Tinta negra |Daniel Ricciardo | Trilogía F1

Diez

Narra Dana:

—¿Qué está haciendo ella aquí?

Le pregunté a Amellie, en tanto ambas observábamos como dicha figura femenina salía desde el drive room de Max, para ser más precisas.

—"Visitas"

Contestó la Argentina mientras realizaba una especie de comillas con sus dedos, dando a entender con ese acto que dicha presencia no era para nada visitas, por lo que preferí guardar mis comentarios ya que sin dudas no iba a salir nada bueno de mi boca.

—¿De verdad te gusta Max?

—La que me faltaba, ¿Vos también me vas a salir con eso?

—Por más que sea obvio, simplemente quería escucharlo de ti

—QUE NO ME GUSTA MAX

—¿Y entonces esa cara de celos? Tú te quejas de Esmeray pero las dos son tal para cual

—Por cierto, hablando de Esme ¿Dónde se ha metido?

—No me cambies de tema... y quédate tranquila que ella está bien

—No te cambio.... ¿Cómo sabes que está bien? ¿Está con Daniel? 

—Shh puedes bajar el volumen, no queremos que todo el paddock se entere

—¿Entonces si está con él?

Un simple movimiento de cabeza de arriba hacia abajo por parte de Amellie fue necesario para confirmar que, Daniel y Esmeray al fin habían podido dejar las diferencias para pasar un tiempo de calidad juntos.

De solo pensarlo una gran bola de nervios se formó en mi interior, porque al ser cercana a ambos podía saber lo que para ellos significaba dicho encuentro, por lo tanto, me era inevitable no expresar esa alegría que mi cuerpo ansiaba por manifestar.

—Ay dios mío, me pone tan feliz por ellos, esto sin dudas es algo para celebrar

— Si, definitivamente deberíamos pasar tiempo las tres, y por supuesto festejar

—¿Qué festejamos?

Mi rostro pasó de posar la vista en el de Amellie para fijarme en ella, y en dicha acción me resultó inevitable que las expresiones del mismo no cambiaran, ya que definitivamente no estaba para nada contenta con su presencia, siendo esa acción la respuesta que Amellie buscaba.

Y si estaba celosa.

—Los logros de una amiga

Amellie se apresuró a responder, ya que ambas tenían la suficiente confianza, a lo que por dentro agradecí, porque mis celos no me dejaban emitir ninguna respuesta.

—Me parece fabuloso, los logros de los amigos se celebran como uno... por cierto me da gusto verte Amellie

—Lo mismo digo, estas tan coqueta como la última vez que nos vimos

Contestó la argentina obligándome a apreciar tanto su hermosa figura como su atuendo, el cual era hermoso, pero se encontraba algo desarreglado y eso me llevaba a una única respuesta.

—Yo no puedo decir lo mismo de ti porque la última vez no estabas en tu mejor momento, pero mírate ahora 

Al escuchar esas palabras mis ojos se movieron con rapidez buscando los de Amellie, los cuales se cristalizaron al instante ya que sin dudas no había sido el comentario más acertado, o al menos ambas lo habíamos interpretado así.