tres.

220 30 19
                                    

jimin.

¿alguna vez alguien me va a amar de verdad?

o por lo menos, ¿podrán dejar de amarme sin la necesidad de romperme pedacito a pedacito?

yo sé y asumo que soy 1 sorete, pero no creo que eso les de el derecho a tratarme así... no me lo merezco, ¿verdad?

— ¿tas bien puflito? —esa voz se me hizo conocida.

— ¿y a vos qué te importa? —respondí.

— te veo llorar hace dos cuadras, jimin. —hizo una mueca— soy un malandra más pero tampoco soy taaan malo...

— jungkook, cuando te conocí me robaste la bicicleta.

— bueno papi ya te expliqué, necesitaba plata y vos te veías indefenso. —se encogió de hombros— bastó con pedírtela para que me la des, con candado y todo.

— me fui al trabajo a pata por un año.

— pero yo no te toqué un pelo y me salvé de la fusilada. —se rió— en mi vida te pegaría, me mataría la consciencia. —sonreí al ver las dobles intenciones, él siempre me decía esas boludeces— además, sos un desagradecido, yo te pasé a buscar todas las noches para llevarte de vuelta a tu casa.

— yyy mirá máster, es lo mínimo que podías hacer. —le respondí, encogiéndome de hombros.

— no pienses jamás que me gusta este estilo de vida, porfa. —se mordió el labio— anotalo, cuando yo tenga mucha plata te voy a regalar dos bicis.

— ta bien. —asentí, riéndome.

contexto ahre. fuera de joda nos conocimos porque me afanó la bici y sí, me llevó casi un año a mi casa a la vuelta, cuando ya era de noche.

yo sé que no le gusta su estilo de vida. espero que algún día pueda salir de todo lo turbio en lo que por alguna razón terminó metido.

bueno ven hay gente que de verdad la pasa mal y yo llorando por boludos. dios que imbécil soy, no tengo derecho a quejarme.

— pero si querés te invito un helado. —ofreció— todavía tenés media hora para entrar al trabajo.

— cmo sabes ¿

— boludo, me hablás más de lo que te acordás. —soltó una carcajada— es más, seguro llorás por el tonto de minho mino o algo así. —empezamos a caminar.

de seguro pal grido que quedaba de paso a mi trabajo.

— para no querer saber nada con la vida, te acordás bastante.

— na, me acuerdo lo que vos me decís. —se encogió de hombros— es mucho mejor que afrontar mis problemas.

— me sirve, ¿qué tenía puesto el sábado? —pregunté con los ojos entrecerrados, probando su memoria.

— la campera que te presté porque hacía frío a la noche... y también estabas llorando.

— lo último está de más. se da por entendido que siempre lloro. —me reí.

— sí... en fin, llorón, chocolate y limón, no?

— sí. —asentí.

ojalá todo mejore o ahora sí me mato primer aviso.

MI PEOR ERROR - KOOKMIN SHORTFIC [ARG] [TERMINADA]Where stories live. Discover now