ocho.

168 31 4
                                    

jimin.

pasó un mes del beso que jungkook me dió, y las cosas no cambiaron fua para nosotros, pero sí que todo se sentía raro alrededor.

estoy un poco asustado y no es porque me guste mucho jungkook. sino porque lo extraño.

o sea ya no lo extraño, a estas alturas estoy que me muero.

hace una semana y media que no me da una puta señal de vida y yo estoy hasta las patas por no saber nada.

así que ahora estaba en la plaza, tomando unos mates con juli y tae mientras les contaba mi situación.

re random la salida pero si no me despejaba aunque sea un poco, me iba a volver loco entre las cuatro paredes de mi pieza.

— sigue sin agradarme, no me gusta esto para nada. —dijo taehyung.

— vos acordate que el vive de otra manera y no por elección propia, corazón. —me sonrió julieta— vas a ver que hoy vuelve y en el mejor de los casos, sin ningún golpe.

— sí...

obvio no les dije que la situación era más de nos damos muchos besitos y jungkook es la cuchara grande. primero porque no sé a dónde va todo esto, y segundo, porque sé a dónde quiero que vaya pero no sé si vamos a llegar.

cuando volví a mi casa, ya de noche, sonreí al ver las zapatillas desgastadas de mi inquilino en la entrada. por los ruidos, supe que estaba en el baño.

— kookie... —apenas abrí la puerta, casi me desmayo.

— n-no te asustes, por favor... —me frenó del grito que iba a soltar, él estaba solamente con una toalla en la cintura.

— ¿q-q-qué... —estaba atolondrado.

— estoy bien, no pasa nada, me estoy curando nada más... —me sonrió, aunque su voz denotaba cansancio y su estado mucho más.

— te-tenés un tajo en el abdomen, y otro en la pinta, ¿cómo m-me decís que estás bien? —me acerqué a su lado rápido para poder ayudarlo.

su ojo derecho estaba negro y tenía una marca roja en el pómulo izquierdo, además del labio partido y un raspón enorme en el puente de la nariz.

casi me muero.

— de verdad estoy bien, en unos días seguramente me los saco a los puntos.

— sos un hijo de remil puta. —solté desde el fondo de mi corazón.

— ya sé... —se rió, cansado— pero volví, no? como pude pero lo hice. —acto seguido soltó un estornudo, y se llegó a re cagar por las heridas.

— ¿tenía que pasar esto para que volvieras? —sin poder evitarlo, unas lágrimas se me salieron— sos un... pelotudo.

— en realidad, esto fue lo más leve... si no volvía hoy, seguramente no volvía más. —cerró los ojos mientras yo seguía ayudándolo a curarse.

levanté un poco la toalla que tenía puesta para poder secarlo bien con una servilleta limpia y lo más despacio posible. hice lo mismo con la herida del abdomen.

— ¿me extrañaste? —preguntó con los ojos cerrados mientras yo volvía a encremarle la cara— yo sí... mucho...

estaba tan agotado que casi se queda dormido en el inodoro.

— mucho... vení, vamos a dormir. —lo ayudé a levantarse.

y una vez que lo vestí, nos acostamos en mi cama. sentí un beso en la frente y lo abracé con mucho cuidado antes de dormirme.

yo ya estoy dejando de ser el gorriado, espero que él pronto deje de ser el golpeado.

MI PEOR ERROR - KOOKMIN SHORTFIC [ARG] [TERMINADA]Where stories live. Discover now