Traición por Amor || House Of The Dragon [Daemon Targaryen]

[12] Media noche

Se dice que la mayor prueba de amor es la tristeza, ¿qué tan cierto llega a ser? Mostrar dolor por una persona ajena que no seas tú, en efecto, es amor. Pero no cualquier tristeza, no, la verdadera tristeza. Cualquiera puede decir que jura amarte, pero por el otro lado de la moneda no le importas en lo más mínimo. Las criadas se pasaban parte de los días hablando a espaldas de la princesa sobre lo triste y desanimada que se encontraba. Para ella fue fácil fingir delante de la multitud de la corte y su familia, pero solo en su recámara, a solas, podía ablandarse. 

En palabras de ella, ser débil. 

Jason Lannister y ella tuvieron encuentros antes de la boda; pasearon por los mismos jardines dónde Laena y Viserys caminaron, Rhaenyra se hallaba en el mismo lugar observandolos. La princesa menor podía verla por el rabillo del ojos. 

Puede describir al Lannister como un hombre atento, coqueto y promiscuo; tal cual un hombre sediento por una esposa. Tal vez por su intensidad es que sigue soltero. De rostro, para los gustos de la princesa estaba bien. Admitía para sus adrentos que el cabello claro es bellísimo, y la barba le daba un toque de masculinidad a su aspecto. Sin embargo, lo que más le llamaba su atención era la espada que cargaba con él. Era hermosa por el acabado de león, y los pequeños detalles grabados en el mango.

Jason y la princesa se detuvieron.

—En la cima de CasterlyRock, construiré una cripta para Denvitae y los próximos dragones de nuestros hijos —susurró a su oído.

      Pero qué idiota.

La princesa sonrió como respuesta. Le agrada que Jason haya olvidado que entregó su dragona a manos de Rhaenyra, y además no cree que la corona le conceda el deseo generoso de un dragón a cada hijo. Sin mencionar que ha sido vendida como gato por liebre; no hay posibilidad de quedar embarazada, y si lo hace la probabilidad de riesgo es alta que no dudaría en abortarlo.

—Será hermoso, prometido —respondió en un tono dulce —. Qué feliz estoy.

Jason ofreció su brazo con una sonrisa y la princesa lo aceptó.

La princesa segunda ingreso a su habitación antes de la última cena siendo una doncella soltera. Ver un libro de medicina abierto sobre su escritorio la desconsortó, recuerda haberlo cerrado después de haber dejado la silla de madera escondida bajo la mesa. Salió para preguntarle a los guardias si alguien piso su habitación, pero ellos lo negaron argumentando que nadie se ha acercado. Revisó las ventanas, pero estas se encontraban cerradas. Pensó en la puerta secreta que conectaba con los pasadizos del castillo, pero no había señal de haber sido traspasada.

Fue extraño..

Movió su cabeza de un lado a otro argumentando que solo fue su imaginación por estar cansada de hablar con Jason en todo el día. Se quitó esa paranoia e hizo lo que originalmente la trajo aquí. Comenzó a guardar todas sus cosas en cofres de madera para no tener que hacerlo después de la ceremonia. Los artefactos de vidrio que contenían veneno, medicina y otras cosas más fueron guardados en otro cofre diferente, y los libros donde escribía anotaciones de nuevos experimentos fueron escondidos debajo de su cama para evitar ser vistos. Reconoce que el conocimiento grabado allí es peligroso ante el enemigo.