bien, ¿Verdad?

—Dani... —Zoey intentó hablar, tardó unos segundos, pero al ver que Letty no diría nada, siguió. —Daniel no recuerda nada. —Quedé desconcertada. 

—¿Como? —No podía entender la situación. —¿Dani perdió la memoria? —Me coloqué una de mis manos sosteniendo mi pecho, mi corazón volvía acelerarse. 

—¡No no no! —Letty intervino. —No recuerda nada de ese día. —Le di un golpe a Zoey en su brazo.

—¡Auch! Igualmente perdió la memoria. —Se quejó.

—Si, ¡Pero no toda su memoria! No voy a decirte nada porque ahorita el que importa es Daniel, pero aun así, Letty no permitas que le de malas noticias a los familiares. —Letty asintió. 

—Después de tanto tiempo, creo que esa es su materia reprobada, pero bien, a lo que nos interesa, Daniel. Cuando le preguntamos si se acordaba de lo que había pasado, solo comentó que lo único que recuerda, fue haber ido al baño, y después recibir un fuerte golpe en la cabeza al estar lavándose las manos, eso es todo. —Respiré hondo. 

—¿Y físicamente? ¿Como está? —Pregunté.

—Ha pasado muy poco tiempo, pero sé que estará bien, es un niño muy fuerte. —En un momento de alivio, la abracé agradeciéndole. —Tranquila no me debes nada, es mi trabajo, pero sabes que eso no nos va a ayudar...

—...Con Lauren, lo sé —Terminé de decir por ella. Sabía que esto era una preocupación menos, un problema más. 

—Por ahora, entra y está con tu hermano, preguntó por ti. —Sonreí. Entré. 

   Abrí la puerta lentamente, lo miré débil como si estuviera cansado aún, pero aun así sonreía y eso me daba tanta paz aunque sea por ese pequeño ratito. Estaba hablando con la trabajadora social, vaya que fue rápida, tenía miedo a lo me dijera, no me acerqué hasta que ella terminó.

  Caminó hacia la puerta donde yo aún me encontraba, no sería yo quien dijera la primera palabra, no quería arruinar nada o decir algo equivocado. 

—Le daré este informe al juez. —Asentí nerviosa, ¿Sería otro problema a la lista? 

—Vale está bien, entiendo perfectamente. —Mi voz sonó temblorosa. 

—Camila... —Colocó su mano en mi hombro antes de salir. —No hay nada que preocuparse, eres una buena hermana, sé que lo estas intentando, esto es solo un bache en el camino. 

—Uno muy malo. —Contesté. 

—Pues si, pero quiero que sepas que yo no soy tu enemiga aquí. —Quité lentamente su mano. 

—Lo sé, mi enemigo y causante de todo esto, está allá afuera riéndose de todos nosotros, pensando que ganó, ahora Daniel sin recordar nada, es demasiada suerte para él, es como que si hubiese colocado el universo a su favor. —Di unos pasos sonriéndole a Daniel, ella abrió la puerta. 

—La justicia a veces funciona. —Me giré y la miré. 

—Exactamente, a veces. —Bajó su mirada y se marchó. 

   Extendió sus brazos hacia mi y nos hundimos en un caluroso abrazo, quería apretarlo con todas mis fuerzas, pero no quería lastimarlo, sin querer, unas lagrimas se me salieron, pero las limpié antes que nos miráramos. 

—¿Estoy en problemas? —Preguntó asustado. 

—¿Que? No mi amor. —Me dio un ladito en la cama, me acosté abrazándolo, el posó su cabeza en mi pecho, me di cuenta del golpe que mencionó Letty, pero, ¿Que clase de psicópata es ese hombre? —No estás en problemas, tranquilo, esto solo es una mala pesadilla. ¿Como te sientes?

—Me duele el cuerpo y algo mi cabeza... Cam...—Esperé que terminará, pero no lo hizo. 

—Dime... 

—¿Ya nos podemos ir? No me gusta estar aquí —Mi corazón se hacía más pequeñito. 

—Lo sé, ni a mí, pero esperemos que la tía Letty nos diga cuando irnos, ¿Si? —Asintió sin levantar su cabeza.

—Cam... —Dijo después de unos minutos, creí que se había dormido. 

—Sí, ¿Qué pasa? ¿Te duele algo? —Pregunté preocupada. 

—Nop —Respondió. 

—Entonces, ¿Qué es? —Se levantó y se sentó, hice lo mismo.

—¿Lauren puede pasar? Quiero verla. —Cerré mis ojos aguantando las ganas de llorar. 

—Bebé... Pasa que... —No sabía como decirle, pero obviamente no le diría la verdad o... ¿Debería hacerlo? Pero temía en presionarlo, la libertad de Lauren estaba en sus manos, no quería que sintiera ningún tipo de responsabilidad, que no fuese mejorarse. —Lauren está resolviendo unos asuntos urgentes de su trabajo, pero me dijo que le avisara todo lo que tuviese que ver contigo así que tranquilo, ella está muy pendiente de ti. 

—Vale está bien... ¿Se tardará mucho? —Preguntó haciendo un largo bostezo, asentí frunciendo mis labios.

—Descansa un poco, estaremos allí afuera, cualquier cosa que necesites solo grítale a Zoey —Eso ultimo lo dije en tono burlón, para lograr sacarle una sonrisa, lo cual hice con éxito, fue cerrando sus ojitos poco a poco. 

   Me quedé allí hasta asegurarme que estuviera cómodo y durmiendo plácidamente, a los minutos salí de la habitación.  

—¿Que tal lo viste? —Se acercó a mi Letty, alcé mis hombros ante su pregunta divagando. —Camila, sé que es difícil, pero yo tengo a mi sobrina a quien amo con mi vida, en la cárcel, acusada de algo que ella no cometió, Henry me llamó y nadie vio nada.

—Querrás decir que nadie quiere comentar nada, para continuar viviendo en paz en este lugar. —Dijo Zoey, yo solo asentí. 

 —Bueno mi hermano sé que mejorará, confío en ello respondiendo a tu pregunta Letty, y sí, aquí nadie dirá nada, me extraña que tu no lo sepas cuando claramente conoces a Alex, no tenemos dos días viviendo acá. —Mi tono sonó fuerte.

—Si, conozco a Alex y también a ti, siempre le dije a Lauren que se alejara de ti. —Sabía que esas palabras eran por la presión, la impotencia, el calor de la situación, aunque aún así no dejaban de ser verdad. 

—¡A ver a ver! —Zoey alzó su voz. —No estamos para peleas y mucho menos enemistarnos, tenemos que estar unidos, ¿Bien? —Letty y yo nos miramos y asentimos. Sonó mi teléfono, numero desconocido, me alejé para atender.

   Mi cuerpo se colocó frío, por no saber como actuar, a donde ir, con quien hablar, pero si, Zoey tenía razón, debíamos estar juntos. 

—¿Que pasó? —Me preguntó mi amiga. —¿Quien era? 

—Alex... Llamó de otro numero y me dijo que corriera de nuevo a la comisaría, a Lauren se la van a llevar. —Miré como Letty se le agrandaron su ojos y enseguida buscó su teléfono, imagino para llamar a Henry. 

—Pero no puede ser es muy pronto, aun no pueden darle un juicio o algo parecido que se yo, además el niño está bien. —Me estaba faltando la respiración. 

—¿No crees que Daniel recupere la memoria? —Pregunté.

—Es muy pronto para saber eso, además, puede que con los días, puedan llegarles recuerdos, pero nada lo va a tener muy claro, será un rompecabezas sin resolver. —Recogí mi cabello para hacerme una cola de caballo, ahora tenía calor, y mi respiración se descontroló totalmente.

 A lo mejor Letty si tenía razón, Lauren nunca debió conocerme.

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A SECRET HEART. | CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora