Capítulo 6

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Harry

Había evitado la cena y sabía que Severus estaría sobre mí, por eso, él odiaba que me saltara las comidas, más con mi historial de desnutrición, pero de momento no me podía importar menos, solo quería evitar el momento incómodo. Me encontraba sentado en la cama con la guitarra en mi regazo haciendo sonar unos acordes, con ayuda de un libro había aprendido a leer música y acordes de la guitarra, los cuales iba juntando para crear una pequeña melodía.

Un toque en la puerta desvío mi atención por un momento —Adelante— dije. Al abrirse la puerta del otro lado estaba Draco Malfoy, y se vio tan increíblemente guapo como lo había hecho al salir de la chimenea.

No podía negarlo, Draco Malfoy era un engreído superatractivo con esos ojos color plata, su cabello casi blanco, sus labios rosados ​​y regordetes. Sabía perfectamente que yo era homosexual, había tenido mi gran autodescubrimiento el año anterior, luego de haber descubierto que Cedric me gustaba más allá de una simple admiración y que era a él a quien observaba, y no a Cho, había comenzado a sentirme más cómodo en mi propia piel.

Claro que todo mejoro aún más luego de haber hablado con Severus, apenas unas semanas atrás, cuando empezamos a hablar de la adopción, yo había sentido la necesidad de informarle mis preferencias, solo conociendo el lado muggle de la aceptación a las personas con diferentes sexualidades, temiendo que al saber la verdad me echaría.

—Potter no me puede importar menos quién te atrae, el mundo mágico no tiene esa clase de discriminación, incluso hay pociones que permiten que parejas del mismo sexo tengan descendencia. Si te gustan los hombres es lo de menos, aun así quiero adoptarte— Al escuchar eso me sentí finalmente aceptado y podía tener este tipo de observaciones de mi rival, sin sentirme culpable.

Merlín, nunca lo había visto tan de cerca sin que estuviéramos peleando, era hermoso, no era ciego para notar su belleza, aun si sabía que muy probablemente me maldeciría si osara intentar algo. — ¿Qué quieres Malfoy? Te aburriste y decidiste venir a molestarme—pregunta tratando de sonar un poco como Severus, vi como entrecerró los ojos listos para pelear, bueno podía manejar eso mucho mejor que la atracción que sentía por él.

Lo vi tranquilamente respirar hondo mientras cerraba los ojos como si evitara enojarse. —Mira Potter, eres el hijo de mi padrino, así que quiero proponerte una tregua— Abrió sus ojos plateados y se acercó hacia mí, por un momento me tense, mi cuerpo poniéndose en guardia sin saber que iba a hacer Malfoy, cuando solamente se sentó a mi lado sin hacer nada más fui relajándome un poco.

—Amo a Severus, siempre fue como un segundo papá para mí. Y ahora que debo de compartirlo contigo, ya que no tengo otra opción, no quiero que pelemos y que él se moleste conmigo por tu culpa— continuo hablando el rubio, mientras veía hacía alrededor de mi cuarto, observando atentamente como lo había decorado con diversos carteles de bandas en las que había llegado a interesarme, además de otras cosas. Mientras que yo no podía dejar de ver como su cabello se salía de donde lo mantenía tras de su oreja, cayendo sobre su rostro delicadamente, ciertamente era una visión impactante. Por solo un momento imaginé como sería si extendiera mi mano y acomodara su cabello de vuelta tras de su oreja, sería suave y sus pálidas mejillas se llenarían de color, mientras sus labios se abrirían un poco como si estuviera esperando un beso.

—¡¡Potter!!!— Malfoy chasqueo los dedos frente a mí, llamando mi atención. Maldición, me había dejado llevar, y mi mente término vagando a lugares donde no debería ir.

—Te escuché Malfoy, mira sé que no siempre nos vamos a llevar bien, pero estoy dispuesto a intentarlo si tú lo haces— Extendí mi mano, así como él lo había hecho durante el primer año.

Una Serpiente con piel de LeónWhere stories live. Discover now