☼︎Quince☼︎

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Dos meses y medio

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Dos meses y medio.
Ese era el tiempo que ya había pasado

Todo era normal... medianamente. Sacando el hecho de que tenían a otros tres adultos casi viviendo en su casa por la cantidad de tiempo que pasaban allí, además de Chile, quien se pasaba por la casa menos seguido que los otros.

Ese día Argentina se había levantado de un extraño buen humor, rápidamente sentándose en la cama como si su sueño se hubiera ido al instante, buscó al Mexicano junto a él, pero este ya no estaba allí.
Fueron los sonidos del desorden lo que finalmente lo empujó a salir de la cama y buscar a su pareja.

Bostezando un poco se guió por el pasillo hasta la puerta del estudio que nunca habían utilizado.
Dentro habían puesto una o dos bibliotecas, junto a una silla cómoda para sentarse a leer. Realmente era un lugar raramente usado, una lastima para lo precioso que se veía, era bastante alargado hasta llegara a una gran ventana, perfectamente ubicada en el lugar donde salía el sol y tenía en una de sus paredes un armario.
Siempre habían sentido que aquella habitación tenía algun proposito especial, algo más que tan solo un lugar para guardar un par de libros que hacía años no tocaban.

Por suerte, parecía que México ya había decidido que hacer, pues apenas el argentino entró, pudo notar que el norteño estaba a mitad de apilar los libros de ambas bibliotecas en el suelo con una extraña emoción.

- ¿Querés explicarme qué estas haciendo? - Algo divertido Argentina le preguntó

El mexicano lo miró de repente, sorprendido como si recién lo notara ahí parado.

- ¡Esta es la habitación de nuestro hijo! - El tricolor soltó, sus ojos iluminados con una ilusión preciosa

Una risa tierna salió de los labios argentinos, nada en ese mundo le parecía más bonito que México cuando se emocionaba con alguna idea.
La manera en la que saltaba en emoción y sonreía todo el rato le daban un toque inocente extrañamente atractivo para el bicolor, le daban ganas de tomarlo por el cuello de su remera y llenarle la cara de besos.

- ¿Ya la estas preparando? - Rió leve, enternecido - ¿Sabes que estamos recién a mitad del tercer mes, no? - Le recordó

Su esposo volvió a mirarlo después de dejar una nueva tanda de libros en la pila que se estaba haciendo.

- Me emocioné - Le sonrió nerviosó

- Está bien - El más joven puso los ojos en blanco, divertido - ¿Querés que te ayude? - Ofreció

- A huevo - México asintió con seguridad

Así, el bicolor se acercó, empezando a tomar libros y dejarlos en varias pilas para vaciar las bibliotecas. Estuvieron así hasta que México se detuvo, haciendo que el argentino lo copie en curiosidad de lo que su pareja estaba pensando.

- Imagínalo - Le dijo el mexicano - ¿Cómo quieres que se vea? - Le preguntó

- Las paredes del color del cielo - Respondió el argentino al instante, sus ojos brillando ahora con la misma emoción que México

- Operación bebé -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora