Capitulo 3

3.1K 274 33
                                    

Notas de edición: Seguimos editando esta vara, Creo que Severus y Sirius serán versátiles también porque no quiero encasillarlos o tener que escribirlos de determinada manera para que se sienta que papel tienen en la relación por su personalidad. Más siento 2 personalidades fuertes como ese par.

Repito acá morimos sin beta, entonces téngame paciencia, 2 ediciones en un día me merezco un premio 2750 palabras originalmente pasaron a ser 3004 con las notas y ediciones.

Harry

Había pasado unas dos semanas desde que vivía con el profesor Snape, me había dado mi propia habitación y me dejó decorarla como quisiera, incluso Hedwig había llegado finalmente y estaba emocionado de volver a tener a mi amiga de vuelta. Severus y yo habíamos tenido nuestro tiempo de ajuste, en el cual medimos las reacciones del otro para ver que nos haría sentir incómodos.

Severus era más permisivo de lo que me imaginaba. Incluso me había permitido llamarlo por su nombre siempre que no estuviéramos en la escuela. Las pesadillas me habían abandonado de momento, y no podía sentirme más aliviado, no quería despertar a mi cuidador con mis gritos y que se arrepintiera de haberme acogido.

Después de pensarlo detenidamente por un par de días, había aceptado que me adoptara y me encontraba emocionado por la idea de, finalmente, tener un padre, al menos uno vivo, así que los papeles de adopción se enviaron al ministerio luego de haber conversado Sirius de nuevo. Ya habíamos pasado por una entrevista por parte de un miembro el ministerio y como yo era un adolescente, ya capaz de decidir con quién quería vivir por medio de una adopción voluntaria, por lo que esperábamos que el proceso fuera más acelerado de lo normal y obtener la respuesta en unos días.

A pesar de mi inminente juicio de magia de menores y mi adopción pendiente, nunca me había sentido tan tranquilo y esperanzado, había tenido la oportunidad de conocer más al hombre que deseaba adoptarme y llegue a acostumbrarme a sus comentarios sarcásticos, e incluso me reía de ellos o le respondía con mi propia dosis de sarcasmo. Aunque talvez debería de preocuparme un poco que el Slytherin que vivía en mí saliera a relucir más a menudo, cuanto más pasaba tiempo con él, pero en este punto esa era la menor de mis preocupaciones.

Me encontraba recostado frente a la chimenea forzando la vista para leer una novela de fantasía, la lectura era un hábito que había cultivado al estar al cuidado de Severus, lo vi entrar al salón vestido casual con lo que me había acostumbrado a verlo, unos jeans y un suéter tejido acompañado de un abrigo largo.

—Vamos Harry, tenemos lugares a donde ir— Severus siempre misterioso, no aclaro adonde iríamos, lo seguí fuera de la casa donde me estaba esperando con el brazo extendido. Tome su brazo y sentí un jalón desde el centro de mi cuerpo, el sentimiento de aparición que tanto odiaba desde la primera vez que Severus me apareció para que fuéramos a casa a la Mansión Prince, cuando abrí los ojos estábamos en el Callejón Diagon.

—Lo primero es encargarse de esa vista tuya, tan atroz, Sin lentes eres más ciego que un topo, y ya que insistes en leer sin tener tus anteojos aún, a pesar de que te dije que los íbamos a conseguir, debemos de hacer algo antes de que quedes ciego por completo—

Caminamos hasta un lugar llamado Oculus Reparo, asumí que era la versión mágica de una óptica. Entramos al negocio para ver a una joven bruja con túnica de medimago que se encontraba detrás del mostrador.

—Bienvenidos a Oculus Reparo, el lugar donde reparamos su vista mágicamente— indico la joven medibruja saludando al vernos

—Buenos días. Necesitamos que revises la vista del muchacho— le dijo Severus, mientras me jalaba hacia adelante poniéndome frente a la medibruja.

Una Serpiente con piel de LeónWhere stories live. Discover now