MI PEOR ERROR - KOOKMIN SHORTFIC [ARG] [TERMINADA]

cinco.

jimin.

— qué pasó facha? —le pregunté apenas entramos a mi depto.

— lo de siempre. —se rió, adolorido.

la única diferencia es que otras veces, no me dejó ayudarlo. así que realmente estaba mal.

— pegate un baño, te paso ropa. —le dije— usa los toallones bordo, por si las dudas.

— pero-

— dale. y no me robés nada, primer aviso. —lo molesté.

se rió de vuelta, antes de irse para el baño.

mientras, preparé unos buenos chegusanes de milanesa para cenar, así bien completos porque en serio me dio cosita. estaba re cagado a palos pobre.

bueno, en cierta forma es mejor que estar llorando hasta el cansancio y los ataques de pánico. si ayudar a jungkook me ayudaba, bienvenido sea.

pero espero no le vuelva a pasar. o no tan seguido.

— tas mejor? —pregunté cuando lo vi volver.

mi remera le quedaba apretada x dios q buenas tetas tiene- NO ESPEREN ESTÁ TODO GOLPEADO Q HAGO PENSANDO ESTO AAA

después de todos mis desastres emocionales solamente tengo dos moods, horny y sad.

— sí... gracias. —asintió.

— bueno, vamos a cenar. —le dije.

— pero-

— no te vayas a poner vergonzoso, que si nos conocimos fue porque me robaste la bicicleta. —le reproché— vergüenza es lo que menos tendrías que tener.

— sigo siendo persona, obviamente siento vergüenza de que justo ahora me estés cuidando el culo. —hizo un puchero.

— tomalo como agradecimiento por escucharme llorar tanto tiempo. —me encogí de hombros— igual antes de comer, sentate en el sillón.

con curitas por acá, algodones por allá y un poco de crema, le curé un poco las heridas. en el cuerpo tenía más moretones y raspones así que eso se arreglaba con crema.

— ahora de verdad, en qué te metiste? puedo ayudarte? —dije cuando nos sentamos a la mesa.

— más de lo que me ayudaste ahora? jate jodé. —negó, entrándole al sanguche con todas las ganas.

:(

— de verdad te hablo pelotudo.

— no... —negó— a no ser que quieras reponer la falopa que me robaron, no hay más que hacer. —se encogió de hombros.

— mi carita puede vender tabletas de pepa y nadie va a sospechar. —me reí.

— sí pero, si le pasa algo a esa carita yo me tiro a las vías. —me respondió rápido— me gusta hablar con vos, pero mantenerte alejado de mi es lo más sensato que podrías hacer.

— no tenés que cuidarme, tengo mis buenos veinticinco. chiquito no soy.

— pero no vivís como yo. y no tenés qué. —se terminó el chegusan— es más, te sigo hablando porque vivís en la otra punta. si vivieses más cerca de mi, no cruzo palabra con vos ni por casualidad. —se sirvió otro— lo que hiciste hoy, es lo máximo que podés hacer por mi. no trates de hacer más, por favor. —lo último me sonó a desespero. me puso mal.

— bueno entonces... prometeme una cosa. —le serví gaseosa en el vaso— cuando todo esté horrible por allá, vos vas a venir para acá. como puedas, caé a casa. —dije— me quedo tranquilo yo y vos vivís, dos por uno.

— no te puedo prometer eso, no te voy a molestar-

— si yo te lo estoy diciendo es porque claramente no me molesta. —lo interrumpí— por favor...

pasaron unos largos minutos hasta que me respondió.

— ta bn. —sus hombros se relajaron un poco.

— y comete mi sanguche si querés, yo ya me llené. —acto seguido eructé.

— fino como ceja de turra. —se rió.

— capaz por eso me gorrean. —me reí.

y como me gusta pasar vergüenza, diez minutos después, estaba llorando mientras jungkook me sacaba los mocos con una servilleta.

así era la vida de un gorreado y un golpeado.

triste.