Tres

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Narra Esmeray:

Inicio del flashback:

Daniel, ¿Podrías sacarte una foto con mi hija?

Preguntó aquel hombre, mientras que su hija se escondía tímidamente detrás de él, siendo ese el fiel reflejo de como yo me encontraba varios pasos por detrás de Daniel, observando la escena.

Por supuesto, ¿Cómo te llamas?

Daniel se agachó para estar a su altura, mientras que la niña era animada por su padre para que se acercara.

Juliette

Respondió en un perfecto francés, mientras intentaba esconder su rostro ruborizado detrás de sus manos, pero cuando Daniel colocó su mano delante de ella, la niña no se resistió a chocarle los cinco.

Ambos sonrieron enormemente para la cámara, siendo esa una hermosa postal para enmarcar. Pero sin dudas lo que pasó a continuación, resultó siendo un momento aún más hermoso porque surgió de forma inesperada.

¿Ella es una princesa de Disney?

Preguntó Juliette de forma inocente y sin dejar de mirarme, lo que generó que Daniel también lo hiciera, en tanto se le escapaba una risita al hacerlo.

No, pero es la princesa de mi corazón

Nunca vi esa película

No es una película, es un lugar

Y ¿Dónde se encuentra ese lugar?

Justo aquí Respondió Daniel señalando su corazón.

Juliet lo observó con atención y detenimiento, para luego pasar de él hacia mí, dejando la vergüenza y la timidez en el olvido.

Yo me encontraba cautivaba por las palabras de Daniel en mi lugar, pero fueron las de Juliette las que me obligaron a dejar de observar la figura del australiano para centrarme en ella.

Tu vestido es hermoso 

Dijo mientras tomaba con sus diminutas manos la tela, y la acariciaba para sentir la suavidad de la misma, en tanto yo me agachaba para estar a su altura.

Y también me encanta tu cabello, es largo y suave, justo como el de una princesa

Agregó acariciando mi cabeza, pasando su mano a lo largo del hiyab que me envolvía, acción que provocó que mis ojos se aguaran.

Yo nunca podré ser una, porque no tengo el pelo largo, pero tengo un vestido

Juliette, dejame decirte que no hace falta tener el pelo largo, o un hermoso vestido para ser una princesa, ¿Sabes por qué?

¿Por qué?

Porque lo único que necesitas es creer que lo eres, y cuando creas en ti misma, vas a poder lograr y ser todo lo que quieras y todo lo que te propongas

La sonrisa de la niña se dibujó aún más grande en su rostro, y sus ojitos se inundaron de un brillo esperanzador.

Ella es hermosa... –habló hacia Daniel– Porque no...

Y la frase continuó siendo un secreto en el oído del piloto, quien al escucharlo sonrió, y sus ojos se iluminaron justo como los de Juliette.

Algún día Juliette, algún día

¿Lo prometes?

La niña lo miró con ternura e inocencia, en tanto colocaba su meñique para de alguna forma sellar ese juramento, al cual Daniel no tardó en unirse.

Tinta negra |Daniel Ricciardo | Trilogía F1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora