Quince

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Narra Daniel:

Mi cuerpo reposando sobre el colchón y abrazado por las sábanas generaba que me fuera difícil querer salir de la cama, pero el sonido incesante del celular impedía que mi mente siguiera inmersa en ese sueño en el que Esmeray y yo estabamos juntos y eramos felices.

Me removí en la misma mientras que de mi boca se desprendían algunos quejidos, y  en tanto mis ojos se entreabrían para divisar una oscuridad que me extrañó, lo que me obligó a hacer más fuerza para abrirlos por completo y divisar el reloj de la mesa de luz.

El mismo marcaba las dos de la mañana, lo cual me parecía imposible porque hacía poco tiempo que me había acostado y mi cuerpo parecía estar totalmente descansado.

Tomé el celular con rapidez y aún siendo encandilado por el brillo de la pantalla, corroboré que el horario era el correcto, aunque lo que más me extrañaba era el número desconocido que aparecía en la misma, y que al parecer no tenía intenciones de dejar de llamar.

Dubitativo presioné el botón verde y llevé el celular hacia mi oreja, para que un simple 'Hola' saliera de mi boca con vos adormilada.

Pero tan solo unas palabras bastaron para que todo mi ser se despertara, y comenzara a vivir una verdadera pesadilla.

Al instante reconocí que la voz del otro lado del teléfono era la de Dana, aunque sin dudas no sonaba alegre como de costumbre, sino más bien sus palabras se ahogaban entre medio de un llanto contenido y una desesperación que era difícil de ocultar.

Daniel, secuestraron a Esmeray

Sus palabras sin anestesia provocaron que por un microsegundo todo se paralizara, y que mi corazón se congelara hasta el punto en el que una mínima grieta más haría que el mismo estallara en mil pedazos.

Pero no podía dejar que eso sucediera, no podía dejar que el miedo me paralizara, por lo que volví a la realidad para luego sentir a mi corazón bombear con toda su fuerza, provocando que el nerviosismo se apoderara de todo mi cuerpo, el cual se levantó sobresaltado de la cama.

Mi corazón bombeaba con tanta fuerza que me impedía escuchar lo que Dana me decía del otro lado, pero lo que si podía notar, era como el reflejo del espejo de la cómoda, que tenía tenía frente mío, me devolvía una mirada apagada y sin brillo.

Podía notar como una lágrima rodeaba mi mejilla hasta inundar mi boca con su sabor salado, seguido de otra y otra que poco a poco formaban un inmenso y nostálgico mar en mi rostro.

Daniel, te necesitamos, Esmeray te necesita

Ante esas palabras mi cuerpo reaccionó cortando la llamada ante ese pedido de desesperación, y en consecuencia comencé a moverme tan rápido como pude por toda la habitación buscando ropa para ponerme, y una vez listo salir de mi casa, no sin antes tomar de la mesa de noche una fotografía de Esmeray que siempre llevaba en cada gran premio.

Me subí al auto cerrando la puerta del mismo de un golpe y antes de arrancar, mi mente se batallaba sobre que rumbo tomar, porque la lógica me decía una cosa pero no podía negar que una corazonada rondaba en mi.

Puse las llaves y haciendo rechinar las gomas contra el asfalto salí rumbo hacia el primer sitio, el cual me esperaba con su cartel iluminadamente prendido y sofisticado.

— 'La perla'

Leí el cartel en voz baja como si alguien me fuera a escuchar, pero para mi sorpresa ni una alma corría por la oscuridad de la calle.

Me acerqué hacia la puerta, y cuando apoyé la oreja para ver si podía escuchar algún sonido del otro lado, la misma se abrió producto de mi propio peso, haciendo un chillido que no invitaba para nada a pasar, pero aún así lo hice.

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⏰ Last updated: Jan 14 ⏰

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